Capítulo 78. Los nervios de Martina

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Pasaron los días y las dos mujeres aprovechaban todo el tiempo que podían para estar juntas. Sólo en la universidad se mostraban algo frías la una con la otra para no llamar la atención de nadie. 

Sofía estaba encantada de ver así a su mejor amiga. Sabía todo lo mal que lo había pasado con el tema de sus padres y ahora verla rebosar tanta felicidad al lado de Lorena la tenía muy contenta. Las dos se dirigieron a la cafetería de la facultad y Martina aprovecharía para comentarle algo a su amiga acerca de su relación con Lorena.

-Sofía, coge mesa que yo voy a pedir. Lo de siempre, ¿No?.

-Sí. Gracias.

Martina no tardó mucho en regresar con las bebidas y algo para comer para las dos. 

-Bueno, Martina, desembucha. ¿Qué quieres contarme?¿No habrás dejado embarazada a la profesora?.

-¡Qué tonta eres, Sofía! Déjate de bobadas y escucha lo que te quiero decir. Verás, quiero formalizar mi relación con Lorena. Quiero comprarle una alianza que simbolice nuestro amor, y lo quiero hacer en mi casa, con mis hermanos y mi tía. ¿Qué te parece?¿Crees que Lorena aceptará?

-Vaya, pues claro que va a aceptar, sólo hay que verla cuando está contigo. Desprendeis una alegría las dos muy contagiosa. Y sí, me parece muy buena idea. ¿Y para cuándo quieres hacerlo?. Te puedo acompañar a comprar la alianza. 

-Necesitaré la ayuda de mi tía. Le quiero pedir que invite a Lorena a mi casa a cenar, ¿el viernes?.

-Perfecto. Cuenta conmigo. Y después de las clases vamos a buscar esa divina alianza. 

-Estoy nerviosa, Sofía. Es la primera vez que hago algo así. Y no sé qué puede pensar Lorena al respecto.

-Martina, déjate llevar. Estoy segurísima que ella también quiere formalizar lo que tiene contigo. 

-Gracias por los ánimos. Y espero que así sea. Voy a escribirle a mi tía. 

Mientras comían, Martina le escribió a Marta, y por supuesto, a ésta le pareció una buena idea lo que le dijo su sobrina. Así que no tardó en llamar a Lorena e invitarla el viernes a cenar en casa de Martina. Lorena se quedó pensando en por qué la había invitado su amiga a casa de la joven, pero aunque estaba algo nerviosa, se alegró porque estaría con los hermanos de Martina, con Marta, y cómo no, con Martina. No veía mejor plan que ese.  

Esa misma tarde Sofía acompañó a Martina a comprarle una preciosa alianza a Lorena acorde a ella, así que la joven no escatimó en gastos y se dejó un dineral en dicha alianza. Quería llamar la atención de su profesora y quería algo que estuviera a su altura. 

Los días fueron pasando despacio y Martina estaba más nerviosa que de normal por lo que iba a pasar el viernes por la noche. Sus hermanos iban a conocer a su "novia" y no tenía ni idea si Lorena aceptaría su petición. Igual salía de su casa corriendo. Pensar en eso, le producía muchos nervios en el estómago. Durante esa semana la joven se sentía muy insegura de sí misma. Y se llegó a replantear si había hecho bien comprando la alianza. Menos mal que contaba con el apoyo de Sofía ya que ésta la llevó por el buen camino de confiar plenamente en sí misma, porque sabía a ciencia cierta que Lorena quería exactamente lo mismo que su amiga. No tenía la menor duda de eso. Nunca había visto a una pareja destilar tanto amor como lo hacía su amiga y su profesora, y sabía que éstas dos iban a acabar juntas. No había otra. 

Por fin llegó el viernes por la noche. Lorena notó rara y nerviosa a la joven durante toda la semana pero atribuyó esos nervios a la cena que iban a tener en su casa. Igual para la joven no le resultaba fácil presentarla a sus hermanos como alguien más que una simple amiga. Porque esperaba que les dijera que era su pareja. Estaba algo ansiosa de ver cómo se lo tomaban éstos. 

Esa noche se encargó Marta de preparar la cena en casa de su sobrina.  Porque ésta estaba de los nervios con el paso que iba a dar con Lorena. Cuando ya estaba a punto de llegar Lorena, entraron a la cocina Sofía y Martina. Éstas habían ayudado a Marta a preparar todo. 

-Tía, me gustaría decirte algo. Quiero saber tu opinión. 

-Dime Martina. Oye, ahora no te echarás para atrás, ¿Verdad? Porque Lorena debe estar al caer. 

-No, que va. No es eso. Verás...Le voy a pedir que sea mi novia formal, pero le voy a dar una alianza. 

-¿Qué? ¡Qué callado te lo tenías!. ¿Sabías algo, Sofía?, bueno, qué pregunta más tonta. A ver, enséñamela para que te dé el visto bueno. 

-Bueno tía, ya es tarde para que me des el visto bueno. Y sí, te la enseño, la llevo en el bolsillo. 

-Martina, conociéndote, llevarás con la maldita sortija pegada a ti desde que la compraste-Le dijo Sofía burlándose de ella. 

-Bueno, sí, quiero que la alianza pase de mí a ella directamente. Para mí significa mucho esta alianza con Lorena. Es la primera vez que me enamoro y espero que sea la última.

-Uy, que bonito y cursi a la vez, cariño. La verdad es que yo no tengo ninguna duda de que estáis hechas la una para la otra. Venga, muéstramela y no te hagas de rogar.

Martina sacó una cajita de su bolsillo y se la mostró a su tía.

-¡WoW, Martina!Pero si además tienes un gusto exquisito. Es finísima y delicada, como Lorena. Le va a venir como anillo al dedo jaja y nunca mejor dicho. En serio, es preciosa, le va a encantar. No creo que se espere lo que le espera esta noche. Y Martina, para ser tan jovencita la verdad que tienes las cosas muy claras y eso me encanta. A parte de lo detallista que eres.

-Gracias tía. Y sí, con una mujer de la talla de Lorena, ¿Cómo no voy a tener las cosas claras? Es una mujer espectacular y la quiero a mi lado. Así que no estoy ni para perder tiempo ni para hacer el tonto. Que si me despisto un poquito viene alguien y me la quita. 

-Cariño, nadie te va a levantar a Lorena. Está totalmente enamorada de ti. La conozco y nunca antes la vi tan feliz y enamorada como la veo ahora. Ya ves la pobre, tuvo que irse fuera para que Marcos la dejara tranquila, y ni aún así. Contigo sé que Lorena ha ganado mucho. Y lo mejor es que Marcos ya no va a dar más mal, por fin está donde tenía que estar hace mucho tiempo-Tal cual dijo eso Marta se dio cuenta que había metido la pata. 

-¿Qué? ¿Es que le dio más mal a Lorena?-Preguntó Martina algo nerviosa. 

A Marta no le quedó otra que decirle la verdad. Sofía estaba expectante esperando lo que iba a decir ésta. 

-Sí, Martina. Hubo un día que la asaltó en la calle y menos mal que había unos señores que pasaban por ahí y la pudieron ayudar. 

A Martina le empezó a invadir la ira.  

-Joder, tía, ¿Y me tengo que enterar ahora?¡Qué cabreo llevo, dios!.

-Martina, si no te lo han dicho sería por algo…-le dijo Sofía a su amiga intentando tranquilizarla. 

-Ya, Sofía, pero mientras yo estaba por ahí con Claudia, a Lorena la estaba asaltando ese cabrón.

-Martina, escucha. ¿Qué hubieras hecho una vez que ocurrió eso?¿Hubieras ido a por Marcos?. Ahora estarías en la cárcel al igual que él, y Lorena estaría llorándote a todas horas porque no estaría a tu lado, y para verte tendría que ir a la cárcel. ¿O no te das cuenta?. Hicimos lo correcto. Y gracias a eso, hoy le vas a pedir a la mujer de tus sueños que sea tu novia.

Martina pensó en lo que acababa de decir su tía y a pesar de lo que le dolió saber que Lorena había pasado ella sola por otra agresión y, mientras la ira invadía todo su maldito cuerpo, sabía que su tía tenía razón. Así que aún con todo el dolor que tenía dentro pensando en lo mal que lo debió de pasar Lorena, se acercó a su tía y la abrazó. 

-Gracias tía. Tienes razón. Gracias a no decírmelo, sí, hoy voy a ser la mujer más feliz del mundo si Lorena me dice que sí. 

-Así me gusta, Martina, que seas más racional que impulsiva. Ya iba siendo hora de que cambiaras eso. Estoy muy orgullosa de ti.

Sofía se acercó a ellas y se unió al abrazo. Ella se sentía una más de la familia. Y cuando llevaban un tiempo abrazadas, tocaron al timbre haciendo que se sobresaltaran las tres mujeres. Tenía que ser, cómo no, la invitada de honor que todos estaban esperando. 

Detrás de la coraza (3°Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora