Capítulo 72: "Una noticia terrible..."

229 25 13
                                    

Se sentía fatal, pues, luego de que su romance terminara, ella acabó dándose cuenta de que estaba realmente enamorada. 

Pero ya no había marcha atrás. 

Se tumbó de espaldas en la hierba, mirando el cielo azulado, dejando que todos los recuerdos que tenía del Uchiha la embriagaran.


"Está decidido" – era la voz de la señorita Miyumi. 

"Me siento como un prisionero... ¿No puedo estar en paz? Será el velatorio de mi tío después de todo" – se quejó el castaño. 

"La señorita Hinata y la señorita Hanabi han hecho la petición, y hemos accedido sin quejas; usted permanecerá durante todo el velatorio con dos escoltas, y en caso de intentar cualquier cosa, será detenido por ellos" – explicó, en su habitual tono serio. 

"¿Hinata y Hanabi? Una será mi esposa y me obedecerá, y la otra es una pequeña que también deberá obedecerme... Soy el heredero de Hiashi-sama, luego de que me recupere, deberán obedecerme a mí, no a ellas" – bufó cruzándose de brazos. 

"Lo lamento mucho, pero hasta que no se realice la debida lectura del testamento, no puedo reconocerlo como nuestro líder y señor, usted entiende eso, ¿no es así? Hasta entonces, estamos a cargo" – insistió la mujer. 

"Está bien Miyumi... Tan sólo déjenme vivir mi duelo en paz... Prometo controlarme" – murmuró. 

Él lo sabía; era el heredero de la familia ahora, Hiashi lo había hecho presenciar la escritura de su testamento, en donde lo dejaba a él a cargo de todo en caso que algo le sucediese. 

Pero aunque Neji fuera una terrible persona, para nada deseaba perder a su tío, su figura paterna y su ejemplo a seguir. 

Admiraba a Hiashi Hyuga desde el día en que fue acogido por él.


En su habitación, la pelirrosa escuchó a sus padres despedirse; habían sido citados por la directora y acudían al llamado. Oyó la puerta cerrarse, y entonces, por fin suspiró tranquila. 

Se sentía estúpida, sucia, humillada... 

Si creía que el blog era algo denigrante, el perfil falso de prostituta la había dejado deshecha. 

Todos habían visto sus fotos, todos habían visto su cuerpo, todos habían conocido su intimidad y desnudado su alma misma. 

Se abrazó a la almohada y se encogió en la cama, mientras recordaba el sonido de aquel beso en la grabación, y lo plasmaba en su mente; recordaba cada detalle de aquellas dos personas, por lo que la recreación del beso en su cabeza lucía horriblemente real. 

Estaba feliz porque Sasuke la había ayudado, la había apoyado y defendido delante de la misma Kohana, pero le dolía tanto saber que se habían besado... 

Era casi como un recordatorio; Kohana fue su novia, ella no, Kohana conoce el sabor de los labios del amor de su vida, ella no, Kohana tenía un físico perfecto, ella no, Kohana era decidida y osada, ella no, Sasuke amó a Kohana, a ella no... 

Esa última parte le dolía más que cualquier otra. 

Era consciente que los chicos habían sido novios mucho antes de que ella se confesara, lo entendía y lo aceptaba, pero le costaba mucho asimilar que realmente se habían amado, y que vinieran y se lo recordaran justo delante de sus narices era algo... deprimente. 

Pese a que era la hora de almorzar, a la ojijade no le apetecía comer nada, no tenía apetito. 

Observaba su habitación con lágrimas en los ojos; cada rincón de ella, le recordaba a alguna fotografía del blog... Kohana sí sabía cómo pegar duro en los sentimientos. Se sentía ultrajada. 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora