Naruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo.
Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento.
Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...
"Naruto.kun!!" – gritó desesperada la joven, intentando detener al castaño...
Logró detener a Neji, pero Naruto no estaba satisfecho. Se puso de pie, estaba dispuesto a pelear con el tipo hasta hacerlo añicos, pero se percataron de que muchos estudiantes comenzaban a reunirse, y esto provocaría que llamaran a los inspectores, sería una pelea mayor.
"Arreglémoslo hoy, después de clases fuera del colegio, te parece?" – sugirió el castaño. Con dificultad el rubio se mantenía de pie, ayudado por Hinata. "Allí estaré para darte tu merecido..." – replicó Naruto. Neji se marchó.
Hinata se apresuró a curar sus heridas. Al principio se negaba, pero terminó doblegándose y aceptando la ayuda de la peliazul. Recostó al rubio en el piso, con la cabeza sobre sus piernas, y comenzó a desinfectar las heridas de su cara. Se había golpeado fuerte al chocar contra el piso, su brazo y su hombro derechos estaban heridos.
Aplicó una pomada curativa en las heridas y luego las vendó. "Esto es temporal, deberías ir a la enfermería para que te ayuden mejor..." – murmuró ella cabizbaja. El chico sonrió, y respondió que si ella lo cuidaba él estaría bien. Se sonrojó.
Escucharon la campana. Era momento de entrar a clases. "Nos vemos al siguiente descanso, aquí mismo cuando nos den la campana para salir, de acuerdo?" – preguntó sonriendo. La chica asintió y se marchó.
Naruto y ella tenían clase de arte en sus respectivos salones, y el maestro Jiraiya sacó a la clase de Naruto al patio para dibujar la naturaleza. El rubio era un asco dibujando, pero al quitarles las clases de música lo único que podía hacer era quedarse en arte. Estaba observando el paisaje, decidiendo que podía dibujar, cuando se le ocurrió observar por las ventanas al interior de las salas de clase. Algo en una de ellas llamó su atención. Había una chica, no podía distinguirla bien, pero se parecía a Hinata.
Estaba de pie frente a su clase. Al parecer estaba exponiendo algo. Solicitó permiso al maestro para cambiar de lugar, pues había algo que "quería dibujar". El maestro aceptó la petición del joven, y se pudo mover. Se acercó lo más posible a esa sala y entonces pudo ver con claridad.
Era Hinata, estaba exponiendo su dibujo. Era hermoso; parecía una mujer, estaba de espalda, pero su cabello simulaba ser un lago, lleno de vida y de brillo. Quedó impresionado por aquel dibujo. Creyó que Hinata estaría feliz de exponer tal belleza, pero al divisar su rostro, notó una expresión decaída, triste, casi como si estuviese ahí adelante por obligación. Además sus compañeros parecían no prestarle atención.
En ese momento se enfureció por la actitud de esos chicos, y tomó una decisión. Haría todo lo posible para postularse a la clase B y poder estar con Hinata. Recordó la frase de la maestra Anko "le haría bien a Hinata tener en la clase amigos como tú..." y tenía razón. Observó a Hinata tomar asiento. Cuando la perdió de vista, se esforzó en hacer un rápido dibujo de árboles y presentarlo al maestro Jiraiya. Aunque no le hubiese quedado nada bonito, el maestro quedó extrañado de que por una vez en todas sus clases el rubio entregara un dibujo terminado, así que le otorgó una buena calificación.
Minutos antes de que tocara la campana, el rubio corrió a la puerta del salón de la peliazul y la esperó. Tocó la campana y observó salir al profesor de arte de Hinata. Una vez salió él, Naruto entró. "Hinata-chan! Dónde estás?" – exclamó en el salón, y todos los allí presentes voltearon la mirada a la chica que se había sonrojado y estaba nerviosa. "Debe estar mintiendo...no puede estar buscando a Hinata..." – "Ese chico se equivocó de salón" – "Probablemente ella lo engañó para que sea su amigo" – se escuchaba en el salón por todos lados.
Hinata se sintió triste, y se apegó a la muralla atrás, dejándose caer al piso. Naruto enfureció por los comentarios, y gritó; "Quédense callados idiotas! Dejen de suponer mal de Hinata-chan...Se que esta es tu sala Hina, voy a encontrarte!" – y comenzó a avanzar por entre los alumnos que estaban expectantes.
Llegó al fondo del salón y la encontró. Ella lo miró como si estuviera avergonzada. No se molestó en ofrecerle su mano para que se levantara, simplemente la alzó en sus brazos y salió del salón con ella, para sorpresa de todos los presentes...
~*Fin del Capítulo 5*~
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
