Sempiterno [Rewrite The Stars]

Capítulo 51

Elisa

La noticia que me había dado Micaela el día que me quede en su casa me había puesto muy feliz, a pesar de que horas antes me habían dicho que prácticamente ya no iba a tener trabajo. No tengo idea que voy a hacer, encima recien me había independizado, no puedo volver toda derrotada y fracasada a la casa de mi mamá, y tampoco puedo poner en apuros a Yuyu. Tengo que encontrar una manera para poder resolver esto.

Por el momento había decidido no decirle nada a Micaela, no quiero que piense que es por el escándalo que salió dias atras, no quiero que se vaya a sentir culpable.

Mi celular suena y es ella.

—ya estoy abajo mi amor-dice en cuánto contesto.

—ya bajo entonces. —tomo mis cosas y salgo rápido del departamento.

Creo que es mejor enfocarme en disfrutar estos dos días con mi novia, después de tanto escándalo nos lo merecemos.

—que hermosa estas —dice en cuanto me acerco a ella, estaba junto a un coche estacionado frente a mi edificio. Me asombro cuando abre la puerta del copiloto para que yo entre.

—hola mi amor —le doy un corto beso en los labios —¿y este jeep?

—es de Sam, mi maquillista. Es que como sabes, me gusta tomar todo el control cuando te preparo una sorpresa, por eso no quise que fuéramos en tu auto —me siento y pongo mi maleta en el asiento de atras, sus cosas tambien estaban ahi —ademas quiero que veas lo sexy que me veo manejando. —dice entrando al jeep y poniendose el cinturón.

—pues que el auto sea un Jeep negro, que estes usando una camisa negra y para colmo una gorra negra tambien, creeme que te hace ver muuuy sexy, me recuerdas a un personaje de un libro, pero no sé exactamente a quien —ella enciende el auto y comienza a recorrer el camino.

—mmmmmm.... cuando tenía quince años leía mucho, y si, creo que mas de algún personaje tiene las vibes que yo tengo ahorita, es que me veo super guapa ¿o no?

—te ves super guapisima y sexy —digo para alimentar su ego.

—¿ah sí? —Me sonríe de manera coqueta. De verdad amo mucho cada vez que me sonríe de esa manera.

—y dejame decirte que cada vez que sonríes así me pone muchísimo —rápidamente hago que se enrojezca.

—es bueno saberlo, para hacerlo mas seguido —me guiña un ojo y se pone a reír.

Luego de casi hora y media de camino y de cantar a gritos canciones de Taylor Swift por fín habíamos llegado, todo el hotel estaba rodeado de naturaleza, entramos al lugar y realmente era precioso, la entrada principal era una casa enorme, seguido de un restaurante y tal parece que mas allá estarían las habitaciones, habían varios caminos que te llevaban a distintas partes de todo lo que era el hotel. Cuando entramos un hombre de unos treintitantos, alto y con gafas sale a encontrarnos.

—¡Micaela! —saluda extendiendole los brazos para darle un abrazo —por fín llegas.

—¡Mario! —ella le corresponde el abrazo, por su saludo parecía que llevaban años de conocerse y ser amigos. —mira te presento, ella es Elisa, mi novia.

—un gusto Elisa, mi nombre es Mario Castelli —me toma la mano y saluda muy alegremente. —uno de mis muchachos va a llevar sus maletas a su habitación. —hace un gesto de llamado y un muchacho viene hacia nosotras, toma nuestras maletas y se las lleva —Estoy muy contento de tenerlas por acá, Micaela y yo ya hemos trabajado desde antes, cuando estabamos en Argentina e igual le daba publicidad al hotel que tengo allá.