Lorena se presentó al poco tiempo en casa de Martina. Antes de tocar a la puerta respiró hondo e intentó controlar lo feliz que estaba porque iba a ver a Martina e iba a pasar la tarde con ella. Le daba igual que estuviera Marta y los hermanos de Martina. Pero tendría que intentar que Marta no viera nada raro entre ellas.
-Eh, guapa, me alegro que me hayas escrito. Así nos vemos, aunque sea en casa de mi sobrina. A ella no le importa que vengas -Le dijo Marta a su amiga.
-Yo también me alegro de que a Martina no le importe. Sabes, si paso mucho tiempo sola en casa se me da por pensar en Marcos, y no quiero. Una tarde de domingo se puede hacer muy larga estando sola. La verdad es que me da algo de miedo que se presente cualquier día de éstos.
-Te entiendo Lorena pero piensa en denunciarlo. Yo te acompaño, ya lo sabes. Ese tío no parará hasta que consiga lo que él quiere.
-No pienso volver con él. Sería lo último que haría en esta vida.
-Claro. Antes que volver con ese imbécil es mejor quedarse sola.
Justo apareció Martina de la nada, quería saludar a su profesora.
-Hola profesora, ¿Qué tal?.
Lorena se quedó de piedra cuando vio a la joven con una camiseta corta que dejaba ver parte de su abdomen y un short corto que le quedaba de maravilla marcándole un duro y firme trasero y unas piernas que la estaban invitando a tocarlas y acariciarlas durante horas o días enteros. Joder, ¿Cómo se ponía ese conjunto estando ella delante?.
-Ah, hola, Martina- Intentó no mirarla con deseo, pero le costaba horrores no hacerlo- Oye, gracias por permitirme venir a tu casa. La verdad es que no me apetecía estar sola en casa esta tarde de domingo - Le contestó Lorena con una maravillosa sonrisa de las suyas. Martina estaba más que encantada de que esa mujer estuviera en su casa.
-Chicas, se me ocurre ver una película juntas, ¿Os apetece?¿O vamos al jardín a tomar algo?.
-Yo voto por ver película. La tarde es larga, luego podemos tomar algo- contestó Lorena.
-Tía, ¿Os importa si os acompaño?
-Claro, Martina, contamos contigo. Ya tienes edad para ver las películas que nosotras vemos, ¿Verdad, Lorena?.
-Sí, vayamos las tres a verla.
Se dirigieron las tres al salón. Mientras Marta elegía la película, Lorena y Martina salieron al jardín. Lorena quería saludar a los sobrinos de Marta.
-Eh chicos, ¿Cómo estáis?¿disfrutando del fin de semana?
-Hola Lorena, sí, aquí con mi tía y Martina. Mejor no podemos estar- contestó Cristina.
-Estoy contigo, Cristina- le dijo Lorena a la joven sin poder dejar de mirar a Martina. Lo que daría ahora por estar a solas con ella...Se estaba volviendo loca de sólo pensarlo. Tanta proximidad la estaba poniendo muy nerviosa. El tenerla al lado y no poder ni tocarla…Y a Cristina esas miradas que se echaban las dos mujeres, no le pasaron desapercibidas.
Martina estaba igual que su profesora. El corazón le latía más deprisa que de normal al tener a esa mujer tan cerca. No lo podía evitar. Y también, al igual que Lorena, pensaba en tenerla sólo para ella, entre cuatro paredes y en una cama, para poder hacer con ella todo lo que tenía en mente hacerle.
-Chicas, ya está la película puesta..¿Venís?
Se sentaron las tres mujeres cerca una de la otra. Martina se pegó a su tía, ya que la película era de terror y a ella le gustaba pegarse a quien tuviera al lado si la película le daba miedo.
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Detrás de la coraza (3°Historia)
RomantikMartina, una ruda, rebelde e impulsiva joven, que se dedica al boxeo para canalizar sus impulsos agresivos, y que tiene sexo esporádico con la primera mujer que se le insinúa porque es incapaz de comprometerse con alguien, comienza un nuevo curso de...