Ya en el despacho, Lorena estuvo esperando unos minutos a que llegara José. Éste no tardó mucho en aparecer.
-Hola Lorena, ¿Qué tal?¿Mejor?¿Pudiste descansar el fin de semana?
Lorena sonrió para sus adentros. Sí pudo descansar el fin de semana pero también pudo disfrutar y gastar calorías con Martina.
-Pues sí he descansado sí...Me ha venido muy bien, la verdad. Lo necesitaba..
-Me alegro, Lorena. Es verdad que te ha debido de sentar muy bien porque hoy luces muy bien. Estás espléndida.
-Gracias, José.
-Te quería preguntar si esta semana te apetecería salir a cenar, una noche, la que quieras.
Lorena vio el momento de pararle los pies a José. Si no lo hacía, el profesor no iba a cesar en el intento de querer salir con ella, y a Lorena ya la estaba agobiando que cada dos por tres él quisiera invitarla. No quería que él se hiciera ilusiones de ningún tipo. Así que decidió ser sincera con él.
-Mira José, creo que ha llegado el momento de decirte algo. Me gusta otra persona. Y si volvemos a quedar tú y yo, será como amigos, como nada más. Lo siento.
-¡Vaya!,no me esperaba que estuvieras interesada en otra persona. ¿Lo conozco?,¿Es de la Universidad?- José se quedó de piedra cuando Lorena le dijo eso.
-Da igual de donde sea, José. Eso no importa. La verdad es que quiero intentarlo con esa persona porque me gusta mucho.
-¿Pero él te corresponde?.
-Sí, soy correspondida-No quiso entrar en detalles si era él o era ella la persona que la correspondía.
-Está bien, entonces quedemos como amigos. Si te parece bien, claro.
-Si, ya te he dicho que como amigos podemos quedar a tomar algo. Y así hablamos también de la universidad.
-Me parece bien. Que por cierto, dentro de poco es la fiesta de la facultad. Podremos tomarnos algo juntos, ¿No?.
-Por supuesto que sí, José. Cuenta con ello.
Los dos profesores estuvieron hablando un rato más hasta que José se tuvo que ir a dar una clase. Se fue bastante decepcionado y desanimado. No entendía que Lorena sintiera algo por alguien y no se lo hubiera dicho hasta ahora.¿Cuándo lo había conocido?¿Y dónde?, si a él le constaba que la profesora salía más bien poco. No se esperaba que Lorena estuviera pillada por alguien, y eso lo dejó muy trastocado. Lorena, en cambio, se quedó tranquila por haber sido sincera con su compañero. Así ya no insistiría más para salir con ella.
Cuando Lorena se metió en el coche para ir a su casa, recibió un mensaje de un número desconocido y cuando vio que no conocía el número, se puso tan nerviosa que el teléfono móvil se le cayó de las manos. Estuvo unos minutos agarrando con sus manos el volante mientras lo apretaba con tanta fuerza que los nudillos los tenía blancos de la presión que estaba ejerciendo sobre él. Incluso comenzó a hiperventilar. Contó hasta que se pudo relajar un poco y cuando por fin su respiración comenzaba a ser algo normal, buscó el teléfono por dónde se le había caído y se animó a leer el mensaje. En efecto, era de Marcos.
"Lorena, estás agotando mi paciencia. Todo tiene un límite. ¿Quién cojones es esa chica con la que te refrotas tanto? Acaso es sobrina de Marta?Verás qué contenta se pondrá Marta cuando sepa que te acuestas con su sobrina...Porque si aún no lo sabe por ti, tranquila, lo sabrá por mí. Yo te ayudaré a contar tu gran secreto, ya que tú no has tenido aún narices para decirlo. Te lo advertí. Si hubieras vuelto conmigo nada de ésto estaría pasando. Te juro que voy a hacer de tus días un infierno. Tú lo has querido. Ahora me vas a ver en las malas. Estás sacando lo peor de mí y ésto acaba de empezar".
Lorena dejó caer de nuevo el teléfono. No se podía creer lo que había leído en el móvil. Era imposible que a ella le estuviera pasando algo así. Se echó a llorar y no logró parar hasta que ya no le quedaban lágrimas por sacar de sus ojos. En su vida había llorado tanto. Estaba totalmente paralizada y destrozada. No podía moverse del coche. Poco a poco iba siendo consciente de que iba a perder a Marta cómo amiga y a Martina como amante. Marta no iba a querer saber nada de ella y por ello tendría que dejar de verse con Martina. Su vida se había acabado en ese mismo instante. Sin el apoyo y la amistad de Marta, y sin el amor de Martina, no sabía de dónde iba a sacar el valor suficiente para seguir adelante.
Al cabo de una hora por lo menos, consiguió poner el coche en marcha y se dirigió a su casa dando tumbos con el coche. Nada más llegó, sin ni siquiera cambiarse de ropa, se tiró en la cama y se colocó en posición fetal. No quería moverse y no quería saber nada de nadie, de hecho apagó el teléfono para que nadie la pudiera molestar.
Martina le mandó algún mensaje que otro diciendo que la echaba de menos y que la quería, y como vio que no obtuvo respuesta pasadas por lo menos dos horas, se decidió por llamar a Lorena. La joven se sorprendió cuando el teléfono lo tenía apagado o fuera de cobertura. Cómo estaba con Sofía en ese mismo momento, le hizo saber a su amiga la preocupación que tenía por la profesora.
-Sofia, estoy preocupada por Lorena. Le he escrito hace dos horas y no me contesta. Y ahora la llamo y debe tener el teléfono fuera de cobertura...¿Estarás bien?.
-Martina, por favor, que tiene veintiocho años, no catorce. Déjala vivir un poco anda.
-Sofía, no son celos lo que estoy sintiendo ahora. Yo confío en ella porque me ha demostrado que me quiere. Estoy preocupada por ella...Nunca tarda tanto en mirar el móvil. Y encima lo tiene apagado. A ver si ha vuelto su ex...
Sofía se puso seria. Ya no le hizo más bromas a su amiga.
-Bueno, a ver, pongámonos serias. Esperate un tiempo más y si ves que sigue con el móvil apagado o no te contesta, vete a verla a su casa.
-Está bien. Sólo espero que ella esté bien y simplemente se haya quedado sin batería.
-Es otra opción. No pensemos mal, Martina. Que Lorena sabe cuidarse.
-Si, sabe cuidarse pero si ese malnacido quiere hacerle algo, se lo hará. No le he preguntado a Lorena sí ha vuelto a tener noticias de él. Tal vez le tuve que haber preguntado.
-Bueno Martina, a toro pasado se ve todo mucho más claro. Date un poco de tiempo y si ves que no da señales de vida, entonces muévete tú.
-Vale. Eso mismo voy a hacer. Pero quédate conmigo porque ahora estoy nerviosa pensando en ella.
-Sí, tranquila, no pensaba moverme de tu lado. ¿Acaso te he dejado tirada alguna vez que me has necesitado?.
-No, Sofía, de hecho eres una amiga como pocas. Nunca, nunca, me has dejado tirada. Y por eso te quiero como te quiero.
-Gracias cariño. Tú tranquila que verás que Lorena estará bien. Seguro. Seamos positivas.
Lo que Martina no sabía es que las cosas entre ella y Lorena se iban a poner peor que nunca. A Martina le iba a costar mucho levantar cabeza después de lo que iba a pasar entre ella, su tía y Lorena.
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Detrás de la coraza (3°Historia)
RomanceMartina, una ruda, rebelde e impulsiva joven, que se dedica al boxeo para canalizar sus impulsos agresivos, y que tiene sexo esporádico con la primera mujer que se le insinúa porque es incapaz de comprometerse con alguien, comienza un nuevo curso de...