Capítulo XXI

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      - ¿Qué hicieron para escapar?

     -Primero tuvimos que esperar, no podíamos salir así como así. Incluso Jackie se negó a hacerlo.

     -Pero, ¿tuvieron que quedarse allí dentro durante horas? ¿Y el Alto Mando nunca intentó entrar ahí?

     - ¿A ti te habría gustado entrar a un baño público? El Alto Mando estaba conformado por ocho humanos comunes y corrientes, era de esperarse que quisieran evitar a toda costa entrar a esa pequeña y encerrada habitación. Pero quizá fue por esa razón que para nosotras fue tan difícil estar allí.

     -No lo entiendo.

     -Era una habitación que ellos querían evitar. Siendo así, debíamos esforzarnos para no darles motivos para entrar allí. Necesitábamos ser lo más silenciosas que jamás en nuestras vidas habíamos sido. Y gracias a lo que escuchamos... Fue todo un logro conseguir mantenernos en silencio.

 

     Jackie y yo tuvimos que cubrir nuestras bocas y nuestras fosas nasales con una mano, necesitábamos evitar que el sonido de nuestras respiraciones nos delatara. Yo estaba al borde de un ataque de pánico, temblaba sin control y un nudo comenzaba a formarse en mi garganta. Yo no era el tipo de persona que se metía constantemente en problemas, no era de mi agrado el hecho de buscar maneras en las que me expulsaran del Instituto. Pero ahí estaba yo, oculta con Jackie Roosevelt en el centro de comando del Alto Mando.

     El silencio que mantuvimos fue bastante útil, pues pudimos escuchar lo que el Alto Mando decía estando afuera. Escuchamos los pasos de alguien que se paseaba por la habitación y de alguien que manipulaba los controles del gigantesco teclado. Pronto, la voz de Número Seis se hizo escuchar.

     -Nada -dijo con voz fúrica-. No hay nada en las cámaras de vigilancia.

     -Tiene que haber algo -respondió Número Cinco-.  Esos dos Pokemon no pueden haber estado ahí por casualidad.

     -Busca bien -ordenó Número Uno-. Tienen que haber aparecido al menos en una grabación.

     -No hay nada -insistió Número Seis-. Quizá esos Pokemon son salvajes.

     Supimos al instante que se referían a nuestros amigos que estaban haciendo guardia en el exterior de la torre.

     -En los alrededores tiene que haber un par de Entrenadores -dijo Número Ocho-, no hay otra explicación. Busca en las cámaras, a menos de un kilómetro de distancia de nosotros.

     Hubo un minuto entero de silencio.

     -Nada -dijo Número Seis-. ¿Qué otra explicación lógica puede haber?

     La respuesta, que fue por parte de Número Siete, logró hacer que mi mundo se derrumbara.

     -Tiene que haber alguien aquí dentro -dijo-. Busca a cada estudiante y muéstranos su ubicación exacta.

     - ¿Por qué estás tan seguro?

     La voz de Número Tres fue lo que nos dio cierta sensación de tranquilidad.

     -No te metas en esto -le espetó Número Uno-. Si descubrimos que son estudiantes tuyos quienes se han infiltrado...

     -Entre todo el cuerpo estudiantil existen ciento setenta Bulbasaurs y doscientos Poochyenas -dijo Número Tres con un dejo de solemnidad-. No hay muchas posibilidades de dar con el preciso culpable.

Pokemon 0: En La Piel de SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora