A la mañana siguiente, Martina se despertó primero al sentir encima de ella el cálido cuerpo de su profesora. No quería despertarla, por lo que intentó no moverse, pero le entraron ganas de pasar sus dedos por la espalda de la mujer y es lo que acabó haciendo.
Lorena aún sin abrir los ojos, le mostró a Martina una preciosa sonrisa. Le encantó sentir los dedos de la joven acariciándola. De hecho su piel se erizó al instante.
-Ummmm Martina, no hay mejor despertar que hacerlo a tu lado. ¿Sabes qué? Me gustaría mucho poder despertar más mañanas así, sobre tu cuerpo, desnudas, y sintiendo tu suave piel bajo la mía.
-A mí me pasa lo mismo Lorena. Tú cuerpo y tu piel me fascinan.
-¿Te fascinan? Eso es nuevo.
-Sí, tú no sabes todo lo que puedes provocar en mí, y te aseguro que todo es bueno.
Lorena la abrazó y comenzó a besarle por el cuello, mientras pasaba sus dedos por su abdomen.
-Ummmm Martina, ¿Qué tal si echamos un mañanero?.
-Por mí estupendo…
Lorena se puso a horcajadas sobre Martina y comenzó a frotarse sobre el cuerpo de la joven.
Justo cuando las dos se iban a besar, el teléfono de Lorena comenzó a sonar.
-No lo cojas Lorena…
-Cariño, puede ser importante. Debo cogerlo.
-Bueno, tú misma.
Lorena se incorporó y estiró su mano para coger su teléfono que estaba en la mesilla de noche.
-Es tu tía, Martina.
-Mierda, yo tengo el teléfono sin volumen. Igual me ha estado llamando a mí.
-Voy a ver qué quiere.
Lorena cogió la llamada de su amiga. Parecía algo alterada cuando la escuchó hablar.
-Lorena, estoy llamando a Martina y a Sofía y no me cogen el teléfono. Mi sobrina no ha dormido en su casa. He hablado con Cristina y me lo ha dicho. Martina está haciendo cosas raras últimamente…
Lorena tragó saliva. Ahora le tocaba volver a mentirle a su amiga porque no podía decirle que había pasado la noche con ella.
-Vaya, Marta, dale tiempo y verás como ha pasado la noche con Sofía, se habrán acostado tarde y ahora estarán durmiendo la mona. No te preocupes por ella, tiene diecinueve años y está en edad de divertirse.
-Sí, tienes razón pero quedé con ella en que me avisaría cuando durmiera fuera de casa. Es la primera vez que no lo hace.
-Marta, nosotras también hemos tenido su edad. Así que relájate.
-Está bien, voy a esperar un rato a que ella se pronuncie. Sino iré a casa de Sofía.
-Me parece muy buena idea.
Las dos amigas se despidieron y colgaron la llamada.
-Martina, era tu tía.
-Lo sé, tengo llamadas suyas y de Sofía. Ya he chateado con ella y me ha dicho que le ha estado llamando mi tía, pero que no se lo ha cogido por no tener que mentirle. Voy a escribirle a mi tía, a ver cómo me la encuentro.
Martina se dispuso a escribirle. Estaba nerviosa por tener que mentirle. No le gustaba tener que hacerlo, pero sabía que no le quedaba otra si no quería que su tía se enfadara con ella o lo que era peor, que no quisiera saber más de ella por haberla decepcionado al mentirle con lo de Lorena.
"Hola tía. Acabo de ver tus llamadas. Estoy bien. Me quedé a dormir en casa de Sofía. Lo siento por no avisar, salimos, se me hizo tarde y ya se me pasó escribirte".
"Joder Martina, me has tenido muy preocupada. No vuelvas a hacerlo más. Cualquier noche que no duermas en casa, avísame".
"Lo haré. No te preocupes".
"Vale. ¿Vas a tardar en ir a tu casa?Porque igual me paso a comer con vosotros".
"A la hora de comer estaré en casa. No vemos luego".
"Adiós Martina".
-Ya está, Lorena. Joder, qué mal me siento mintiéndole, encima va a venir a casa a comer, a ver cómo la miro a la cara cuando me pregunte por esta noche.
-Lo sé. A mi me pasa exactamente igual. Es mi mejor amiga, y no sólo le estoy mintiendo, es que me estoy acostando con su sobrina. Prefiero no pensarlo, Martina...Es que si lo pienso, te diría de no vernos más.
Martina se acercó a Lorena y la abrazó por la cintura.
-Lorena, a mí me duele mentirle a mi tía, pero te aseguro que más me duele no estar contigo o no verte. Estoy enamorada de ti, y quiero pasar mi tiempo libre contigo.
-Cariño, yo siento lo mismo, pero eso no quita que lo estamos haciendo mal con Marta. Y lo peor de todo es que cuando se hacen mal las cosas,es imposible que acabe todo ésto bien. Veremos que tu tía no nos descubra. Y además…¿cuánto tiempo vamos a seguir así?¿escondiéndonos?
-Tú, Lorena…¿Se lo has dicho a alguien más?
-¿Lo nuestro?. Bueno, a mis padres les he dejado caer que me gusta alguien, más concretamente una mujer. Una mujer única y tremendamente especial que cuando la tengo cerca es capaz de despertar todos mis sentidos haciéndolos volar como si de mil mariposas se tratasen.
-¿En serio?. ¿Y te han dicho algo al respecto?.
-Sí, que estoy majareta. No, en serio, ellos si me ven feliz, se alegran por mí. Tienen los dos la mente abierta y sé que puedo contar con ellos. Por lo menos tengo su apoyo. Cuando me pasó lo de Marcos, tuve su apoyo y me animaron a que me fuera a estudiar fuera, así me alejaría de él.
-Vaya, me alegro mucho que puedas contar con ellos. Eso vale mucho. Yo por lo menos tengo a mi tía.
-Tu tía os quiere como si fuerais sus hijos. Que lo sepas. Lo he hablado mucho con ella y no entiende a tus padres. Que se dediquen sólo a trabajar y a amasar una fortuna. Porque para eso, es mejor no tener hijos. Yo pienso igual que tu tía, la verdad. Ellos piensan que con daros todo lo material que puedan, os están cubriendo las necesidades básicas, y desde luego están muy equivocados.
-Lo sé, Lorena. Me ha costado mucho tiempo entenderlos, pero ahora mismo me doy cuenta que ellos son los que deciden cómo hacerlo y que por supuesto se pueden equivocar, como se están equivocando. Y que yo tengo que ser feliz independientemente de lo que ellos me están ofreciendo.
-Es que tu felicidad no debe depender de nadie, Martina. Sólo de ti.
-Ahora lo sé, Lorena. Ahora empiezo a saber lo que es la felicidad.
-¿Y yo tengo algo que ver en esa felicidad?
-¿Tú? tú tienes que ver mucho en esta felicidad que estoy recién descubriendo…
Martina y Lorena volvieron a hacer el amor. Querían aprovechar cualquier momento que tuvieran para hacerlo. Ellas eran felices dejándose llevar por lo que sentían la una por la otra. Ya tendrían tiempo de pensar en las futuras consecuencias que tendría el estar mintiéndole a Marta. Porque tarde o temprano ésta se acabaría enterando de lo que las dos mujeres le estaban escondiendo.
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Detrás de la coraza (3°Historia)
RomanceMartina, una ruda, rebelde e impulsiva joven, que se dedica al boxeo para canalizar sus impulsos agresivos, y que tiene sexo esporádico con la primera mujer que se le insinúa porque es incapaz de comprometerse con alguien, comienza un nuevo curso de...