"Pero mientras tú has descubierto lo maravilloso que es besar, yo he descubierto lo maravilloso que es besarte..." – y volvió a unir sus labios con los de ella...Sin comprender del todo que tipo de relación había ahora entre ellos, escucharon la alarma del celular del rubio, que les advertía que faltaba media hora para entrar a clases, lo que significaba la pronta llegada de los maestros al lugar y la posibilidad de ser descubiertos.
Se disponían a salir de la sala de música, cuando al salir, vieron pasar a una persona; aparentemente un chico, pues su rostro y su pelo estaban cubiertos por una capucha, era delgado y de altura mediana, vestía unos pantalones grises largos, zapatillas deportivas del mismo color y un polerón negro con capucha.
Llevaba una cámara colgada al pecho y un montón de hojas en blanco, caminaba en dirección opuesta a ellos, al área que estaba sellada con un "no pasar" puesto que representaba la parte antigua e inutilizable del colegio.
El rubio tuvo entonces un mal presentimiento, y como si estuvieran conectados, escuchó al instante un susurro de la peliazul.
"Tengo...un mal presentimiento sobre esa persona...sigámosla" – dijo en su oído, al tiempo que lo cogía del brazo.
Así, comenzaron a seguir a la misteriosa persona. La parte sellada del colegio correspondía a la zona de los talleres antiguos, que se cerraron por uno u otro motivo y en los cuales no se habían designado nuevas actividades.
Traspasaron la cinta amarilla que en letras negras prohibía la entrada, y en silencio continuaron su persecución. Su perseguido avanzaba hacia el viejo club de fotografía y periodismo, y entonces lo comprendieron todo.
Fotografía; la noche en que fueron misteriosamente fotografiados en un momento de cercanía. Periodismo; Prensa complementada con la tinta necesaria para imprimir miles de periódicos, o en este caso, para imprimir dicha fotografía.
Claramente, creían haber encontrado a su culpable.
Cuando la persona a quien seguían entró en la sala, cometió un error, no cerró la puerta con llave. Apenas llegaron tras ella, el rubio y la peliazul entraron estruendosamente, tomando por sorpresa a la persona encapuchada.
Aún no lograban verle la cara, pero al instante en que el rubio botó al piso una pila de fotografías impresas de él y Hinata, la ojiperla ya sabía quién era. Su cara se puso pálida y retrocedió, aferrándose fuertemente de la mano del rubio.
Bruscamente, el ojiazul le quitó la capucha y entonces vieron su cabello corto y rosa, y unos ojos verdes que expresaban sorpresa y a la vez enojo. El rubio, anonadado, pues la había tratado con brusquedad al pensar que era un chico, la soltó.
"H-Haruno...Sakura...esto... ¿es tuyo...verdad?" – dijo la peliazul, sacando de su bolso el celular que días atrás habían encontrado. Avergonzada de su propio error, quitó de las manos de la peliazul el dispositivo con rudeza, volviéndolo a ocultar en su bolsillo.
"¡Eso es algo que no te incumbe, adefesio!" – contestó ella enojada, levantando la mano para darle una bofetada, pero al instante su mano fue frenada por el agarre del rubio.
"Ni se te ocurra..." – le dijo el ojiazul, mirándola fijamente a los ojos. Liberó su mano del agarre del joven y se volteó.
"¿Por qué nos haces esto? ¿Qué fue lo que te hice?" – preguntó la peliazul, tratando de ser amable con quien intentaba dañarla.
"No hay motivo en especial..." – alcanzó a murmurar antes de ser interrumpida por la fuerte voz de Naruto.
"¡¡Responde!!" – le espetó con rabia. Ella volteó la mirada y frunció el ceño.
"Yo...solo quiero que sufras....Hyuga...te mereces eso y más" – dijo ella con voz firme y enojada.
El rubio estuvo a punto de comenzar a gritarle todo lo que tenía en su contra, pero la ojiperla lo detuvo.
"Haruno-san, haz lo que te plazca, divulga esas fotos si quieres, no me interesa, no dejaré que me afecte, si te sientes satisfecha con esto, hazlo. Naruto-kun, las clases están por comenzar, deberíamos regresar..." – le dijo de repente la chica, con la mirada oscura y la cabeza baja.
Al terminar sus palabras, tomó al rubio de la mano y se lo llevó de allí.
La pelirosa quedó indignada, ¿quién se creía para tratarla así? De seguro ya se las pagaría. Comenzó a imprimir las fotografías, pero añadió en la parte inferior un texto.
"¿Es correcto dormir en la casa de tu "amigo" cuando están solos y ni siquiera son novios? ¿Es correcto que el colegio deje pasar esto?" – en letras grandes y rojas.
Comenzaron las clases y, encapuchada, comenzó a repartir las imágenes.
Llegaron las primeras a las manos de un pelinegro de expresión seria, que se indignó al recibir tal "ofensa".
Ya que él era el presidente de su clase, los profesores no se opusieron a que se retirara del lugar un momento.
Marchó con paso seguro, tenía claro su destino. Abrió la puerta de par en par de un solo golpe, y gracias a la ausencia del profesor, en ese momento gritó lo más fuerte que pudo:
"¡¡¡Uzumaki!!! ¡Si te consideras hombre te esperaré después de clase!" – y lanzó una encolerizada mirada al rubio que se sentaba casi al final del salón.
"Es Uchiha-kun" – comenzaron a murmurar todos.
Los ojos azules del chico respondieron con odio a los ojos negros del Uchiha.
"Veremos quién es el hombre entonces, Sasuke" – respondió en el mismo tono...
~*Fin del capítulo 20*~
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...