Cuando Martina llegó a casa, iba a escribirle a Lorena pero se entretuvo con sus hermanos y al final se le pasó hacerlo. Después de cenar con ellos, ayudarles en sus tareas escolares, y acostar a Diego, se fue a su habitación muy cansada de no haber parado en todo el día.
Ya tirada en su cama, iba a escribirle por fin a la profesora cuando le llegó un WhatsApp de un número desconocido. Era Claudia.
"Hola Martina. ¿Qué tal acabaste tu tarde con el dichoso trabajo que te mandaron?.
Martina no se esperaba que Claudia hubiera tardado tan poco en escribirle.
"Hola Claudia. Pues lo llevamos bastante avanzado. Así que bien. ¿Y tu tarde con tu amiga, bien?"
"Sí, mi tarde como siempre. Pero si te soy sincera, hubiera preferido estar contigo a estar con mi amiga…".
Cuando Martina leyó el mensaje de Claudia, se puso nerviosa y acabó tragando saliva.
"Vaya, Claudia. No sé qué decirte...No me esperaba que fueras tan directa".
"Sí no sabes que decirme...Dime que sí a quedar mañana para cenar conmigo"..
"Es que mañana ceno con mis hermanos…"
"Vamos, Martina. Me voy a portar muy bien contigo. Sólo quiero invitarte a cenar. Charlaremos, nos reiremos un rato y luego cada una irá para su casa. ¿Qué te parece?".
Martina estuvo pensándolo durante unos segundos, hasta que finalmente le dijo que sí. Por ir a cenar con ella no tenía por qué pasar nada. O eso esperaba ella.
A la mañana siguiente, ya en la universidad, Martina esperaba ver a Lorena. No tenía clase con ella pero seguro que la vería por la facultad. Y si pasaba la mañana y aún no la había visto, tal vez fuera a su despacho con alguna excusa y así podía estar aunque fuera unos minutos con ella.
Esa mañana Lorena se levantó de la cama sin ganas de nada. El mensaje que había recibido de Marcos la había dejado muy trastocada. Y aunque tenía muchas ganas de ver a Martina, le podía la desgana que sentía en ese momento. No sabía cómo iba a hacer frente a su ex, ni sabía realmente si éste sería capaz de llevar a cabo sus amenazas, y tenía que reconocer que estaba muerta de miedo. Nunca se esperó estar viviendo una situación parecida. Y el no saber cómo iba a acabar dicha situación le hacía sentir un miedo y un bloqueo incontrolable. Ella sabía que Marcos era lo que quería provocar en ella para así tenerla bajo control.
Cómo estaba decaída, se vistió con lo primero que encontró. Unos vaqueros ajustados y un suéter también entallado que le realzaba su bonita figura. Eso sí, se puso algo de tacón. Esa mañana no estaba para llamar la atención de nadie. Se tomó café y unas tostadas y se fue para la universidad.
Martina se encontró en la cafetería con Sofía. Tenían una hora libre antes de la siguiente clase.
-Hola guapa, ¿Preparada para la clase de hoy?.
-No jaja. ¿Cuándo estamos preparadas para las tediosas clases a las que tenemos que acudir?.
-Bueno Martina, en realidad nadie nos obligó a estudiar ésto…
-Sí, lo sé. Tienes razón. Pero eso no quita que haya asignaturas que son un asco. Ves, las que da Lorena lo son, pero se salvan que es ella la que nos las imparte. Sino serían asquerosas.
-Sí, en eso te doy la razón. A parte de darnos la clase una profesora buenorra hay que reconocer que aunque es estricta, es buena dando la clase.
-Sí, yo me quedo con lo de buenorra. Por cierto, tengo que contarte algo. Ayer por la noche me escribió Claudia…
-¿En serio?¿Y qué quería?,joder, yo pensé que tardaría más en escribirte. Te dije que a esa chica le gustabas, y se nota que mucho.
-Pues...Hemos quedado esta noche para cenar. Ella me insistió, así que finalmente le dije que sí.
-Uf Martina, no quiero meterme donde no me llaman, pero creo que la has cagado. Esa tía quiere algo contigo. Y no sé si tú vas a ser capaz de rechazarla. Y para evitar tentaciones, lo mejor sería que no quedaras con ella.
-Sofía, a ver, tampoco hago nada malo por quedar con ella para cenar. En realidad no estoy saliendo con Lorena. No sé qué es lo que tenemos, pero no nos debemos fidelidad ni nada por el estilo. Tengo sólo diecinueve años y quiero disfrutar de la vida.
-Está bien, tú decides qué hacer. Yo ya no te diré nada más. -Sofía no quería discutir con Martina. Sabía perfectamente que de tener algo con esa chica, su amiga acabaría arrepintiéndose si con eso podía perder a la profesora. Nunca antes la había visto sentir tanto por alguien como lo que sentía por Lorena. Quizás Martina comenzaba a agobiarse con la profesora, o simplemente como era inexperta en tema de relaciones, no sabía cómo hacerlo con Lorena. Tal vez fuera momento de dejar a su amiga descubrir por sí sola como debía comportarse con la profesora o con la otra chica. También tenía derecho a equivocarse si finalmente acababa tomando una mala decisión. Ella lo único que tenía que hacer era estar ahí para su amiga, tanto si salía todo bien como si salía mal.
Al poco rato de estar en la cafetería, apareció Lorena con un semblante muy serio. Parecía muy apagada e incluso triste. Martina no entendía por qué la profesora lucía así. También le llamó la atención que a pesar de estar muy guapa por cómo iba vestida, esa mañana no iba tan arreglada como de normal. Estaba claro que a Lorena le ocurría algo.
Lorena pidió un café con un croissant y se sentó en una mesa apartada. Ni se percató de la presencia de Martina. Ésta ya empezaba a preocuparse por la actitud de la profesora. Por lo que la joven le dijo a Sofía que iba a hablar con Lorena y que ahora vendría. Total, no pasaba nada por simplemente hablar con una profesora.
-Hola profesora…¿Puedo hablar con usted?
Lorena alzó su mirada y sólo pudo sonreír cuando vio que era Martina la que quería hablar con ella.
-Hola... Sí, claro, siéntate.
-Profesora…¿Está usted bien?. La noto algo decaída.
-Si, Martina, estoy bien. Sólo un poco cansada, hoy dormí mal. Sólo es eso.-Tuvo que mentirle a la joven. Ni quería ni podía decirle qué era lo que tanto la preocupaba.
-Está bien...Espero que de verdad sólo sea eso.
-Por cierto, Martina, ¿esta noche tienes plan? Porque me apetece quedarme en casa viendo alguna película. Por si te apetece cenar conmigo pizza y unirte al plan de la película….
Mierda, ¿Ahora cómo le iba a decir que había quedado con Claudia, la gogó con la que la vio liarse?.
-Yo...Tengo un plan para esta noche.
-Vaya. ¿Tu plan es cenar con tus hermanos?.
-No...He quedado con una amiga para cenar.
-¿Con Sofía?¿O con Carmen?.
-No, con otra amiga.
-Ah, está bien. Perdona por estar insistiendo tanto. Me apetecía mucho pasar tiempo contigo. Pero tranquila, otra noche será.- Lorena necesitaba sentirse protegida entre los brazos de Martina. Necesitaba estar con ella. Estaba teniendo una mañana de mierda y sabía que el resto del día iba a ser más de lo mismo. No contaba con que justo esa noche la joven hubiera quedado con una amiga.
-Lo siento profesora...Justo hoy no puedo.
-Tranquila. No será por noches…-Le dijo Lorena con la voz algo apagada.
Al instante la joven se sintió mal por dejar tirada a Lorena. Además parecía que algo la estaba atormentando aunque Lorena no quisiera reconocerlo. Pero ya había quedado y no iba a cancelar la cena con Claudia. Aunque por otro lado tenía muchas ganas de estar con Lorena en su casa, pero como la profesora había dicho, ya tendrían más noches para compartirlas. Lo que no tenía el ánimo para decirle quién era la "amiga" con la que había quedado. Seguro que si le decía que la supuesta amiga era la chica con la que la vio besarse en la Modo, acabaría mandándola a la mierda, y Martina no estaba preparada para que eso sucediera.
ESTÁS LEYENDO
Detrás de la coraza (3°Historia)
RomanceMartina, una ruda, rebelde e impulsiva joven, que se dedica al boxeo para canalizar sus impulsos agresivos, y que tiene sexo esporádico con la primera mujer que se le insinúa porque es incapaz de comprometerse con alguien, comienza un nuevo curso de...