Eres Mi Medicina

Cap. 52 - Esa noche.

Narra Kagome

Esa noche, ante los medios salió la noticia de que el hijo del gran Inu no Taisho tenía novia. Las revistas tenían como primera plana al señor Taisho y Sesshomaru, junto a esa foto un "El futuro presidente de la compañía".

Han pasado varios días, no he hablado con Sesshomaru desde esa noche. Ambos mantenemos la cabeza gacha cuando nos cruzamos, sin saludarnos siquiera. No he respondido su último mensaje y él no insistió enviando otros.

Esa noche, cuando llegué a casa llore por horas, al día siguiente tenía el rostro hinchado y mis ganas de comer no estaban. Después de eso traté de aceptar que todo estaba yendo en picada, en cualquier momento terminaríamos oficialmente, pero con sólo pensar en eso me dolía. Imaginar que no hay nada que rescatar me lastimaba.

Paso dos días y ya no podía llorar nada, estaba en un estado neutral, en un principio mi reacción me hacía pensar que no eran del todo cierto mis sentimientos por él. Esperaba sucumbirme en mi completa miseria mientras lloraba amargamente y rogaba que viniera por mí pero no pasó, volví a comer un poco y me dedique a mis clases, al menos las veces que podía.

Esa tranquilidad fue reconfortante, a mamá le alegro mucho que no llore por las noches, pero el vacío en mi pecho era doloroso. La necesidad de llamarlo me volvía loca, quería escribirle, pero no tenía el valor.

Los sentimientos contradictorios me provoco más dolor de cabeza, estaba entre buscarlo o solo dejarlo ir. En plena crisis me di cuenta realmente lo que ocurría, yo amaba a Sesshomaru, aunque temía que se volviera esa necesidad para respirar, se volvió en algo que no esperaba. Ahora es esa pieza que hacía falta en mi corazón, completó ese espacio que no sabía que estaba vacío, antes creí estar completa pero cuando lo conocí vi que encajaba tan bien que parecía haber estado ahí toda la vida.

Mi pronto alejamiento de Sesshomaru trajo rumores de algunas personas, uno que otro entrometido que intenta propagar más rumores, pero agradezco que está escuela no toman importancia a esas cosas.
Lina y Tristan se encargaron de molestarme cada que podían, Sesshomaru no hacía mucho por detenerlos ya que no iba tan seguido a la escuela y según supe fue por ir a la empresa de su padre.
Se acababa el año y mis posibilidades de pasar tiempo con Sesshomaru se reducían. Aún me faltaba un año para ir a la universidad y me quedaría sola. Sin Sango ni Sesshomaru.

—Pero mira nada más. ¿Sola otra vez? —preguntó Tristan.

Lo ignore y seguí caminando en dirección a la biblioteca.

—¡Ey! te estoy hablando Higurashi.
—¡¿Qué es lo que quieres?! —grité cansada de la situación.
—En primer lugar, bájame la voz. No te creas mucho que ahora nadie está cuidándote.
—No necesito que me cuiden. Y menos de ti.
—¿A sí? Ahora dilo sin temblar.

Aparte la vista de él. Estaba colmándome la paciencia, y explotaría de coraje en cualquier momento. Como ahora.

—Eres un idiota. ¿Te sube el ego acosarme? Solo si estoy sola te sientes muy hombre. Para que sepas no le tengo miedo a un cobarde como tú.
—Eres una— en el instante que levanto su mano para golpearme alguien se colocó frente a mí sujetando su brazo en el aire.
—Que intentabas hacer infeliz. —era Sesshomaru.
—Ella se lo buscó.

Un golpe bastó para hacer caer a Tristan al suelo mientras Sesshomaru se lanzó sobre él para seguir golpeándolo. Mi shock no duro ni dos segundos cuando trate de detenerlo. Una pelea en la escuela seria la ruina para Sesshomaru. Intenté sujetarlo del brazo, pero no podía hacerlo reaccionar, sus brazos estaban duros y firmes por los golpes que le daba.

No conseguía nada y me puse a llorar de impotencia.
Sesshomaru logró oírme bajando la velocidad de los golpes. Se puso de pie y se fue dejando a un casi inconsciente Tristan mientras yo lo veía aún asustada.

No lo seguí, si no me dijo nada es obvio que quiere estar solo. No quiero arruinarlo más.
No auxilie a Tristan, fui al baño para tratar de recomponerme y evitar los murmullos de los demás grados por tan vergonzoso espectáculo.
Salí del servicio hacia mi siguiente clase, pero me choque con alguien por no ver quien estaba enfrente.

—Sesshomaru.

Me acarició el rostro con suavidad pasando su pulgar por mis labios, me estremeció su tacto tan repentino.

—No importa que tan distanciados estemos, no permitiré que alguien te toque un solo cabello.
—¿Tus manos están bien?
—Él terminó peor.
—Lo sé, gracias Sesshomaru.
—Bien.

No dijo más y se fue. Admito que me decepcionó su respuesta, creí que todo se había arreglado, pero no es así, está enojado y sé que tengo la culpa.
Camine a clases más tranquila, nadie murmuraba por lo ocurrido así que no había problema. Pero, aunque me libré de Tristan, Lina apareció en la salida para reemplazarlo.

—Debo hablar contigo.
—Ahora no tengo ganas de escucharte Lina, déjame en paz.
—Pues debes escucharme.

Seguí caminando hasta pasarla de largo, sin embargo, ella iba detrás mío. A veces me pregunto si no me dejo a entender o tal vez no hablamos el mismo idioma.

—Debes alejarte de Sesshomaru, se lo que te digo.
—¿No me dejo entender o tú no quieres entender?
—Lo digo enserio, no es quien tú crees, te usa a su antojo, date cuenta.
—Si, lo que digas, confío mucho en tu palabra.
—Da un paso al costado ahora que te conviene, después será tarde.
—Dame una buena razón para que haga lo que dices.
—Sesshomaru usa una máscara, ¿el repentino amor hacia ti no es suficiente? Te creí más lista.
—Lina, si él no quiere estar contigo debes aceptarlo, poner a todo mundo contra él no te dará su amor. Haciendo esto provocas pena y lastima.
—Te diría lo que sé, pero no soy tan cruel como para decírtelo de frente. Reacciona por ti misma.

Detuvo sus pasos detrás mío y antes de tener una pelea innecesaria, seguí caminando, dejándola atrás.
Lina es extraña, puede demostrar de mil maneras lo mucho que me odia, pero al no tener atención finge ser mi amiga para alertarme del peligro, sabía que mentía. Lina es el tipo de persona que te lanza al vacío para saber que tan profundo es. No fue un ejemplo, estoy segura de que lo haría.