Capítulo 48. Tarde de domingo

2.9K 235 43
                                    

Lorena se presentó al poco tiempo en casa de Martina. Antes de tocar a la puerta respiró hondo e intentó controlar lo feliz que estaba porque iba a ver a Martina e iba a pasar la tarde con ella. Le daba igual que estuviera Marta y los hermanos de Martina. Pero tendría que intentar que Marta no viera nada raro entre ellas.  

-Eh, guapa, me alegro que me hayas escrito. Así nos vemos, aunque sea en casa de mi sobrina. A ella no le importa que vengas -Le dijo Marta a su amiga. 

-Yo también me alegro de que a Martina no le importe. Sabes, si paso mucho tiempo sola en casa se me da por pensar en Marcos, y no quiero. Una tarde de domingo se puede hacer muy larga estando sola. La verdad es que me da algo de miedo que se presente cualquier día de éstos.

-Te entiendo Lorena pero piensa en denunciarlo. Yo te acompaño, ya lo sabes. Ese tío no parará hasta que consiga lo que él quiere. 

-No pienso volver con él. Sería lo último que haría en esta vida. 

-Claro. Antes que volver con ese imbécil es mejor quedarse sola. 

Justo apareció Martina de la nada, quería saludar a su profesora. 

-Hola profesora, ¿Qué tal?. 

Lorena se quedó de piedra cuando vio a la joven con una camiseta corta que dejaba ver parte de su abdomen y un short corto que le quedaba de maravilla marcándole un duro y firme trasero y unas piernas que la estaban invitando a tocarlas y acariciarlas durante horas o días enteros. Joder, ¿Cómo se ponía ese conjunto estando ella delante?.

-Ah, hola, Martina- Intentó no mirarla con deseo, pero le costaba horrores no hacerlo- Oye, gracias por permitirme venir a tu casa. La verdad es que no me apetecía estar sola en casa esta tarde de domingo - Le contestó Lorena con una maravillosa sonrisa de las suyas. Martina estaba más que encantada de que esa mujer estuviera en su casa. 

-Chicas, se me ocurre ver una película juntas, ¿Os apetece?¿O vamos al jardín a tomar algo?.

-Yo voto por ver película. La tarde es larga, luego podemos tomar algo- contestó Lorena.

-Tía, ¿Os importa si os acompaño?

-Claro, Martina, contamos contigo. Ya tienes edad para ver las películas que nosotras vemos, ¿Verdad, Lorena?.

-Sí, vayamos las tres a verla. 

Se dirigieron las tres al salón. Mientras Marta elegía la película, Lorena y Martina salieron al jardín. Lorena quería saludar a los sobrinos de Marta. 

-Eh chicos, ¿Cómo estáis?¿disfrutando del fin de semana?

-Hola Lorena, sí, aquí con mi tía y Martina. Mejor no podemos estar- contestó Cristina.

-Estoy contigo, Cristina- le dijo Lorena a la joven sin poder dejar de mirar a Martina. Lo que daría ahora por estar a solas con ella...Se estaba volviendo loca de sólo pensarlo. Tanta proximidad la estaba poniendo muy nerviosa. El tenerla al lado y no poder ni tocarla…Y a Cristina esas miradas que se echaban las dos mujeres, no le pasaron desapercibidas. 

Martina estaba igual que su profesora. El corazón le latía más deprisa que de normal al tener a esa mujer tan cerca. No lo podía evitar. Y también, al igual que Lorena, pensaba en tenerla sólo para ella, entre cuatro paredes y en una cama, para poder hacer con ella todo lo que tenía en mente hacerle. 

-Chicas, ya está la película puesta..¿Venís?

Se sentaron las tres mujeres cerca una de la otra. Martina se pegó a su tía, ya que la película era de terror y a ella le gustaba pegarse a quien tuviera al lado si la película le daba miedo. 

Detrás de la coraza (3°Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora