Capítulo LXIX

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¡Hey, hola! La canción que les dejo en multimedia, Don't Say a Word de Ellie Goulding, debe ser reproducida en el momento en que Sky dice lo del sonido de la cuerda tensándose. Para lograr el efecto que yo tuve mientras lo escribía, deben leer lo que quede del capítulo antes de que la canción se pone intensa (cuando Ellie Goulding berrea If you never say anything... y entonces saltan los créditos (en caso de que fuera un programa de televisión. ¡No estoy loca, no me miren así! Al final este capítulo no trató de lo que debía tratar (sobre cómo llegan con Lugia), pero todo sea por darles justo en el Skylevon.

¡Disfruten el capítulo!

 —En cuanto Devon pudo llegar conmigo, me envolvió en un fuerte abrazo y plantó un dulce beso en mi frente...

— ¡¡Eso es tan...!! ¡¡Tan...!! ¡¡Tan Skylevon!!

—Maldita sea...

En cuanto Devon pudo llegar conmigo, me envolvió en un fuerte abrazo y plantó un dulce beso en mi frente. Se separó de mí y me tomó los hombros para inspeccionarme de pies a cabeza, quizá en busca de heridas que necesitasen atención inmediata. Bulbasaur fue el siguiente en saludarme, dirigiendo una de sus lianas hacia mi mejilla derecha para darme una suave caricia. Eevee se levantó sobre sus patas traseras de la misma forma que habría hecho un cachorro y colocó sus patas delanteras sobre mis piernas para llamar mi atención.

Lilly mantuvo su distancia, casi como si no quisiese participar en nuestro reencuentro.

Una vez que los abrazos terminaron, me fijé en que Devon sonreía de oreja a oreja aún a pesar de las heridas que tenía en sus labios. No pude hacer más que pasar mi dedo índice sobre las heridas y decir, con cierto dejo de angustia:

— ¿Te duele?

Él negó con la cabeza.

—Estuve buscándote durante todo el día —me dijo Devon casi al borde de la euforia, por alguna razón me dio la impresión de que su sonrisa era mucho más hermosa gracias a esas heridas que zurcaban sus labios—. Creo que en ningún momento se me ocurrió que pudieses estar ocultándote en una cueva.

— ¿Qué pretendes decir con eso? —le espeté colocando los brazos en jarras y dibujando media sonrisa.

—No eres muy lista —respondió él con un guiño.

Yo obedecí a un impulso y me levanté de puntillas para plantar un delicado beso en su mejilla. Él se sonrojó levemente y dejó salir una risita nerviosa.

— ¿Qué ha sido eso? —me preguntó.

Yo me encogí de hombros.

—Me hace feliz saber que estás vivo —le respondí.

Al instante me sentí un poco abochornada, pero ya no había manera de retractarme de lo que había dicho.

Me fijé entonces en Lilly y ella me dedicó una triste sonrisa.

—Lilly —le dije escuchándome igualmente aliviada por haberla encontrado con vida—, me alegra verte.

No era del todo cierto, pero tampoco era una completa mentira.

— ¿Qué te ha pasado en el brazo, Lilly? —le pregunté.

—Ha luchado contra cien osos polares para quitarles su comida —respondió Devon entre risas y rodeó los hombros de Lilly con un brazo.

La punzada de celos me atacó nuevamente.

—Eran enormes —asintió Lilly, de inmediato supe que sólo se burlaban de mí—. ¡Pero les he demostrado quién es la que manda!

Pokemon 0: En La Piel de SkylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora