Capítulo 24. Cada una por su lado

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Al día siguiente Martina tenía una resaca de la leche. Se acordaba de lo que pasó en casa de Lorena pero de lo que ocurrió después no tenía noción alguna. 

Fue directamente a la ducha. Necesitaba espabilar y despejarse y cuanto antes lo hiciera mejor para ella, porque la cabeza le iba a explotar. 

Se dio una ducha con agua fría. Era la única manera que tenía de despertarse del letargo en el que se encontraba. 

Después de quince minutos debajo del chorro del agua, decidió dar por finalizada la ducha.  Se vistió rápidamente y se dirigió al jardín. Cristina estaba haciendo deberes y Diego jugando con la pelota. 

-Hola chicos. ¿Qué hacéis? Vaya , Cris, ¿hasta el domingo haces tareas de la escuela?

-Ya ves. Quiero sacar buenas notas. Así que tengo que esforzarme.

-Me parece perfecto, Cris. Yo también debería empezar a estudiar. Verás que me pillará el toro. 

-Pues siéntate y mientras yo hago los deberes, tú estudias.

-Es que ahora mismo no me apetece. Ayer salí hasta tarde y no tengo la cabeza para estudiar. Es más, me voy a tomar algo para el dolor de cabeza. 

Marta estaba aburrida en su casa cuando pensó en llamar a Lorena o ir a ver a sus sobrinos. Se decidió por lo primero. Al principio parecía que Lorena le estaba dando largas para quedar con ella pero finalmente quedaron. También le preguntó si la acompañaría a ver un momento a sus sobrinos y Lorena alegó que últimamente estaba viendo demasiado a Martina y prefería mantener la distancia con ésta. Marta la entendió y no volvió a insistir. Por lo que quedaron en el Momo. 

-Hola guapísima ¿Qué tal llevas el fin de semana?-Le preguntó Marta a Lorena. Ésta llevaba mala cara y eso le preocupó a su amiga- ¿Has dormido bien,Lorena? Tienes mala cara…¿Te preocupa algo?

Justo entraron en la cafetería Sofía y Martina. Sofía había llamado a la castaña para ir a ver a Carmen a la cafetería. Y así se despejaban y podían hablar un poco de cómo había ido la noche anterior porque ésta había sido de todo menos tranquila. Sobre todo para Martina.

Cuando Martina vio a Lorena con su tía estuvo a punto de irse, pero su tía la vio y se levantó para saludarla. 

-Ey Martina, a ti te quería ver. Luego pensaba ir a veros a casa. ¿Están bien Cris y Diego?

-Hola tía, sí, ellos están bien. He estado con ellos hasta hace nada.

Martina no quería mirar a Lorena y ésta tampoco estaba por la labor de hacerlo. Así que mientras tía y sobrina hablaban, la profesora se puso a trastear con su móvil.

-Por cierto Martina, ¿Finalmente fuiste ayer a la Modo?

-¿Qué? sí... Salí...y ahora tengo una buena resaca. 

-¡Joder!¿Bebiste?

-Si, bebí...Pero mejor hablemos de otra cosa…

Lorena no se esperaba oír decir a Martina que había bebido alcohol. O sea, que cuando salió de su casa como salió, volvió al pub. Cojonudo. Estaba asqueada y tenía ganas de desaparecer de ahí. Pero justo Marta se despidió de Martina y volvió a sentarse con ella. Martina se despidió con la mano de su profesora y se sentó en otra mesa con Sofía. 

-Ya está, Lorena. Bueno, a lo que íbamos. ¿Cómo estás? Que te veo un poco regular…

-Bueno Marta, he tenido mejores fines de semana, la verdad. Sólo tengo ganas de que acabe ya.

-Bueno, ya queda poco para que acabe el domingo, si te sirve de algo. ¿Pero qué te ha pasado para que estés así? ¡Cuéntame! 

De repente Lorena miró a Martina y la pilló  mirándola fijamente. Pero enseguida la joven retiró la mirada. Y al día siguiente tenía clase con ella...Iba a ser más duro de lo que podía imaginar, seguro. No sabía qué pensaba Martina ni qué es lo que quería, ni siquiera sabía lo que sentía por ella, pero tenía claro que a la chica le daba miedo el compromiso. Y tenía mucho que ver la infancia que le habían dado sus padres, de eso estaba más que segura. 

Detrás de la coraza (3°Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora