Capítulo 63. Las dudas de Martina.

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Martina se levantó esa mañana sudando más de la cuenta. A lo largo de la noche había soñado varias veces con su profesora. Habían sido sueños recurrentes donde la profesora se casaba con otra persona y Martina se quedaba con el corazón totalmente roto. Joder, parecían tan reales que la joven se quedó bastante trastocada. Aún le costó levantarse de la cama porque no había descansado bien, y encima tenía en su cabeza a la maldita profesora. Esa misma mañana decidió que sí se pasaría por la noche por casa de su tía. Felicitaría a Lorena y luego se marcharía a casa de Claudia.

La joven pasó todo el día bastante nerviosa. Estaba histérica de sólo pensar que iba a volver a ver a Lorena, y fuera de la Universidad, seguro que la mujer lucía espectacular y seguro que se pondría nerviosa cuando la tuviera enfrente. Como necesitaba relajarse un poco, decidió llamar por teléfono a Sofía.  

-Eh, Sofía, qué haces. 

-Qué pasa Martina. ¿Te ocurre algo? Te noto como nerviosa.

-Joder, como si me hubieras parido tú…

-Hombre, parirte no...Pero llevar contigo tantos años como para saber que te ocurre algo…

-Te cuento. Sí, he pasado una noche horrible, he soñado mucho con Lorena. Hoy es su cumpleaños y mi tía me ha dicho que me pase por su casa para felicitarla. Porque le van a hacer una cena de cumpleaños, mi tía y Víctor y Álvaro.

-¿Y qué pintas tú ahí si ya va a estar Álvaro?.

-Aunque te sorprenda, mi tía me ha dicho que tal vez pinte yo más que Álvaro. 

-¿Eso te ha dicho?, Vaya, me sorprende viniendo de tu tía. Tal vez se haya dado cuenta que es mejor ver a su amiga feliz que verla amargada por estar separada de su gran amor. 

-¿Pero qué estás diciendo, Sofía?, Yo no soy su gran amor…

-Vale, lo que tú digas. No lo eres. Entonces lo será Álvaro, que como Marta ha dicho, pintas más tú que él. Joder Martina, tu tía te lo ha dicho por algo…¿no crees? 

-No me líes, Sofía, por favor, que bastante tengo yo ya. He pensado que si, que me pasaré por casa de mi tía y la felicitaré. Y luego me iré donde Claudia. 

-Ah, es verdad, que hoy duermes con Claudia. 

-No voy a dormir con ella.. Solo veremos una película. 

-Claro, y después de la película jugareis con sus muñecas...En fin. Que no tenemos doce años. Seguro que luego follais y te quedas a dormir con ella, si sus padres no van a estar en todo el fin de semana. 

-No me quedaré a dormir con ella.

-¿Y quién está diciendo que te quedes a dormir con ella?

-Pues no haré nada con ella.

-No digas tonterías, Martina. Se supone que estás conociéndola. Sois las dos adultas.

-Si, lo sé. Bueno, ya veré qué hago. Tengo la cabeza que me va a explotar, entre lo poco que he dormido y que no me quito a Lorena ni aún queriendo de mis pensamientos.

-Ya. Bueno, pues ve a verla donde tu tía. ¿Pero quieres que te acompañe yo? ¿o prefieres ir sola?.

-Tranquila. Iré sola. La felicitaré y me iré. Será lo mejor. 

-Vale. Si necesitas que vaya o acuda a casa de tu tía, me llamas. Ya sabes que estoy a tu disposición.

-Lo sé. Muchas gracias. Espero no tener que llamarte para nada. 

-Sí, si no me llamas es que habrá ido bien la cosa. Yo estaré con Carmen. 

Después de estar hablando un rato más, colgaron la llamada y Martina sólo pudo suspirar pensando en lo que le esperaba esa noche. 

Al poco de haber hablado con Sofia, recibió un mensaje de WhatsApp de Claudia recordándole que la esperaba sobre las 10pm en su casa y que si quería podía traerse un pijama. Cuando Martina leyó eso tragó saliva. Joder, Claudia quería correr y ella no estaba dispuesta a ir tan rápido con ella. Tenía que reconocer que era una chica preciosa y que de haberla conocido antes que a Lorena por supuesto que se hubiera llevado su pijama a su casa, pero ahora que sentía lo que sentía por Lorena, no tenía nada claro querer intimar con Claudia. 

Por la tarde, Lorena no sabía qué ponerse para ir a la cena en casa de Marta. Sabía que ésta había invitado a Víctor y a Álvaro, pero si se arreglaba demasiado podía ser contraproducente para ella con respecto a Álvaro. Aunque cabía la posibilidad de que Martina fuera, porque Marta se lo dejó caer.  Entonces, quizás mereciera la pena arreglarse aunque fuera un poco, porque de forma inconsciente quería llamar la atención de la joven. Lo que ella no sabía es que se pusiera lo que se pusiera, siempre estaría preciosa para Martina.  

Detrás de la coraza (3°Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora