Cap 20 - El papel que no te dignaste a cumplir.

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Narra Inuyasha

Salí de casa algo preocupado, ¿cómo no estarlo? Sesshomaru tenía una cara acabada y un semblante más sombrío de lo normal.

A lo largo de mi vida me tocó ver como Sesshomaru se apagaba, literal, como un foquito, pasó de ser el niño alegre que jugaba conmigo a los carritos a ser el tipo que me insulta por las mañanas, no me molesta que lo haga, yo también lo hago.
Pero hoy, estaba tan sombrío que pude ver un aura oscura a su alrededor, no creo en ese tipo de cosas, hasta hoy.

Pasé por el gran jardín de la casa dispuesto a caminar ya que Sesshomaru salió en el auto pero me sorprendí al ver que no fue así, se fue caminando porque el chófer seguía afuera de la casa. Subí y fui a la escuela.

No dejaba de pensar en Sesshomaru, quise creer que exageraba, pero no, algo me decía que no debía pasar por alto esto.
Baje del auto y fui a buscar a mi novia, Kikyo.
Estaba con una de sus amigas conversando, llamé su atención con mi mano haciendo que corra en mi encuentro, la atrape en mis brazos.

—Hola mi vida —me saludó.
—Hola preciosa, ¿qué hacías?
—Estaba hablando con Kaede sobre el parque de diversiones aquí cerca, ¿te gustaría ir?
—Contigo hasta el fin del mundo mi vida.
—Moriré de diabetes.
—Me iré contigo si así ocurre.

Nos abrazamos por un momento, apenas sonó la campana, tomé su mano y fuimos a clases.

Hoy tuve que ir a entrenar en pleno examen, justo había estudiado pero debía posponerlo por el partido que se acercaba, desde que soy capitán tengo más responsabilidades. Entre ellas, cuidar que los demás estén puntuales y en buenas condiciones.

—¿Otra vez peleando Koga? —me acaricie la frente intentando apaciguar mi coraje.
—Lo siento capi, él me buscó.
—¡No hice nada! Ten pantalones y acepta que tu empezaste.
—Ya cálmense, tuve que salir de un examen, no me hagan perder el tiempo. Den diez vueltas al campo, así aprenden a comportarse. —ordené.

Ambos, a regañadientes, fueron a dar las respectivas vueltas mientras los demás calentábamos.

Paso aproximadamente quince minutos, decidí tomar un poco de agua cuando sonó mi teléfono.
—¿Papá? ¿Paso algo?
—¿Has hablado con Sesshomaru? No responde a las llamadas.
—No, lo vi por la mañana pero no hablamos de nada, intentaré llamarle.
—Bien, me dices si logras contactarlo.

Colgué y de inmediato llamé al idiota, y tenía razón, tenía el teléfono apagado.
Insistí unas tres veces más sin obtener respuesta.
Envié mensaje a papá diciéndole que no conseguí comunicarme con él, agradeció y fue todo.

Termine de entrenar, me di un baño rápido colocándome de nuevo el uniforme.

Busqué a Kikyo para ir juntos al descanso, necesitaba hablar con ella, estaba muy preocupado por Sesshomaru.

—¿Qué ocurre mi vida?
—Es Sesshomaru, no logramos comunicarnos con él, tenía mala cara por la mañana —dije.
—Él siempre fue algo apagado, ¿crees que es grave en esta ocasión?
—Es mi hermano, sé que le ocurre algo.
—Debes hablar con él.
—Ese es otro problema, nunca dice nada. Prefiere callar todo lo que le ocurre.
—Son mellizos, tienen un lazo especial, deberías intentarlo, apóyalo Inuyasha, es tu hermano.
—Tienes razón. Hoy fue a la escuela, trataré de ir a su encuentro para hablar con él. Pero estoy seguro que mi padre tiene algo que ver con esto.
—¿Por qué lo dices?
—Solo lo sé. Gracias por estar conmigo —tomé su rostro entre mis manos, es la mujer más hermosa que he visto en mi vida— te amo Kikyo.
—También te amo Inuyasha.

Nos abrazamos de nuevo, de verdad le agradezco a la vida tener a Kikyo a mi lado, es el amor de mi vida, lo supe apenas la conocí, aunque tuvimos que aprender muchas lecciones a lo largo del camino.
Sobre todo a tenernos confianza, se bien que Kikyo me ama, pero me costó tener su perdón por lo ocurrido con Higurashi.

Al principio todo fue perfecto, íbamos de un lado al otro derrochando amor, aunque después de una semana ella decidió terminar todo. ¿La razón? Se sentía culpable por lo ocurrido con Kagome. Admito que lo que hice no estuvo bien, me cegó el coraje de no tener a Kikyo conmigo, ambas tienen un parecido leve físicamente, eso me llenaba más de ira, perdiendo el control en varias ocasiones.

Las clases siguieron, una más aburrida que la anterior. Tomé mis cosas, llamé a Kikyo y nos fuimos a casa, bueno, yo la acompañé a la suya ya que yo iría a buscar a Sesshomaru.
Me despedí de ella y continué mi camino por donde yo creía que pasaba Sesshomaru, conocía maso menos donde quedaba la escuela a donde iba y seguí unas indicaciones, pero sobre todo mi instinto. Llegue a un callejón que cortaba camino así que decidí tomarlo, estaba a punto de salir de ese estrecho lugar cuando logre ver a un tipo con cabello plateado igual al mío, iba salir del callejón cuando vi que, en efecto, era Sesshomaru, pero no estaba solo. Iba con Kagome.

Parpadee varias veces intentando procesar lo que veían mis ojos, estaba mi frío hermano abrazando a mi ex novia, admito que quise ir a romperle la cara después de todo es mi ex. Pero vi bien la situación. Sesshomaru estaba llorando en brazos de Kagome.

Me di vuelta, confiaba en que ella lo ayudaría, pero no dejaría esto como si nada, alguien ha ocasionado esto y sé que mi padre tiene mucho que ver. Los gritos de esta mañana me lo confirman.

Ingresé a la oficina de papá sin anunciarme, no parece que le enojó es más ni se dio cuenta.

—Papá.
—Inuyasha, no te escuché llegar —dijo mientras se aproximaba a mi— ¿llegó Sesshomaru contigo?
—Lo vi en el camino, no debe tardar.
—Me alegro, ¿necesitas algo?
—Si —me senté en uno de los muebles de la oficina— ¿qué le dijo a Sesshomaru?
—¿Por qué lo dices? —noté lo nervioso que se puso.
—Conozco a mi hermano, lo vi demasiado decaído aparte que usted ni siquiera intentó disimular los gritos hoy en la mañana. Se bien que usted no le grita a Sesshomaru por nada del mundo.
—¿Mi hijo está regañándome? ¿Qué atrevimiento es ese?
—No intento faltarle el respeto, lo que usted le diga a Sesshomaru no es de mi interés, a menos que yo lo crea así. Pero en esta ocasión mi nombre estuvo en esa discusión ¿qué tengo que ver yo?
—No le daré explicaciones a un niño, vuelve a tus deberes.
—Lo haré, pero déjeme decirle una cosa, Sesshomaru no es egoísta, al menos no conmigo, si lo fuera, no habría estado como mi apoyo incondicional desde que éramos niños —me levante y me dispuse a salir, pero aún debía decir algo más— usted no fue el único que sufrió en ese entonces, usted perdió a su esposa, nosotros perdimos a nuestra madre, estuvo con usted unos años, con nosotros toda la vida. Sesshomaru es el hijo ideal pero no lo ve. Cumplió su deber de hijo al pie de la letra —abrí la puerta— incluso creo que hizo mejor el papel de padre que usted no se dignó a cumplir. Permiso.

Salí de la oficina al fin sin esperar respuesta. Me acabo de arriesgar a recibir el castigo más severo de toda mi vida. Pero conozco a mi hermano, aquel sujeto más fuerte que un roble no es alguien que se quiebra fácil. Aunque llorar es humano, no dejare que te hagan infeliz. No más.

Te devolveré todo lo que hiciste por mi Sesshomaru, así deba ponerme contra mi padre. Después de todo eres tú quien me cuido y protegió. Maldito idiota, espero al menos ayudarte con esto.

Eres Mi MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora