Capítulo 55: "Toc, toc, toc"

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"N-Naruto-kun... n-no quisiera molestar pero... ¿podrías ayudarme con la ropa? T-tengo demasiado frío y mi cuerpo no responde del todo...n-no podré lograrlo sola" – pidió avergonzada la peliazul. 

El rubio se sonrojó de golpe, y tragó saliva nerviosamente mientras asentía y se acercaba a ella. 

"¿P-puedes alzar los brazos?" – preguntó ruborizado, parándose frente a ella. 

"S-sí pero...es como si mi cuerpo doliera...me siento congelada" – murmuró ella tratando de alzar los brazos. 

Entonces, una chispa se cruzó por la mente del rubio. 

"¡Espérame aquí, no tardo!" – exclamó al tiempo que salía de la habitación y bajaba las escaleras corriendo. De paso leyó la nota de la mesa que decía que había cena en el horno, y por ello supuso que sus padres no llegarían a casa esa noche. 

Pasó de largo y entró a la habitación de sus padres, luego al baño privado y de inmediato se dirigió a la tina. Abrió la llave de agua caliente y puso un tapón en el fondo, dejando que se llenara, y con la misma rapidez que había bajado, subió a buscar a la chica. 

"Hina-chan, ven conmigo" – le dijo tiernamente al tiempo que la alzaba en sus brazos. 

"¿Q-qué sucede?" – preguntó la peliazul, escondiéndose en los brazos del chico. 

"Tranquila, pronto estarás bien" – le dijo tomando una toalla y comenzando a bajar las escaleras con ella en brazos. 

Se encaminó a la pieza de sus padres, abrió la puerta del baño y pudo notar que aunque la tina no se había llenado en su totalidad aún, iba casi por la mitad. Sentó a la chica en la orilla antes de depositarla en la tina, y tocó el agua con su dedo. 

"Está tibia...se me ocurrió que si logras entrar en calor primero, será más fácil ayudarte a desprenderte de esa ropa, pues tu cuerpo dejará de doler, ¿qué dices?" – le preguntó a la ojiperla. 

Ella asintió y sonrió. Él la tomó nuevamente y se arrodilló junto a la tina para poder ayudarla a entrar en el agua. 

Poco a poco y con suavidad la fue dejando en las cálidas aguas, las cuales estremecieron a la chica al tocarla. El ojiazul le preguntó si estaba bien y ella asintió, y finalmente la soltó. 

Cortó el agua cuando la tina estuvo casi llena y entonces observó a la joven. 

"¿Mejor?" – preguntó dulcemente. 

"Ya me siento mejor...g-gracias Naruto-kun" – le dijo ella con una sonrisa. 

El agua cubría a la chica casi en su totalidad, ella estaba recostada con su cabeza reposando en el borde de la tina, observando al rubio. 

"Hoy fue un lindo día, gracias por estar a mi lado" – le dijo la peliazul al chico, con los ojos cerrados. 

Él se le acercó y apoyó su frente contra la de ella. 

"Gracias a ti por hacer de mis días maravillosos" – finalizó sellando sus labios con un beso. 

Mientras se besaban, la ojiperla levantó una de sus manos del agua y la cruzó por detrás del cuello del chico, atrayéndolo hacia sí. 

Sintió que caería, y para afirmarse introdujo su mano en el agua y la apoyo en el fondo de la tina, quedando casi sobre la chica. Se liberó de sus labios y comenzó a besarle el cuello, provocando que a la chica se le escapara un pequeño suspiro.

"¡¡¡Estamos en casa!!! ¿Chicos están aquí?" – exclamó una voz femenina desde el comedor. 

Los dos jóvenes se separaron y se miraron el uno al otro, perplejos. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora