Capítulo 80: "¡¡¡IDIOTA!!!"

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"Te adoro, Hinata Hyuga" – murmuró escondido entre sus cabellos azulados. 

"Y yo te adoro a ti..." – respondió, enredando sus dedos en la cabellera rubia mientras lo abrazaba...


Aquella noche terminó siendo perfecta para la gran mayoría. 

Fue un cumpleaños que de seguro el rubio jamás olvidaría, sobretodo porque ahora lucía con orgullo en su pecho la joya regalada por su amada. 

Fueron juntos al día siguiente a visitar la tumba de Mito Uzumaki, a presentar sus respetos y a enseñarle el collar nuevo en recuerdo al obsequiado por ella.


Esa misma tarde, un pelinegro se encaminó a casa de su mejor amiga, principalmente por dos motivos; Primero necesitaba preguntarle acerca de su inusual escape de la noche anterior, no es que le molestara, pues había pasado una espléndida noche... Y segundo, necesitaba su consejo. 

Ella era su mejor amiga, su confidente, y como mujer, seguro sabría ayudarle. 

Abrió la puerta de la reja y entró hasta la casa, en donde golpeó tres veces. 

Sobresaltada, la chica miró con sigilo por la ventana. 

Maldición, era él. 

Ella había iniciado el proceso de empaque de sus cosas, y lo último que necesitaba era que él lo supiera. 

Como pudo, escondió todo lo que ya tenía empacado en la pieza, y cerró la puerta con llave. 

El living lucía normal a su vista, y con esa imagen de normalidad en mente, se acercó a la puerta. 

"¿Quién es?" – preguntó fingiendo no haberlo oído cuando golpeó por segunda vez. 

"Soy yo... Necesito conversar contigo... ¿Puedo entrar?" – preguntó con voz baja, casi pegado a la puerta de madera. 

Hubo un silencio del otro lado, y luego de unos segundos y un hondo suspiro, la pelinegra le abrió. 

"¡Sasuke! Adelante..." – exclamó con normalidad. 

"Disculpa que haya venido sin avisar..." – murmuró, algo sentía extraño en la chica. 

"Te recuerdo que siempre vienes sin avisar... ¿Te sirvo algo?" – preguntó, dándole la espalda. 

No quería encontrarse aquellos ojos negros tan pronto... Apenas la noche anterior había estado llorando por él, y no se sentía capaz de mirarlo de frente aún. 

"¿Tienes algo de alcohol? Creo que eso me vendría bien..." – pidió, lo que venía a decirle era algo que quizás sonaría fuerte para ella. 

Pero necesitaba contárselo todo si quería pedir su consejo. 

"Uhm... ¿Alcohol?" - dijo llevándose el índice a los labios mientras pensaba – "Hay aquí un whisky desde hace mucho tiempo... ¿Servirá?" – preguntó, pensando en la enorme botella de vidrio que siempre había decorado su cocina, pero que jamás se había servido. 

No era fan de las bebidas alcohólicas, apenas si era mayor de edad, y aquello no había llamado jamás su atención. 

"Perfecto... Trae dos vasos y algo de hielo... Necesito que hablemos" – aquella frase sonó seria. 

Tragó grueso. 

Dos vasos. 

¿Quería que ella también bebiera? 

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora