Naruto es un chico rebelde y problemático, acostumbrado a mantener un rendimiento bajo.
Hinata es una chica tímida y dulce, acostumbrada a vivir al margen de todo acontecimiento.
Pero ambos comparten un gusto especial por la música, y un talento que...
El rubio se quedó perplejo, mientras veía como la chica se alejaba y entraba en la casita. No contaba con que una amenazante mirada recaía sobre él...
A la mañana siguiente, y como todos los días, la peliazul se levantó, se duchó y se vistió. Preparó su bolso, su almuerzo y luego, desayunó. A las 7:00 en punto salió de su casa, como lo hacía cada mañana.
Un par de metros tras de ella, y también como cada mañana, un joven de larga y castaña cabellera caminaba, acompañado de una niña unos años menor, del mismo tono de cabello.
Faltaban aproximadamente 15 minutos de caminata para llegar al colegio, cuando un rubio divisó a la lejanía a la chica que buscaba. "Hinata-chaaaaaaaaan!!! Espérame por favor!" – gritó mientras comenzaba a correr para alcanzarla. La joven lo escuchó y volteó.
Se espantó en ese momento, sabía que no era bueno que la vieran con el rubio. Sonrió nerviosa y saludó al chico cuando este llegó a su lado. "B-Buen día Naruto-kun..." – le dijo. "Igual para ti Hinata-chan" – respondió con una sonrisa.
Comenzaron a caminar juntos, ella lucía nerviosa y el rubio lo notaba. Metros más atrás suyo las miradas parecían caer como cuchillos sobre ellos.
Por fin entraron al colegio y Hinata se sintió más relajada. "Qué sucede Hinata? Luces nerviosa...puedo ayudarte en algo?" – preguntó el rubio. Ella solo lo miró a los ojos, fijamente sin decir nada. Tenía unos ojos hermosos, pero su expresión parecía afligida, preocupada. Hizo un gesto para que el rubio la siguiera.
Salieron al patio principal y se sentaron al fondo, en un lugar solitario donde ella estaba segura de que nadie iba a oírlos. "Escucha Naruto-kun...hay muchas cosas que no sabes de mi...yo creo que eres mi amigo porque las desconoces...no querrías estar cerca de mi si las supieras todas..." – comenzó a decir ella. El chico tenía una expresión seria, lo que no quitaba que estuviese preocupado.
"Comencemos aclarando lo básico, ¿sí? Yo te hago una pregunta y tú la respondes de la forma que quieras ¿ok?" – sugirió él. Hinata preguntó a qué se refería con "de la forma que quieras" a lo que el rubio explicó: "Me refiero a que puedes elegir dos opciones para responder; la primera es explicar el por qué, darme una respuesta fundamentada, y la segunda, es bajar la mirada y guardar silencio...yo lo entenderé y te haré una pregunta diferente, de acuerdo?" – terminó. Ella asintió con la cabeza, tenía la mirada baja.
"Primera pregunta, ¿Qué te preocupaba esta mañana, cuando caminabas callada y lucías nerviosa y preocupada?" – preguntó. La chica guardó silencio unos minutos y tenía la mirada baja. El chico estuvo a punto de hacer otra pregunta, cuando ella por fin se decidió a hablar. "Caminando detrás de nosotros...venían mi hermana pequeña y mi primo mayor...y estaba preocupada de...que..." – se quedó en silencio. ¿En verdad iba a decirle el por qué? No fue necesario explicar, porque al instante una sombra se paró autoritaria delante de los dos.
"Uzumaki... ¿verdad?" – dijo el chico. El rubio ya estaba molesto. Algo debía pasar con ellos que hacía que Hinata se preocupara tanto. Corrió la mirada para ver a la chica y, comprobó que estaba asustada, temblaba, miraba a su primo con un terror que se veía en sus ojos. Se puso de pie justo en frente del castaño. "Sí, soy Naruto Uzumaki... ¿algún problema?" – preguntó. El chico hizo una falsa sonrisa y cerró sus ojos. Los abrió nuevamente y dijo: "Si...claro que hay un problema" – con voz ronca y enojada.
Hinata se puso de pie y se aferró del brazo del rubio, el cual se sorprendió. Pero aquello pareció solo molestar más al castaño. "¿y cuál es ese problema? Si gustas, lo arreglamos enseguida..." – amenazó tirando su mochila al piso. "Estas muy cerca de esta niña, acto que no puedo permitir..." – afirmó él. "Al menos dime el nombre de la persona a quien voy a patearle el trasero hoy..." – dijo el rubio, apartando a Hinata de su lado.
"Neji Hyuga...pero ya sabías de mí no? Ella ya te lo advirtió?" – preguntó. Antes de responder a la pregunta Naruto se aproximó a golpearlo en la cara, pero el Hyuga lo esquivó y atrapó su brazo. "Que descortés es ignorar las preguntas y recurrir a la violencia...pero ya que así lo quieres..." – exclamó y tomando a Naruto del brazo, le aplicó una llave y lo dejó caer al piso con toda su fuerza. "Naruto.kun!!" – gritó desesperada la joven, intentando detener al castaño...
~*Fin del Capítulo 4*~
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