Martina y Claudia habían quedado en ir a cenar a un restaurante bastante conocido de la ciudad. Martina estaba muy nerviosa. No sabía cómo iba a ir esa cena con esa chica. Aunque sí se olía que a la gogó le gustaba ella, como le había dicho ya Sofía. Aunque no podía sacarse de la cabeza a la profesora, tenía que reconocer que estaba algo confundida. No podía evitarlo.
Mientras, Marta llamó a Lorena por teléfono y como la vio tan apagada, le ofreció quedar con ella para ir a tomar alguna copa. Su amiga necesitaba animarse y ella iba a estar ahí para ella. Después de insistir mucho, finalmente Lorena le dijo que sí. Aunque no tenía ninguna gana de salir, pero si se quedaba en casa sola sabía que lo único que haría sería tirarse en la cama hasta el día siguiente.
Martina había quedado con Claudia en ir a buscarla a su casa. Ésta le dio su dirección y a la hora acordada ya estaba esperándola en la entrada de su casa.
Martina estaba trasteando con su móvil cuando alzó su mirada y vio a Claudia que lucía espectacular, con un vestido muy fresco, algo escotado, mostrando unas piernas kilométricas y muy bonitas. En ese momento Martina se dio cuenta de que tenía que haber anulado la cena con Claudia. En vaya lío se acababa de meter.
Claudia se metió en el coche y se acercó a darle un beso en la mejilla a Martina. Ésta no se podía casi ni mover. A parte de estar preciosa, su cuello desprendía un perfume capaz de atormentar a cualquier ser humano. Para el gusto de Martina, la morena olía delicioso.
-Hola Martina... Qué puntual eres. Por cierto, estás muy guapa.
Martina llevaba una blusa ajustada y unos jeans algo raídos. En comparación con Claudia, iba de cualquier manera.
-Vaya, en realidad la que va guapísima eres tú. A tu lado no sé qué es lo que parezco...
-Ya será para menos. Tú siempre luces bien. Tienes tú propio estilo, y tengo que reconocer que a mí me gusta mucho.
Martina le sonrió mientras arrancaba el coche, y condujo hasta el centro de la ciudad. Le era casi imposible sacar sus ojos de las piernas de Claudia. Sus muslos asomaban debajo del vestido y se podía ver que esa mujer tenía cuerpo de modelo, aunque a decir verdad, ya la había visto en ropa muy ligera en la Modo, y sí, tenía un cuerpo que incitaba a pecar…
Después de dar varias vueltas para buscar aparcamiento, consiguió aparcar el coche y se dirigieron al restaurante en el que habían reservado. Claudia iba muy pegada a Martina. Quería sentirla cerca. Si Martina había accedido a cenar con ella, una mínima posibilidad de tener algo con ella existía, así que no podía estar más contenta de que Martina le hubiera dado la oportunidad de conocerla.
La cena fue bastante distendida, con charlas y risas muy agradables entre ellas. Además Claudia tenía unos ojos verdes preciosos y Martina ya se había perdido en ellos unas cuantas veces. Era imposible evitarlo. Y Claudia se dio cuenta de ello. Las miradas que Martina le echaba le indicaban que la castaña sí la deseaba. Sólo le faltaba preguntarle qué tenía con aquella mujer que le llamó la atención por liarse con ella en la Modo. Y por la que luego se fue dejándola tirada en la discoteca. Pero sabía que si la mencionaba quizás Martina se cerrara en banda y acabara echando a perder la cita que estaba teniendo con ella.
Cuando salieron del restaurante, Claudia se atrevió a pedirle a Martina que le diera un abrazo, pues había refrescado y ella tenía algo de frío. Martina dudó si dárselo o no, hasta que acabó cediendo.
Marta y Lorena iban caminando por la calle cuando Marta divisó de lejos a su sobrina. Y se lo hizo saber a Lorena, la cual iba absorta en sus propios pensamientos y no se dio cuenta de que tenía a Martina a unos pocos metros de distancia. Pero cuando miró hacia donde le dijo Marta, empezó a sentir cómo el estómago se le cerraba de golpe. Joder, ¿Qué hacía Martina abrazando a esa chica tan llamativa? Y conforme se acercaban a ellas, la profesora palideció cuando vio quién era la acompañante de Martina. No tenía ninguna duda de que esa chica era la guapa gogó de ojazos verdes con la que se lió Martina. ¿Y ahora Martina la consideraba su amiga?.
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Detrás de la coraza (3°Historia)
RomanceMartina, una ruda, rebelde e impulsiva joven, que se dedica al boxeo para canalizar sus impulsos agresivos, y que tiene sexo esporádico con la primera mujer que se le insinúa porque es incapaz de comprometerse con alguien, comienza un nuevo curso de...