Capítulo 32

599 38 2
                                    

Micaela

No puedo creer que prácticamente cante esa bendita canción viéndola directamente a ella. ¿De dónde saque valentía? Aunque mi corazón se hizo chiquito cuando ví que no espero a que terminara de cantar. La ví retirarse así, nada más. ¿Será que se sintió incomoda?

Todos empiezan a pedirme que cante otra canción, pero ya no quiero, se me acaban de ir todas las ganas, riéndome les digo de que no y bajo del escenario.

Ahora ¿para dónde mierda me voy? ¿En dónde me meto? Quiero ser uno de esos animales que no me acuerdo como se llaman pero que meten toda la cabeza en el suelo. Me quiero ir, por suerte Angie está ocupada atendiendo a los demás, así que probablemente ni se dé cuenta que me fui.

Meto la guitarra en el estuche y desde la parte de atrás veo que Angie está bailando con Elisa, maldita enana que puede estar bailando de lo más normal con ella. Están bailando una canción que es viejísima, pero me río por la letra que dice “siempre he querido quererte y besarte, siempre he querido niña hacerte el amor” ¿Cómo será bailar esa canción con Elisa de manera coqueta e insinuante? Acercarme a su boca, estar muy cerca de sus labios pero no llegar a besarlos. Nada más provocarla.

Ahre ¡basta!

Empiezo a caminar, voy rodeando la pista de baile para que Angie no vea que me estoy yendo. Caminando, trato de acomodarme la guitarra en mi espalda cuando accidentalmente golpeo el codo de una chica.

-auch –escucho que dice. Era la mejor amiga de Elisa.

-uh, discúlpame. Fue sin intención. ¿Vos sos la mejor amiga de Elisa? –ya sabía que si pero mejor preferí hacerme la boluda.

-sí, soy yo, Yuriami –me extiende la mano.

-Micaela –contesto aceptando su mano. –mucho gusto, bueno, me voy,  no le digas a Angie.

-espera, pero, ¿Cómo? ¿Ya te vas? Si esto está que empieza.

-no, solo voy a ir a dejar la guitarra a mi casa, es muy importante para mí porque me la regalo un fan que quiero muchísimo, así que no quiero que se me vaya a perder o que le vaya a pasar algo –fue la excusa más tonta. Porque es obvio que no le iba a pasar nada a la guitarra si la dejaba en el segundo piso donde estaba con Angie. Pero no sé me ocurrió nada más. –ya regreso. –otra mentira también.

-ah ok –le sonrío y sigo caminando. Espero que ahora nadie me detenga porque tengo que salir huyendo ya mismo.

Por favor que patética que soy, aunque creo que la palabra no es patética, o tal vez sí, pero más que todo soy una ridícula histérica. Vengo canto una canción que ni al caso iba con la que verdaderamente iba a cantar. ¿Todo para qué? Para nada.

Salgo y volteo a ver hacia atrás, nadie viene detrás de mí. Respiro aliviada y comienzo a caminar, voy a estar más segura y a salvo de que nadie me descubra si espero el uber en la otra calle.

Elisa

Parece que solo se están saludando. El alma me regresa al cuerpo cuando veo que Micaela sigue caminando con su guitarra en la espalda. Yo levanto las manos para que Yuyu logre ubicarme.
-ya la ví –aviso a Angie. –pero ella no me ve.

-vamos hasta donde esta ella entonces.

Me sorprende tanto que la quiera conocer. Igual me gustaría que ellas se llevaran bien. Nos abrimos paso hasta donde estaba mi mejor amiga, Angie iba saludando a todos los que estaban ahí, pero no se quedaba a conversar porque estaba conmigo.

Sempiterno [Rewrite The Stars] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora