Cap. 6 - Recuerdos Del Pasado

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Cuando pasas por situaciones difíciles tienes dos opciones, una de ellas es sumirte en la total angustia, la otra es sufrir lo necesario y salir adelante.

Pero, ¿cómo podría superar todo lo sucedido en tan sólo dos días?

Si, dos días, mamá dijo que podía faltar a clases, pero igual debía volver, no podía echar a perder mi vida académica, no podía contradecirle ella tenia razón.

Al día siguiente de hablar con Inuyasha desperté cerca de las cuatro de la tarde, tenía los ojos tan hinchados que llegaban a doler, respirar dolía y también moverme, así que estuve en cama durante lo que quedó del día. Comí poco, tampoco sentía el sabor a la comida, aun así, comía para no preocupar a mamá.

No salía de mi habitación y llevaba puesto la ropa de esa tarde, no tenía fuerzas para ir a cambiarme o ducharme, solo quería dormir.

Cuando no tenía sueño, me quedaba mirando un punto fijo de la habitación, luego de unos segundos mis lágrimas caían, pasando por horas de llanto.

Esa fue mi rutina, dormir mucho, comer poco y llorar cada que estuviera sola.

Esos dos días parecían una eternidad, pero la angustia aumento cuando me enteré que Inuyasha ahora estaba con Kikyo, paseaban en la escuela juntos, todo el mundo adoraba la pareja que hacían, o eso me contaron, pero, sobre todo se veían felices, lo vi con mis propios ojos por unas fotos que me mandaron, sonreí amargamente cuando tenía en mis manos las imágenes, siempre creí que hacían una hermosa pareja, pero... ¿Por qué a costa de mi sufrimiento? ¿Debían romper el corazón de alguien para poder dar comienzo al amor que siempre se tuvieron?

Mi familia apoyo la idea de cambiarme de escuela, sabían toda la situación y creían que así podía empezar a pensar en mi felicidad, aunque la tristeza me ganaba, de verdad quería soltar todos los recuerdos, así me tome una eternidad, realmente quería ser feliz.

Los dos días vencieron, estaba camino a mi nueva escuela, iba a paso lento, con miedo de encontrarme con Inuyasha, estaba temblando y no se si era por el frio o por el miedo, tomé una bufanda antes de salir y la enrollé en mi cuello tapando hasta mi nariz, aun estaba temblando y esta vez no era frio.

Tenía miedo.

Ya en la puerta de la nueva escuela, pude ver lo bonito que es el lugar y sobre todo muy grande, todo el mundo caminaba por el patio y otros corrían, me sentí insegura por lo sola que estaba mientras los demás estaban en grupo, es obvio que no tendría amigos hoy porque soy nueva, peor por mi cara de pocos amigos que no ayudaría en nada a poder entablar una conversación, pero debía intentarlo, quería ser feliz, intentaría serlo.

-¿Kagome Higurashi? -busqué la voz de donde me llamaban y vi a una alumna de cabello largo sujetado en una cola alta que corría en mi dirección, me miró sonriente pero no pude poner más que una cara de sorpresa, no recordaba quien era.

-¿Hola? -salude confundida- ¿Nos conocemos?

-Supuse que no me recordarías, no pensé encontrarte aquí, ¿te transferiste hoy? -asentí con la cabeza- Ya veo, estudiábamos en la misma escuela antes, una vez chocaste conmigo, pero te conozco más porque eres novia de uno de los Taisho, hablando de eso, ¿por qué cambiaste de escuela? -oculte más mi cara con mi bufanda, el mundo parece querer recordármelo cada que puede, solo baje la cabeza, evitando responder sin verme grosera- Entiendo que no confíes en mí, mi nombre es Sango, mucho gusto.

-Bueno, ya sabes quién soy, dime Kagome -me presente dándole una forzada sonrisa.

-La novia de Inuyasha Taisho, como olvidarlo -si no aclaraba esta situación, no dejaría de recordarme que estuve con el idiota de Inuyasha.

Eres Mi MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora