Capítulo LIX

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     —Yo estaba aterrada, así que decidí no presentarme en el entrenamiento durante un par de días...

—Gallina.

—Apuesto a que tú habrías reaccionado de la misma manera... Bueno, tengo que admitir que, conociéndote, creo que tú habrías entrado al apartamento y habrías terminado en el hospital con un par de huesos rotos.

— ¿¡Qué quieres decir con eso!?

—Nada...

Yo estaba aterrada, así que decidí no presentarme en el entrenamiento durante un par de días, sólo hasta que las cosas estuviesen un poco más tranquilas. Pero ya que no quería pasar en casa más tiempo del que fuese necesario, decidí continuar con mi entrenamiento por mi propia cuenta.

No pude despedir a Devon en el aeropuerto, ya que su vuelo partió a altas horas de la madrugada. Mi soledad veraniega dependía de que Jackie quisiese pasar un poco de tiempo conmigo o de que prefiriese quedarse en su mansión para reunirnos cuando el curso iniciara de nuevo en el Instituto.

Aquel día, decidí salir a trotar un poco por la mañana, para sentirme llena de energía y poder pasar el resto del día en el gimnasio de los Crown. Pero cuando estaba realizando mi calentamiento, me llevé una gran sorpresa al ver que una figura bastante conocida para mí estaba trotando en el mismo sitio.

Era Jackie, quien lucía tan elegantemente desaliñada como era su costumbre.

De Max no había ningún rastro.

— ¡Jackie!

Al verme, ella se detuvo y sólo movió un poco las piernas lentamente para evitar que su cuerpo se enfriase de golpe. Consejo de Número Tres durante nuestras clases de acondicionamiento físico. Enjugó el sudor de su frente con el dorso de la mano derecha y finalmente se detuvo. Tomó un poco de agua de la botella que llevaba en la mano izquierda y me saludó con una gran sonrisa. Casi sin aliento, se acercó a mí y me saludó a una distancia prudente.

Sky.

Se detuvo para tomar otro gran trago de agua y enjugó su sudor nuevamente.

Sólo entonces me di cuenta de que Meowth, totalmente exhausto, casi estaba arrastrándose por el suelo. Iba a un par de metros por detrás de Jackie.

—Parece que te has esforzado mucho —le dije cuando me di cuenta de que ella estaba realmente acalorada.

Típico de Jackie.

Parecía ser que Número Tres y ella podrían entenderse demasiado bien en cuanto a los ejercicios.

—Es sólo un poco de calentamiento —me respondió Jackie aún agitada—. Estaba pensando entrenar durante todo el día.

— ¿Por qué tanto entusiasmo?

—Max y yo nos hemos enterado de algo muy interesante —me dijo con un guiño—. La prueba final, para aprobar el tercer curso, será brutal. Así que ambos queremos estar en forma. Será mucho más elitista de lo que...

— ¿Qué? ¿Ya saben de qué irá la prueba final?

—Pues claro. Tenemos contactos, ¿recuerdas?

Y silenció su voz para terminar de vaciar su botella de agua.

De pronto me sentí desinformada.

— ¿Y vas a decírmelo? —le pregunté.

Me habría encantado hablar con un poco más de firmeza de la que utilicé en ese momento.

Pokemon 0: En La Piel de SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora