Capítulo 23

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Elisa

Después de que hablamos poco a poco se fueron quitando los nervios de ambas y empezamos a sentirnos más cómodas y tranquilas. Es que no lo puedo creer, ella esta aquí, a mi lado, hace dos meses ni siquiera me imaginaba que esto podía ser real. Estamos tomadas de la mano viendo una película en el sillón de mi casa.

¡en el sillón de mi casa!

A mi cerebro todavía le cuesta procesar que estoy en una cita con Mica Suarez, aquí en mi casa, pero mi corazón no da más de la felicidad.

La película termina, ya es algo tarde pero no sé si debo invitarla a quedarse a dormir conmigo otra vez, pienso que sería demasiado para ella y no quiero que piense que soy muy intensa.

-esta película se acaba de convertir en una de mis películas favoritas –dice cuando aún los créditos están pasando –es muy buena.

-está dirigida por una mujer también, la escena del beso estuvo muy bien cuidada –doy mi opinión.

-igual lo que paso después, me exploto la cabeza –ríe –alta vergüenza me daría chapar con alguien y después hacer lo que hizo la chica.

Yo también río al recordar la escena.
-a pesar de ser un poco cliché tuvo giros bastantes inesperados… -mi celular suena porque está entrando una llamada. Es Angie – ¿dime? –contesto.

-che ¿esta Mica con vos? –pregunta algo desesperada.

-si ¿Por qué?

-decile que su celular a estado sonando desde hace un buen rato, no sé qué está pasando pero parece que es algo urgente. –veo la pantalla de mi celular y cuelgo.

-¿no traes tu celular? –se toca los bolsillos.

-no, que pelotuda, ni siquiera me di cuenta que no lo traía, ¿Por qué?

-dice Angie que ha estado sonando desde hace rato y que parece que es algo urgente.

-¿Cómo así? –se levanta y sale corriendo.

Por favor que no sean malas noticias.


Micaela


No puedo creer que tenga 32 llamadas perdidas, todas entre mi mamá, mi hermana y mis sobrinos. Para que sea algo así debe de ser algo grave. No, no que todo esté bien allá. Marco el número de mi mamá y llamo.

-hija por fin nos devuelves la llamada –dice Mirtha cuando levanta la llamada.

-¿Qué paso ma?

-te queríamos avisar que… -no puede seguir hablando porque se le quiebra la voz.

-Micaela –ahora es Belén la que habla –Papá y Christian tuvieron un accidente en el auto.

Siento como el corazón de golpe se me detiene.

-¿QUÉ? ¿Pero, cómo fue? –mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas, mi familia lo es todo para mí.

-se les atravesó un conductor de un camión, fue un accidente múltiple, no solo ellos salieron lesionados. 

-me chupan un huevo los demás loca, ¿cómo está mi papá y Christian?

-están graves Micaela, Christian acaba de entrar a cirugía y de mi papá aún no nos dan información.

-¡ANGIE RESERVAME UN VUELO A ARGENTINA AHORITA! –grito desde mi cuarto, necesito estar allá, con mi familia, Christian y mi papá son los pilares más importantes de mi familia, son los que siempre han estado ahí para levantarnos a todos y sacarnos de situaciones difíciles. Ni siquiera me puedo imaginar cómo serían nuestras vidas si ellos ya no estuvieran  –ya voy para allá boluda, mándame la dirección del hospital, en cuanto me baje del avión voy directo donde están ustedes.

Cuelgo la llamada. Estoy destrozada por dentro.

-¿eu que paso? –pregunta Angie entrando a mi habitación.

-mi papá y mi hermano tuvieron un accidente, por eso tengo que viajar.

-no lo puedo creer,  hey, si queres viajo con vos, mira como estas, me da pendiente que viajes así y sola.

-no, tranquila, yo voy a estar bien, necesito que te quedes para que me justifiques con los de la producción.

-ah sí claro, por eso no te agobies, ya buscare la forma de comprarte tiempo para que ellos no te molesten. Hay un vuelo que sale dentro de 40 minutos, yo creo que si llegas. Te voy a preparar un bolso para que eches el cargador y los accesorios de celular, lo que menos necesitas es que te quedes sin batería. –comienza a caminar por toda la habitación en busca de lo que dijo, yo me meto al baño para lavarme la cara y luego me cambio de zapatos.

Dios no puedo creer que hace un par de horas estaba de lo más tranquila. De pronto se me viene una frase de una serie <no hay dolor en la ignorancia> cuánta razón hay en esas palabras.

Un uber pasa por mí y me lleva directo al aeropuerto.

Por favor Dios que no le pase nada más a mi familia, no lo necesitamos. –Señor puede ir más rápido, estoy perder un vuelo –digo desesperada cuando veo la lentitud con la que maneja.

-estamos a un kilómetro señorita –se limita a decir.

Sé que es algo estúpido pero siento que hasta llegaría más rápido si salgo corriendo en este momento. Luego de unos minutos por fin llegamos, le pago y salgo disparada hacia dentro del edificio.

No puedo creer como la vida te puede cambiar en tan solo un instante.

Sempiterno [Rewrite The Stars] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora