Capítulo 90: "Me encantaría"

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"N-Naruto-kun..." – Alcanzó a pronunciar, y debió aclararse la garganta para continuar, pues las lágrimas rápidamente le distorsionaron la vista – "¡S-sí! Por supuesto que quiero"

Hinata se lanzó a sus brazos, y él le recibió, casi incrédulo, pero profundamente feliz. Ya le importaba un carajo si había calificado para la universidad o no. Ella estaría con él, fuese lo que fuese que dijera el tablero, y aquello era más que suficiente para él...



Sonrió, entre feliz y ligeramente desdichado, cuando vio en el tablero el nombre de su novia, pero no el suyo. Hinata, que había buscado primero el nombre de su novio sin percatarse de la presencia del suyo, le acarició el hombro con delicadeza, intentando animarlo.

Ella estaría con él de todos modos. El resto, ya no importaba. Aprovecharía la oportunidad y no se dejaría derrotar, conseguiría un trabajo de tiempo completo para costear lo que fuese necesario, y así lograr vivir con ella.

En un descuido de la chica, él le capturó ambas manos, y cuando sus ojos perlados se alzaron para mirarle con la interrogante en ellos, él se le acercó rápidamente para robarle un beso de los labios. Le soltó las manos y con sutileza, le rodeó la cintura, pegándola a sí mismo, en un intento por retenerla junto a él, deseando que nunca se fuera. Que nunca le dejara.

Hinata percibió este anhelo en el temblor de sus labios, y aprovechó la libertad de sus brazos para enredárselos alrededor del cuello, acercándolo a ella y profundizando el tímido beso, transformándolo en uno más íntimo, más intenso. Quería decirle con sus labios, sin palabras, que le pertenecía. Que jamás se iría de su lado. Que estaría con él para siempre.

Permanecieron abrazados un par de minutos que parecieron eternos, y se habrían quedado un poco más en aquella posición, de no ser porque el móvil en el bolsillo trasero del pantalón del rubio, comenzó a sonar de manera insistente.

Se dedicaron una breve sonrisa antes de separarse, en señal de añoranza por el futuro, y luego el chico echó mano a su celular. Frunció el ceño ligeramente cuando leyó el nombre del contacto.

"¿Qué quieres?" – preguntó, molesto porque fuera él quien le interrumpiera el momento.

"Aparte de idiota, malhumorado" – se burló de él al teléfono – "Sakura calificó para psicología en la universidad de Suna, y a mí me admitieron para leyes. No sabemos mucho de Karin y Suigetsu, pero lo averiguaremos. Pensamos en realizar una pequeña celebración hoy, y están invitados sean cuales sean sus resultados, ¿me oíste?"

El rubio no pudo evitar esbozar una media sonrisa. El maldito hijo de perra lo había conseguido y él no. Aunque en el fondo de su corazón, se regocijaba enormemente porque tenía a su chica.

"Cuenten con nosotros. Hay que celebrar también por Hinata; será una universitaria también el año que viene"

Y con aquellas simples palabras, el Uchiha comprendió que su amigo no lo había conseguido. Decidió no añadir nada más, solo la hora en que se reunirían y ya. Irían a universidades diferentes, probablemente se verían menos de ahora en adelante, de modo que quería asegurarse de pasar algo más de tiempo junto a ellos.

Además, quería apoyar a Sakura todo lo que pudiese. Debido a sus experiencias, pese a haber calificado para la universidad, sentía miedo y ansiedad. Había comenzado a pensar que no sería capaz de hacer amigas, que sería mala idea, y que quizás, debería postergar sus estudios para iniciar un año después, cuando estuviese mejor preparada.

NaruHina "La melodía de nuestro amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora