Capítulo LXXIV

787 66 47
                                    

     —Mi corazón jamás latió tan aceleradamente como en ese momento y yo así como yo jamás me había sentido tan asustada...

— ¡¡Déjate de rodeos!! ¡¡Tengo que saberlo ya!!

—Podrías ser un poco más paciente, ¿sabes?

— ¡¡¡AHORA!!!

—Bien, bien...

Mi corazón jamás latió tan aceleradamente como en ese momento y yo así como yo jamás me había sentido tan asustada. No importaba hacia dónde dirigiera mi mirada. De un lado estaba Lilly Lawler dispuesta a dispararme. Y del otro lado estaba Jackie, también dispuesta a dispararme. Lugia seguía gimiendo lastimeramente. Bulbasaur miraba a Persian cada pocos segundos en busca de apoyo, sin decidirse a atacar sin recibir mi orden.

—Lilly... —dije intentando transmitir un poco de serenidad en mi voz—. Baja el arma. Ésta no es la manera.

—Al suelo —insistió ella con firmeza—. No estoy aquí para charlar contigo, Skyler.

—No te conviertas en un monstruo —le dije—. Sé que tú eres diferente a ellos. Baja el arma.

— ¿Diferente a ellos? —Repitió Lilly riendo con crueldad—. No comiences de nuevo con esas estupideces. No importa cuánto lo intentes, no conseguirás convencerme.

—Ellos quieren destruirte —insistí—. ¿Es que no recuerdas lo que vimos en la montaña? Ellos quieren asesinarnos. Y si no bajas el arma, serás una asesina como ellos.

—Él dijo que tú harías esto —dijo Lilly—. Dijo que intentarías difamarlo a causa de tus celos. Y yo no permitiré que lo hagas. No importa lo que haya pasado en la montaña. Sé que él no me mentiría.

Por el rabillo del ojo pude ver que Jackie bajaba el arma un poco para poder mirar a Lilly con incredulidad. Un atisbo de temor y tristeza se reflejó en los ojos de mi mejor amiga, al mismo tiempo que la mano que tenía libre se posaba en su vientre durante una fracción de segundo. Supe al instante que con ella, yo no correría ningún peligro.

—Lilly, ese hombre es un asesino —insistí—. Es un sucio cerdo depravado que únicamente quiere una cosa de ti.

— ¡Él es un buen hombre!

Apenas pude tirarme al suelo cuando escuché la detonación. Recuerdo que la bala pasó rozando mi cabeza, causándome un ardor similar al de una quemadura. Me arrastré un poco para alejarme de la línea de fuego, aún a sabiendas de que me sería imposible salir ilesa. Escuché una serie de detonaciones que surgieron durante un intercambio de detonaciones entre Lilly y Jackie. Me giré para presenciar lo que ocurría y fue así como presencie el momento en el que una bala de Lilly se incrustaba en el hombro derecho de mi mejor amiga. Soltando un grito de dolor, Jackie detonó su arma una última vez y la bala fue a perforar la mano con la que Lilly sostenía el mango de su propia arma. Lilly cayó al suelo, chillando como una condenada. Y Ledyba, enfurecido, se enfrascó en una batalla con Persian y Bulbasaur. Corrí hacia Jackie en cuanto la vi desplomarse en el suelo. La sangre brotaba copiosamente del agujero que la bala había creado. Ella apretaba los dientes con fuerza y presionaba su hombro con la otra mano para detener la hemorragia.

— ¡Jackie! —Exclamé, pensando solamente en Devon—. ¡Resiste!

—Mi-mierda... —dijo ella trabajosamente—. E-esto duele de verdad...

—Estarás bien —le dije a la par que retiraba su mano para examinara herida, aunque mis conocimientos médicos eran nulos.

—Te-tenemos que salir de a-aquí... N-no podemos permitir que La-Lawler lastime a Lugia.

Pokemon 0: En La Piel de SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora