El tiempo pasaba, yo sentía que era eterno, creía que algo cambiaría para mejor pero no parecía asi, al contrario, el dolor en mi pecho crecía conforme pasaban los días.
Había días donde todo eran peleas, sus gritos no me dejaban dormir, como resultado tenia una apariencia cansada y algo demacrada, pero cuando era atento conmigo todo cambiaba, sonreía por todo y era feliz, o eso creía, por que al día siguiente volvíamos a la rutina de gritos y empujones. Esto parecía un circulo vicioso donde me gritaba y golpeaba, pero al final del día me pedía disculpas y yo lo perdonaba, es estúpido, lo sé, pero lo amaba, mas que a mi vida incluso mas que mi dignidad.
En la escuela nos consideraban la relación del año, decían que nos veían como una hermosa pareja. O eso parecía, nadie sabía que cosas habían detrás de una máscara de supuesta felicidad, tratar de salvar lo que teníamos me trajo más gritos, empujones y moretones, aun así, era feliz con cada momento feliz.
Era la novia del capitán del equipo, un chico guapo, diría que inteligente pero no tiene el mismo talento para estudiar que para ir por el balón, pero no le quita el respeto que le tenían todos.
Actualmente tenemos once meses juntos.Esta semana ha salido muy seguido con sus amigos a entrenar, o eso me decía, posponía las salidas conmigo, yo trataba de entender porque no quería arruinar su buen humor o ser alguna clase de obstáculo en su futuro.
Ayer pasó algo inesperado, Kikyo se fue de la escuela para ir al extranjero, no paso mucho para que Inuyasha se enterara de la noticia. Desapareció de forma extraña, no llamó, ni nada, lo espere frente a la escuela por un momento, pero no mandaba señal alguna de salir, hasta dude que siguiera en la escuela.
No llegó a la cita, como siempre, espere por mucho tiempo y no aparecía, luego me envió mensaje diciendo que no llegaría, estaba acostumbrada a eso, pero trate de entender lo que sentía, ella era su primer amor, perderla debe dolerle mucho, aunque a estas alturas creí que ya la había superado, que gran error.
Hoy Inuyasha había ido a un partido fuera de la escuela, no había nada raro en eso, lo que sí era raro, es que tenía encima la atención de todos los estudiantes, me miraban, murmuraban, incluso se reían, los ignoré todo lo que pude después de todo he vivido bajo sus comentarios desde que conocí a Inuyasha, hasta que, mientras me encontraba en clase, unos rumores llegaron a mí.
—Escuché que se veían a escondidas —escuche a uno del fondo del salón hablar, voltee disimulada para prestar atención.
—Pero yo tenía entendido que se fue al extranjero —le respondió el de al lado.
—Seguro fue mentira, hace un par de días los vi, estaban juntos en el parque.
—No te lo creo, pobre de ella, no debe saber nada —dicho eso, miraron en mi dirección.En ese momento terminó la clase, trate de retener las lágrimas mientras corría lejos de todos, quería estar sola y no vi mejor opción que la azotea, a mi paso algunos se apartaban y me seguían mirando, no soportaba esto, acelere el paso para llegar, de a poco a cantidad de alumnos fue menos, hasta que llegue a las escaleras para subir a lo más alto del edificio.
Cada paso parecía apretar mi pecho, no podía respirar bien, de hecho no quería inhalar, tenía miedo de quebrarme al intentarlo y desplomarme en el suelo.
Aguante todo lo que pude hasta que llegue a la azotea y sentí el aire chocar contra mi rostro.
Respire profundo, mientras caminaba a una banca cerca al borde del edificio, me senté y dejé salir mi dolor.
Las lágrimas caían por montón, intentaba limpiarlas con mis palmas pero no parecía detenerse, solo volvían a caer.
No sé cuánto tiempo exactamente estuve así, tal vez solo fueron diez minutos pero para mí fue una eternidad, de tanto llorar, espere sentirme mejor pero no, no logré deshacerme de esta opresión en el pecho, solo conseguí volver a respirar luego de no sé cuánto tiempo.
Sabía que los rumores eran verdad, mi cabeza me lo decía, pero mi corazón se negaba a aceptarlo, quería creer que es un malentendido, que mi imaginación me estaba jugando una mala pasada.
Realmente quería creerlo, pero todo el mundo sabía que él fue por ella, sólo faltaba que yo lo acepte.
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Eres Mi Medicina
Teen FictionSu primer gran amor resulto ser una experiencia toxica llena de falsas ilusiones. Sin darse cuenta que cerca había alguien amándola en secreto, escondiéndose tras una mascara de supuesto odio. Ambos tenían un pasado difícil, lo que complica todo int...