(Reproducir el vídeo cuando yo les diga, no antes D:)
La ojiperla se había sentado en su cama, y le habló en tono suave. "¿Puedo...dormir aquí? Prometo que no molestaré..." – levemente musitó....
El rubio tragó saliva y asintió con la cabeza. Se estaba dominando. No sabía qué decir, pero comprendía la situación.
La chica lentamente se introdujo bajo las frazadas de la cama, el rubio, inmóvil, le daba la espalda, aquella posición la había mantenido desde que se acostó hasta que la joven se recostó a su lado.
Ella suspiró, y sin saber por qué, pidió perdón al rubio. Este asumió que se disculpaba por el tema del celular, pero no quiso seguir insistiendo en que ella no tenía la culpa, pues sería en vano.
Las gotas de lluvia seguían cayendo con fuerza sobre el tejado, Hinata se había acostado también dándole la espalda al rubio, era una situación incómoda, pero la verdad es que la fuerza con que el viento estremecía los árboles para hacerlos bailar entre las sombras le aterraba, y no sería capaz de conciliar el sueño si dormía sola.
No quería confesar aquel infantil miedo al rubio, pero se vio obligada a hacerlo cuando un feroz ataque del viento quebró una ramita del árbol contiguo a la ventana de la habitación y asustada, soltó un pequeño y casi mudo grito de miedo.
"¿Estás bien? ¿Sucede algo?" – preguntó algo preocupado volteándose inmediatamente, pues podía sentir el tiritar de la chica.
"Uh...prométeme que no te reirás de mí..." – dijo ella en voz baja.
Él asintió con la cabeza, preocupado y puso sus manos en los hombros de la chica como pudo para intentar calmarla. Como pudo, le explicó que temía a la oscuridad y también al fuerte viento que acompañaba a la lluvia.
El rubio soltó una risilla que no pudo contener, le sonrió y la abrazó fuertemente entre sus brazos hasta que se durmió.
"Podré...dormir entre sus brazos..." – fue lo último que pensó la ojiperla antes de irse al mundo de los sueños.
Pero al rubio le costó un poco más conciliar el sueño, estaba pensando; encontraría al dueño del celular, el cual suponía era la persona causante de la publicación de los carteles y su incidente con la directora, y así devolvería la sonrisa al rostro de Hinata.
Si...eso pensaba, para intentar distraer su mente del frágil cuerpo de la chica que protegía entre sus brazos. Al final logró dormirse.
A la mañana siguiente, las cosas habían cambiado un poco. No supo cómo ni por qué, pero estaba durmiendo sobre el pecho de Hinata, y ella rodeaba su cabeza suavemente con sus brazos.
Se estremeció y se sonrojó, no quería despertar a Hinata pero aquella situación lo estaba poniendo algo "acelerado".
Notó que tenía sus manos en la cintura de ella, por un momento se quedó pensando en lo fina que era su figura, pero de inmediato reaccionó y quitó las manos. Su cara estaba roja y la chica tardaba en despertar, además las suaves manos de ella aun le rodeaban, apegándolo aún más contra su pecho.
Hinata comenzó a despertar poco a poco, y el rubio optó por hacerse el dormido. Ella despertó avergonzada de oprimir al chico de tal manera y en menos de un parpadeo se separó de él, sonrojada.
Sin decir una palabra, se turnaron para usar la ducha, vistieron sus uniformes y se encaminaron al colegio. En las leves sombras de la mañana, la misma persona que días atrás había perdido su celular, les observaba a la distancia con una cámara.
Naruto y Hinata habían llegado bastante temprano al colegio, tenían aún hora y media antes de entrar a clases, así que se escabulleron hasta la sala de música.
Seguían en silencio, y cada uno tomó sus respectivos instrumentos; él la guitarra, ella el bajo. Ambos mantenían sus labios cerrados, en los dos habitaba ahora un sentimiento de atracción mutua, sentían deseo por los labios del otro.
El rubio estaba decidido a hacer lo que estuviese a su alcance para lograr estar a su lado, y ella estaba decidida a no abandonarlo nunca.
Muchos pensamientos similares surgían en sus mentes, pero en el ambiente, era el silencio quien reinaba.
La chica, que hace un par de minutos intentaba tocar melodías en guitarra, se sentó frustrada en el piso, con la guitarra y el bajo a su lado, algo frustrada.
El ojiazul se percató de ello, caminó a su lado y tomó la guitarra. Comenzó a tocarle una leve melodía.
(Ahora pueden darle play al vídeo :3)
"Never feared for anything, never chained but never free..." – comenzó a cantar el rubio, con voz suave, pausada y calmada, para intentar animarla.
Ella sonrió dulcemente y entonces el joven se sentó a su lado, mientras cantaba.
"A light that healed the broken heart, with all that it could..." - comenzó a detenerse, para quedar nuevamente en silencio.
Aún ni una sola palabra. A manera de agradecerle, ella le besó la mejilla lenta y tiernamente.
Él se sonrojó, y como acto reflejo, volteó su cabeza, sus miradas chocaron y consiguió sonrojarla.
La miró a los ojos por breves segundos, se acercó hacia ella y cuando sus labios estuvieron a punto de tocarse, ella cerró los ojos, señal que el rubio percibió y unió sus labios a los de ella.
Fue un beso cálido, un primer beso demasiado acogedor, solo fueron sus labios los que se encontraron suavemente.
Al terminar abrieron sus ojos, sin quitarse la mirada el uno del otro.
Ella confesó que era su primer beso, al decir: "El primero y mejor de mi vida", el rubio bajó un poco la cabeza y dijo lamentar no poder decir lo mismo, pero levantó la mirada y dijo:
"Pero mientras tú has descubierto lo maravilloso que es besar, yo he descubierto lo maravilloso que es besarte..." – y volvió a unir sus labios con los de ella...
~*Fin del capítulo 19*~
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NaruHina "La melodía de nuestro amor"
FanfictionNaruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo. Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento. Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...