Capítulo 22

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Micaela

Por fin mi llamado había terminado.  Hace dos días estábamos felices por haber terminado de grabar el  piloto de la serie, pero en la actuación, hay días de grabación que son realmente cansados, a pesar de solo tener que grabar una puta escena. Hoy tuvimos que grabar cinco veces una escena en la que me mojaban el pelo, tuvimos que repetirla porque la toma no quedaba bien. Si continuo a este paso voy a terminar sin cabello.

El uber por fin llega, me subo al auto aún con la incógnita de si debo escribirle a Elisa que ya voy en camino, no habíamos definido hora exacta en la que nos íbamos a ver, pero supongo que ya es mas tarde, lo cual significa que ya es hora de hablar. De decir que vamos a hacer con respecto a nuestros sentimientos.

Llego a casa y lo primero que decido hacer es ir directamente a mi cuarto a tirarme a la cama, no sé qué decirle, quiero algo con ella, pero no quiero que se vuelva algo viral y que lo sepan todos, no puedo  pedirle que no sea nada serio porque sería como ofenderla, o tal vez no. ¿Qué tal si solo somos amigas con derecho? Si lo hablamos bien nada puede salir mal, excepto que probablemente yo me termine enamorando más de ella y termine con el corazón hecho mierda cuando la vea con su pareja real.

¿Por qué me hago tantos quilombos en la cabeza cuando me gusta alguien?

Igual no es porque me guste la razón por la cual le doy tantas vueltas a este tema, sino porque no puedo proyectar nuestra relación a un futuro. Y eso me aterra. Debería de hacerle caso a Angie y pensar solo lo que voy a hacer en los siguientes dos días. Además no es como que ella sea la persona con la que quiera compartir el resto de mis días, literal apenas la conozco. Aunque si me gustaría.

Ya fue.

Tomo mi celular y le envío un mensaje.

M: ¿estás en casa? Recién acabo de venir.

E: si, yo también acabo de llegar. Si quieres puedes venir ya para que veamos que pedimos de comer.

M: ¿tu vieja no llega hoy?

E: no, mi familia llega hasta mañana. ¿Por qué?

M: no por nada, es que me daría penita :p

E: hahaha… ya ven porque tengo hambre.

M: me cambio y llego.

En realidad me voy a bañar porque creo que doy asco. Tal vez con la duchita logro tranquilizar un poco mi mente. Ahre que estúpida, ni con mil años dentro de una ducha podría calmar esto que siento.

Me quito la ropa y tomo la toalla.

Le puedo pedir que vayamos despacio, después de todo es lo que haría una pareja normal; verse, tontear, pasar el rato juntas, chapar. Sin tener tanto compromiso. Dios, la puta madre me sigo haciendo pija la cabeza y ni  siquiera sé lo que ella quiere. Tal vez la primera pregunta que le deba hacer es: ¿Qué es lo que esperas de mí?

Termino mi baño, no puedo tardar mucho porque le dije que solo me iba a cambiar. Así que me seco lo más rápido que puedo y me visto. Estoy por ir pero ahora no sé por dónde llegar, ¿por la puerta de atrás o en frente? Creo que lo mejor sería por adelante.

Salgo y camino rápido hasta llegar a la puerta. Toco tres veces la puerta y espero.

-hola –me da un beso en la comisura de los labios. –pasa.

-¿ya decidiste que vamos a ver? –pelotuda ¿que no era otra pregunta la que le ibas a hacer? Aunque bueno, no podía llegar y de primera soltarle que si quiere algo formal conmigo. Dios voy a terminar haciendo cualquier cosa.

-hay una película que me han recomendado mucho, se llama booksmart es como de comedia juvenil o algo así. ¿Traes hambre?

-un poco –me siento en el sillón.

-¿Qué pedimos entonces?

-pizza es lo más rápido, de aquí a 20 minutos ya voy a tener muchísima hambre, me conozco.

-ok ya la pido.

Llego la hora, llego la hora, llego la hora.

Ella se acerca a mí con su celular y se sienta junto conmigo. Meto mis manos debajo de mis piernas porque creo que me están temblando.

-¿tienes frio? –pregunta cuando observa donde tengo metidas las manos, niego con la cabeza, me estoy aguantando la ganas de reírme. Estoy nerviosa y  cuando lo estoy mi manera de expresarlo es riéndome. -¿estás bien?

-estoy nerviosa –digo medio riéndome –no pasa nada, de verdad, es que cuando estoy nerviosa hago muchas estupideces. –ella ríe también. 

-pero, ¿Por qué estas nerviosa? No te voy a hacer nada malo.

-es que no me da nervios por eso, me da nervios porque me gustas un montón y no quiero hacer algo que me avergüence, aunque creo que ya fallé –comienzo a reír más fuerte.

Ella ríe también–haber dame tus manos. –saco mis manos debajo de mis piernas y ella las toma –te confieso algo: yo también estoy muy nerviosa. –abre la boca para decir algo, pero luego se detiene.

-¿posta? –frunce el ceño, a veces se me olvida que por la diferencia de jerga no entiende alguno de mis modismos. –quiero decir ¿en serio? –asiente. -¿Qué hacemos?

-nada, es lo normal, es normal que estemos nerviosas en nuestra primera… -se  queda pensando en lo que va a decir.

-¿cita? –completo la frase. 

-no estaba segura si era una. –desvía la mirada hacia nuestras manos entrelazadas. No puede ser que sea tan tierna boludo me la quiero morfar a besos.

Micaela ¡concéntrate!

-¿querés que esto sea una cita? –pregunto bajito, ella vuelve a conectar su mirada conmigo y es ahí donde se detiene mi respiración, hace mucho no me veían así, con tanta ternura, tanto… amor. Una sola mirada y me tiene completamente derretida. Asiente –entonces, es una cita.

Se acerca y me da un beso en la boca, el cual me proporciona una seguridad increíble, siento que por primera vez conecto con  alguien que haría todo lo posible para no lastimarme. Y tengo que permitirme vivir esto porque si no me voy a arrepentir toda mi vida.

Sempiterno [Rewrite The Stars] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora