Capítulo 88: "Agridulce despedida"

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Entre la confusión de cuerpos tratando de incorporarse, aun no salía a la luz aquel que resultara triunfador, y la expectación aumentaba entre todos los que observaban, divertidos, la intrigante situación.

"¿Están todos bien?" – preguntó el novio, justo antes de que, del mar de hombres tirados, se alzara un puño cerrado, exclamando victoria...



"No sé por qué, pero no estoy sorprendido" – exclamó el novio, cuando reconoció al hombre que sostenía la liga y que luchaba por incorporarse entre los demás.

"Eres un maldito bruto" – gruñó por lo bajo el Uchiha, dejándole caer una palmada en la cabellera rubia.

"Un maldito bruto afortunado" – le corrigió, con una enorme sonrisa.

Ruborizada, entre las chicas la ojiperla se llevaba la mano al rostro para tratar de cubrir sus mejillas ardientes.

Recibió un enorme abrazo del pelinegro, quien le deseaba "suerte" a la vez que le palmeaba la espalda. El grupo de hombres a su alrededor, aunque algo molestos por la caída, comenzaron a aplaudir y a vitorear.


Entre risas y celebraciones llegó la noche, y era momento de despedir a los novios con toda gloria y majestad, pues se marchaban a su luna de miel, a un lujoso hotel a un par de cuadras del aeropuerto, en donde, al día siguiente, iniciarían su viaje a donde establecerían su nueva vida; Francia.

Los invitados se reunieron para recrear la última marcha; gritaban y festejaban alborotados, mientras los novios trataban de abrirse paso para llegar al auto. Una vez que lograron subir, la novia no tardó en bajar la ventanilla de la puerta y sacar casi la mitad de su cuerpo a través de ella.

"¡Muchísimas gracias! Son unas personas geniales y me han regalado una ceremonia maravillosa, ¡Los amo!" – exclamó feliz, mientras agitaba su mano para despedirse.

Y así se marcharon los protagonistas del evento. Los invitados comenzaron poco a poco a retirarse también; se despedían, y si alguien tenía algún destino en común, aprovechaban para viajar juntos.



"¿Quieres que vaya a dejarte, Sakura?" – le preguntó el pelinegro a su novia, mientras le tomaba la mano.

"Claro, pero... Tenía algo más en mente" – se mordió el labio antes de continuar – "¿Sabes? Muchas veces, en noches calurosas como esta... Me gusta dormir con la ventana abierta" – apenas terminó de hablar, comenzó a caminar, jalando a su novio para que avanzara con ella.

Sonrió complacido, no necesitaba más. Al fin, podría cumplir sus caprichos y arrancarle el maldito vestido de una vez por todas. No desperdició tiempo en despedirse, no era necesario.

Sus objetivos estaban trazados y se disponía a cumplirlos, sin importar qué.



Por otro lado, Karin se despedía de las chicas para irse en compañía de su novio.

"Me parece que todos los chicos esta noche están planeando llevar a cabo su propia luna de miel... ¿No te parece?" – le preguntó, observando sus ojos lila.

"Así parece, los amigos solidarizan unos con otros, ¿no? Todos quieren seguir celebrando" – le respondió, rodeándola por los hombros para comenzar a caminar con ella.

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora