Detrás de la coraza (3°Historia)

Capítulo 42. Sábado, con ganas de verla.

El sábado por la mañana Martina tenía una importante resaca matutina. La noche anterior había salido con Sofía y para olvidar sus penas decidió emborracharse. Menos mal que el fin de semana no entrenaba. No se acordaba de nada de lo que había hecho el viernes por la noche. 

Diego y Cristina querían salir a pasear con Martina. Pero ésta no estaba mucho por la labor. Aunque finalmente hizo un esfuerzo, se duchó con agua fría, se tomó un café y se fue con sus hermanos a dar una vuelta. 

Marta quería salir por la noche con Víctor, pero sabía que Lorena estaba pasándolo mal y no podía dejarla tirada, así que la llamó para invitarla a salir a cenar con Víctor y con Álvaro.

-Lorena, cariño, esta noche no hagas planes que vamos a salir con Álvaro y Víctor.  

-¿Qué?¿Has quedado ya con ellos?- le preguntó Lorena sorprendida. 

-No, ahora quedaré con Víctor. Pero quiero que te vengas con nosotros y como sé que si voy sola con Víctor, no vas a venir de aguanta velas, entonces le diremos a Álvaro que se venga. Cuando sepa que tú vienes estoy más que segura que se va a apuntar también. 

-Ya. Pues verás...No me apetece salir nada por ahí, Marta, pero reconozco que si no salgo de casa voy a coger una depresión y no estoy por la labor. Así que sí, me apunto a salir con vosotros. Pero no esperes mucho de mí, te lo advierto. No creo que sirva mucho para animar el cotarro. 

-Eh, perfecto, pensaba que me iba a costar más convencerte, pero me parece estupendo que hagas por animarte. Tienes toda la razón, en casa no te puedes quedar. Te va a venir muy bien salir. Nos esforzaremos porque te diviertas esta noche, así que ponte lo más guapa que puedas que esta noche vas a arrasar…

-Sí..Seguro que arraso, Marta, para eso estoy yo ahora mismo.

-Aunque la verdad que con Álvaro tampoco necesitas arreglarte tanto. Él te vería guapa hasta en pijama.

-Lo sé. Es un hombre encantador, todo hay que decirlo. 

-Sí, lo es, pero tú no estás por la labor de darle una oportunidad.

-Por ahora no, Marta. Ahora mismo no tengo la cabeza ni el cuerpo para darle una oportunidad a un hombre. 

-Pues entonces simplemente limítate a pasarlo bien esta noche y ya el tiempo dirá..

Las dos amigas se despidieron y quedaron para la noche. Lorena pasó muy mala noche pensando en Martina. El abrazo que se habían dado en su despacho le había llegado al alma. Cómo un simple abrazo podía significar tanto para ella. Pero ese abrazo había sido tan sumamente especial porque se lo había dado Martina. Esa chica sabía cómo llegarle hasta lo más hondo de su corazón. 

A Martina le vino muy bien salir con Diego y Cristina. Con ellos no pensaba en lo demás y se centraba sólo en disfrutar de estar con ellos. Cuando los tres llegaron a casa a la hora de comer, Martina recibió una llamada de su tía. 

-Hola Martina ¿Qué hacéis?

-Hola tía, acabamos de llegar de dar un paseo. 

-Ah, ¡qué bien!. A tus hermanos les gusta pasar tiempo contigo. 

-Claro, y a mi con ellos también. 

-Lo sé. Por cierto, ¿Ésta noche vas a salir?

-¿Por qué me lo preguntas, tía?

-Porque igual te veo. Yo sí voy a salir.

Martina se tensó. ¿Saldría Lorena con ella?, Para saberlo solo tenía que preguntarle discretamente a su tía.