Llegó la hora de ir a casa de Marta. Martina estaba hecha un flan de lo nerviosa que se encontraba. Se estaba pensando seriamente si llamar a Sofía para que la acompañara. Pero ésta debía estar ya con Carmen en el Momo o incluso en la Modo.
Martina se vistió de forma casual. No estaba de ánimos para arreglarse más de la cuenta y además luego iba a ir a casa de Claudia y si ésta la veía muy arreglada le preguntaría de dónde había venido.
La que sí que se esmeró en ponerse guapa fue Lorena. Se recogió su densa y morena melena en un moño y eligió para esa ocasión un vestido muy fino y un poco escotado, porque tampoco quería llamar demasiado la atención de Álvaro pero sí quería lucir guapa y sexy.
El abogado pasó a buscar a Lorena a su casa, y cuando la vio se quedó prendado de la mujer. Él sabía que Lorena no estaba por la labor de salir con él, pero la esperanza no quería perderla, y más cuando se trataba de esa mujer. Al poco de saludarse se dirigieron a casa de Marta.
Víctor estaba en casa de Marta ayudándole con los preparativos de la cena. La abogada se había esmerado en darle una pequeña sorpresa de cumpleaños a su amiga. Por lo menos pasarían una velada agradable los cuatro juntos. Aunque Marta esperaba que su sobrina se pasara a felicitar a Lorena, pero ésta no la había llamado para confirmar que iría.
Lorena y Álvaro llegaron a la hora prevista a casa de Marta. Cuando ésta abrió la puerta se quedó sorprendida por lo guapa que iba su amiga. Si la veía así su sobrina seguro que se la iba a comer con la mirada. Entendía perfectamente que su sobrina se hubiera enamorado de Lorena. Ésta era una mujer con múltiples cualidades que podrían gustar a cualquiera. Pero también era verdad que la profesora no era el prototipo de mujer que le solía gustar a su sobrina. Después de meditarlo mucho y sopesar los pros y los contras, no le importaría que su sobrina saliera con Lorena. Conocía a su amiga perfectamente y sabía que podía ser una buena influencia para Martina y además confiaba en ella plenamente.
-Hola preciosa, ¡Feliz cumpleaños! Te vas acercando peligrosamente a la treintena, pero tengo que decirte que cumplir años te sienta de maravilla.
-Gracias Marta pero me dices eso porque soy tu amiga.
-Yo estoy con Marta, estás estupenda- afirmó también Álvaro. Estaba embelesado mirando a la psicóloga y Marta se dio cuenta de ello.
-Pasad chicos-dijo Marta dejándoles pasar a los dos.
Mientras estaban tomando unas copas, llamaron al timbre.
-Lorena, abre tú, anda.
-¿Yo? Si estoy en tu casa…
-Sí, pero creo que es cierta alumna que viene a felicitar a su profesora.
Lorena se tensó. Tenía que ser Martina. Joder, prefería que abriera la puerta Marta, pero si era la joven, podía abrir la puerta ella misma. No era necesario que lo hiciera Marta. Después de suspirar, se levantó y se dirigió a abrir. La mano le temblaba, pero joder, tenía que controlar esos nervios sino quería que Martina se percatarse de lo que provocaba en ella.
Cuando abrió la puerta, en efecto era Martina.
Las dos se miraron a los ojos con cierta alegría y cierto temor. Ninguna retiró la mirada de la otra.
-Hola...Lorena...Vine a felicitarte- dijo entrecortadamente Martina. Se notaba que estaba muy nerviosa y que le costaba articular las palabras. Y más nerviosa se puso cuando vio a Lorena tan sumamente guapa, ¿Cómo no le iba a robar el corazón si esa mujer era perfecta para sus ojos, para su cabeza y para su corazón?
-Hola Martina…
Mientras ninguna de las dos dejaba de mirar a la otra, Lorena, con una preciosa sonrisa, intentó relajar a la joven ya que la notó más nerviosa de lo que estaba ella.
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Detrás de la coraza (3°Historia)
RomanceMartina, una ruda, rebelde e impulsiva joven, que se dedica al boxeo para canalizar sus impulsos agresivos, y que tiene sexo esporádico con la primera mujer que se le insinúa porque es incapaz de comprometerse con alguien, comienza un nuevo curso de...