"Yo me anoto, Hinata, puedes contar conmigo en la batería" – dijo un pelinegro que salía de la sombra del árbol, aludiendo a las anteriores palabras del rubio."¡S...S-Sasuke-kun! P-pero tú..." – fue lo único que alcanzó a murmurar antes de que chico le tomara la mano y se la besara, viendo estallar en ira al rubio.
"¿Qué crees que haces aquí?" – le increpó el ojiazul, poniéndose de pie bruscamente y alzando amenazante su brazo enyesado.
"¡Basta chicos, por favor!" – les gritó Hinata, poniéndose de pie en medio de ambos, intentando sujetar al rubio. A su vez, la rubia se había puesto de pie también, pero frente al pelinegro.
"¿Eh? Tú eres...Yamanaka-san, ¿no es así? Vas en mi clase..." – dijo, algo distraído, a la chica que tenía en frente.
Sorprendida de que el azabache recordara su nombre, volvió la mirada para que no la viese sonrojada.
"S-sí, soy yo..." – respondió, intentando inútilmente que su voz saliera natural y fluida.
Pareciendo ignorarla, el ojinegro dirigió la palabra a la peliazul.
"Ya oí que necesitas a un integrante para tu banda, y necesitan revivir este club, tú bien sabes que soy bastante bueno con la batería y estoy dispuesto a ayudar, e incluso a cooperar con ciertas molestias..." – mencionó esto último dirigiendo una mirada de arrogancia al ojiazul que se contenía tras los brazos de la chica.
"¿Quién demonios crees que eres para llegar y entrometer tus narices donde no te llaman?" – Naruto estaba enojado.
"Vaya, vaya, ¿Tan egoísta eres, Uzumaki, que vas a imponer tus caprichos por sobre los deseos de cumplir el sueño de una dama?" – le dijo el chico, con una sonrisa ligeramente perversa.
¿Era verdad? Esa pequeña y molesta frase de aquel tipo que ahora odiaba le había hecho abrir los ojos. ¿Estaba poniendo su odio por el azabache por sobre el sueño de Hinata? ¿Cómo era eso posible? Lo reflexionó unos segundos. No podía ser, estaba siendo egoísta, y si era por Hinata, él haría lo que sea.
"AHH está bien, si Hinata quiere, puedes entrar, pero una sola cosa te digo, le tocas un pelo a mi chica, ¡y te haré PEDAZOS! ¿Me oíste? ¡¡¡PEDAZOS!!!" – sentenció el rubio molesto al tiempo que abrazaba a la peliazul.
"jajaja, que gracioso, ¿Oí bien? ¿Acaso dijiste "mi chica"? jajaja ¿desde cuándo es tuya? Hasta donde YO sé, sólo son amigos, eres tan poco hombre que no le has pedido nada más..." – contestó en el mismo tono colérico del ojiazul. La tensión en el aire estaba al máximo.
El chico intentaba imponerse ante el azabache, pero era retenido por la dulce chica que lo abrazaba con fuerza y desesperación.
"Al menos siente por mí lo que por tí nunca sintió..." – murmuró el rubio haciendo estallar al pelinegro.
Se lanzó para golpearlo directo en la cara cuando la rubia se interpuso y con toda su fuerza le abrazó, frenándolo, deteniéndolo por completo. Se quedó perplejo unos segundos, mientras lograba reaccionar y calmaba sus aires parecía reposar en los brazos de la rubia. Cuando centró nuevamente sus pensamientos y volvió en sí, se desprendió rápidamente de la chica y retrocedió.
"Pretendo ignorarte, pero no te descuides, no vaya a ser que, por poco hombre, pierdas algo preciado sin darte cuenta..." – amenazó, y se volteó sin antes decir que le avisaran para el primer ensayo.
Comenzó a caminar cada vez más lejos, y la rubia, sonrojada, no dejaba de mirarle, parecía hipnotizada por aquella oscura melena, apretaba sus brazos contra sí misma, queriendo aferrarse a ese aroma de hombre, un aroma semejante al césped que está mojado por la mañana, ese aroma a hombre que no había sentido antes.
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...