Capítulo LXXIII

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¡Hey, hola! Mañana es mi cumpleaños (20 de agosto, cumplo 22 :c), así que felicítenme :D (????). La canción que les dejo en multimedia, Sweet Sacrifice de Evanescence, deben reproducirla al final del capítulo desde el momento en el que el personaje inesperado hace su inesperada aparición. ¡Que lo disfruten! 

 —Talonflame aterrizó en una de las últimas plataformas, justamente en la entrada de una cueva que Jackie había marcado como su territorio, instalando un pequeño campamento...

— ¡Déjate de tonterías! ¡Necesito saber lo que sucedió con Devon!

—Bien, bien...

Talonflame aterrizó en una de las últimas plataformas, justamente en la entrada de una cueva que Jackie había marcado como su territorio, instalando un pequeño campamento. Persian estaba ahí, vigilando el campamento de Jackie. Era imposible hacer que la fogata permaneciera encendida durante, al menos, cinco minutos consecutivos. El viento la apagaba con violencia. Allí arriba se sentía un molesto zumbido en los oídos, debido a la altura. Por si hubiese sido poco, tampoco se podía respirar con normalidad. Y el frío era aún más insoportable.

Talonflame volvió a su Pokebola luego de haberme dedicado un ademán de la cabeza, quizá queriendo decirme que yo ya estaba lejos del peligro. Fue la confianza de Talonflame lo que me hizo colapsar. Caí de rodillas, me abracé a mí misma y me perdí en mi propia culpa.

— ¿Qué mierda te pasa ahora? —me espetó Jackie.

Entre sollozos, respondí.

—Asesiné... Asesiné a...

— ¿En verdad? ¡Te felicito!

— ¿Qué..,?

—Levántate y déjate de estupideces. Sé lo que ha pasado. Pude verlo desde aquí. Sea quien sea esa persona que has matado, no es importante en realidad.

— ¿Cómo puedes decir algo así?

—Skyler, he visto que ellos te perseguían. A ti y a Paltrow. Has matado a alguien en defensa propia, con tal de salvar tu propia vida. Nadie puede culparte por eso. Ahora, acércate. Debo curar tus heridas antes de que...

— ¿Tienes medicinas?

—Algunas vendas y una caja de analgésicos, ¿por qué lo preguntas?

—Necesito algo que pueda salvar a Devon. Está herido. Recibió tres disparos y su traje se...

— ¿Qué mierda te ha pasado en el brazo?

Perdí completamente el hilo de mis pensamientos cuando la mano derecha de Jackie se cerró al rededor del brazo en el que aún tenía el corte que Devon hizo para sacar el localizador. El frío causó que la punzada de dolor fuese mucho más intensa. Sentí, incluso, que me desmayaría.

—Esto se infectará —dijo Jackie sin liberar mi brazo—. Necesitas atención especializada. Es un corte limpio, ¿cómo pasó?

Trabajosamente logré responderle, aunque el dolor me arrebató la voz en más de una ocasión. Le conté toda la historia, comenzando desde mi encuentro con Diamond para luego terminar en el punto en que Devon se había quedado abandonado con Ninetales. Al finalizar mi relato, Jackie frunció el entrecejo.

—Max y yo escapamos luego del derrumbe —me dijo—. Estuvimos juntos, hasta que los aerodeslizadores llegaron a nuestro lado de la montaña. Disparaban esto —dijo al mismo tiempo que sacaba de su bolsillo un pequeño dardo de color negro que sostuvo frente a mí—. Son dardos venenosos. El efecto es inmediato y brutal.

Pokemon 0: En La Piel de SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora