Micaela
Llegué a casa con una fuerte presión en el pecho. Al uber le dije que se viniera lo más rápido que pudiera porque no aguantaba más el peso de lo que acababa de hacer. Sinceramente estoy odiando cada vez que me dan estos ataques de valentía porque siempre termina todo como el ojete.
Necesito tranquilizarme.
Voy a la cocina y me comienzo a preparar un té de manzanilla. Pongo música suave, las canciones de Shawn Mendes y las de Ed Sheeran siempre logran un efecto relajante en mí, así que pongo la playlist que tengo con música de ese estilo. Pongo la bolsita de té en el agua caliente y agrego un poco de miel. Sé que es inútil hacer este ritual porque nada va a calmar la ansiedad que tengo. Pero es esto o pegarme un tiro, y la verdad es que prefiero el té.
Me siento en el sillón y doy el primer sorbo al té, me quemo la lengua de lo caliente que esta, no puedo creer que soy tan estúpida hasta para tomarme una puta taza de té. Me agarra la bronca y me empiezo a calentar yo también. Es que, ¿Por qué soy tan insegura? ¿Por qué soy un desastre? ¿Por qué soy cobarde? Por favor, todos los males tengo. Pero creo que el peor de todos es la inseguridad.
Me odio. Total y completamente.
Me gustaría ser valiente siempre, no que solo tenga lapsos de valentía, porque cuando se me quitan todo es peor que antes. Y ya no quiero que sea así.
Ya no quiero que mi mente sea un completo quilombo.
Unos golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos. ¿Quién será?, si fuera Angie ya habría abierto la puerta y hubiera entrado puteándome porque me vine. No quiero abrir pero un segundo intento me obliga a levantarme del sillón. Abro la puerta y se me sale un grito cuando veo la cara de la persona que está ahí, cierro la puerta de golpe.
Es Elisa.
No, que estúpida que soy, ¿Cómo le voy a cerrar la puerta en la cara?
Abro de nuevo –perdón –digo. –pasa.
-¿estas segura de que eso es lo que quieres? –pregunta un poco seria. –ese grito me dice lo contrario. –se le sale una sonrisa un poco triste.
-no me esperaba que vinieras, mira si vas a venir detrás de una tonta que sale corriendo. Pff. –no logro sostenerle la mirada -No lo merezco.
-digamos que me dieron un empujoncito –tenía las manos metidas dentro de los bolsillos de su pantalón. –en realidad, vine porque me contaron algo que quiero que me aclares.
-por favor pasa –suplico, me hago a un lado, porque no da que estemos hablando de nuestros sentimientos en la puerta de la casa. Ella accede y pasa pero no se sienta en el sofá que hay en la sala, solo se queda de pie apoyada en el respaldar y se cruza de brazos. La música sigue sonando, decido no quitarla porque el volumen no está alto, está a un volumen que nos permite hablar sin complicaciones. La veo, y solo puedo pensar en lo diosa que se ve en esa posición. -¿Qué te contaron?
-¿pensabas volver conmigo? –maldita Angie.
-si. Pero te fuiste… y yo pensé que lo hacías… porque no me querías ver más. Ahora que lo digo en voz alta no puedo creer que suene tan egocéntrica. Me creía el centro del universo ¿viste?
-Micaela, aún viviendo aquí eran muy raras las veces en las que coincidíamos.
-y si, ahora que vos también me lo decís, lo que yo dije anteriormente suena aún más estúpido.
-ni tanto.
-¿Cómo?
-en realidad, me fui porque quería darnos espacio a las dos. No me fui porque quería salir corriendo o porque definitivamente no quisiera verte más. Y además mi amiga necesitaba urgente una rommie, así que decidí ayudarla.
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Sempiterno [Rewrite The Stars]
FanfictionCuando Mica Suarez, una popular youtuber argentina, viaja a México para asistir a un evento de redes sociales nunca espero conocer a Elisa, otra creadora de contenidi famosa de México. A pesar de las diferencias que podrian tener como personas, Mica...