Capitulo 46

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Micaela

Entramos a su habitación y cerré la puerta. Mis manos casi temblaban por mi nerviosismo, pero hacer el amor con ella es algo que ha estado por mucho tiempo en mi cabeza.

-¿estas segura? -pregunto tímidamente.

-creo que la pregunta aquí es que si tú estas lista ¿no lo crees? -se acerca despacio hasta donde yo estoy y apoya sus manos en la puerta, arrinconándome entre ella y la puerta -¿segura que quieres ser tú quien lleve el control esta noche? -pregunta a tan solo unos centímetros de mi boca.

-por supuesto que sí -contesto confiada y uno de nuevo nuestros labios. No puedo darle cabida a mis inseguridades cuando estoy con la chica que me gusta.

En medio del beso sonrío, tengo que lograr que esta noche quede grabada por el resto de su vida y sé como hacerlo. -¿y esa sonrisa? -pregunta ella, no contesto, me limito a seguir sonriendo mientras salgo por debajo de su brazo liberándome así de su aprisionamiento.

Camino hacia donde está la cama -ven -le extiendo la mano. Ella se acerca hasta donde estoy yo y toma mi mano -cerra los ojos -ordeno. Ella a regañadientes me hace caso y es ahí cuando empiezo a contemplar con deseo la obra de arte que tengo frente a mí. Suelto su mano y llevo las mías hacia su rostro y comienzo a acariciarlo delicadamente, bajo por el cuello, acaricio el contorno de sus clavículas y llego hasta el primer botón de su camisa, lentamente, uno por uno, comienzo a desabrocharlos. Cuando estoy por llegar al último me acerco a sus labios y la beso mientras termino de quitarle la camisa.

La observo semi desnuda y siento que mi mirada ha cambiado, ya no es tan solo la mirada de una chica enamorada si no la mirada de alguien que anhela perderse en el cuerpo de la persona que tiene en frente de la manera más ardiente. Con un gesto le indico que se siente en la cama, ella lo hace y yo me siento a horcajadas sobre ella. La besé tiernamente una vez más y luego levante mis brazos para que ella pudiera quitarme la remera.

Regrese a sus labios y lleve mis manos hasta el broche de su sostén y de un solo tirón pude abrir el cierre, lentamente se lo saque. Nos acomodamos mejor en la cama, yo seguía arriba de ella y comencé a hacer un camino de besos desde su mentón hacia su pecho. Me puse de rodillas y ahora lleve mis dedos hacia el broche de su pantalón, comencé a quitárselo, ella levanto un poco las caderas para facilitarme la tarea, ahora estaba frente a mí y la única prenda que impedía su completa desnudez eran las bragas. Su rostro adquirió un rubor espectacular, pero su mirada también estaba cargada de deseo y eso me volaba la cabeza. Comencé a acariciar con mis manos el interior de sus muslos, lentamente acerque mi boca y comencé a besar el mismo camino que dejaban mis caricias, cuando estaba cerca de su punto más frágil, pude notar que su excitación se notaba hasta por encima de la tela de la única prenda que me impedía tomarla completamente mía, sonreí porque me llenaba un poquito de orgullo el saber que eso lo provocaban mis caricias, que lo provocaba yo. Me acomodé mejor para sacar su ultima prenda pero ella me detuvo.

-se me hace injusto que tú tengas mucha ropa encima todavía -me sonríe traviesamente. Tiene razón, así que procedo a quitarme el pantalón, el pantalón era muy ajustado así que seguramente lo que estaba viendo Elisa no era nada sexy -déjame ayudarte -no me opongo, ella se acerca a mi y lentamente me quita el pantalón, se queda por unos segundos observándome y ahora estoy segura que la que esta totalmente ruborizada soy yo. -no puedo creer que tengo a la mujer mas hermosa del mundo frente a mi.

Su comentario me llena de ternura.

-yo soy la que no puede creer que tengo tremenda diosa frente a mí -coloco un mechón de pelo detrás de su oreja y la beso, la beso con una intensidad que pensé no tenia, acaricio su espalda, sus pechos, su abdomen, quería grabar en mi memoria cada centímetro de su piel y estoy segura que ella también tenia el mismo sentir -Micaela, no puedo mas, necesito sentirte dentro de mi, necesito que me hagas completamente tuya. -dice entre gemidos, con la voz agitada.

Atiendo su suplica, termino de sacar su ropa interior, beso su boca mientras deslizo mi mano hacia la parte de su cuerpo que necesita más de mi atención. Muerdo su labio inferior mientras mis dedos entran lentamente en ella, la sensación cálida con la que me recibe su cuerpo está a punto de hacerme enloquecer. Ella empieza a gemir suavemente cuando empiezo a mover mis dedos, mueve sus caderas en busca de más contacto así que yo acelero un poco mis movimientos, estaba tan húmeda que eso facilitaba la fricción de nuestros movimientos -dios, sos tan perfecta, me encanta absolutamente todo de vos, tu cuerpo, tu boca -digo mientras beso su cuello -la manera en la que me haces sentir cuando estas cerca de mí. -sus músculos internos comenzaban a contraerse, sabía que estaba a punto de llegar al clímax, escondí mi rostro en su cuello y mordí suavemente mientras escuche como llegaba al orgasmo.

-tú también eres perfecta -toma mi rostro entre su manos y me besa. -y he esperado mucho tiempo para hacer esto. -Me da un rápido beso en la boca mientras pone su cuerpo encima mío y recorre con su boca todo mi abdomen hasta llegar al punto más frágil de mi cuerpo, lentamente quita la última prenda de ropa interior que yo tenía puesta y empezó a hacer su trabajo para darme placer con su lengua. Yo empecé a gemir mientras mis manos se aferraban a las sabanas de su cama. Mis piernas empezaron a temblar avisándome que estaba próxima a llegar al orgasmo, digo su nombre mientras mi cuerpo se libera en su boca, no podía creer que me hiciera llegar al clímax tan rápido. Casi puedo sentir como sonríe sobre mi piel al ver lo que ha conseguido

-¿estas cansada? -dice acercándose, besa mi cuello suavemente.

-absolutamente no. -sonrío maliciosamente y uno nuestras bocas en un intenso beso.

Esa noche hicimos el amor todas las veces que pudimos hasta quedar realmente cansadas. No pude borrar la sonrisa de mi rostro cuando ella acomodó su cabeza en mi pecho y se quedo dormida.

Sempiterno [Rewrite The Stars] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora