treinta y uno

754 119 5
                                    

Recostados en la oscuridad, Minho sentía el cálido cuerpo de Changbin acomodado sobre el propio, dejaba suaves caricias con sus dedos entre los cabellos y las orejas del híbrido, y el tranquilo ronroneo hacía que sintiera su pecho vibrar.

Mirando al techo sobre sus cabezas, Minho sonrió mínimamente, por lo lindo que se sentía estar así con su gatito.

— Honnie— escuchó, bajo, hizo un sonido afirmativo para darle entender que lo escuchaba—. Hueles a otra persona.

Su sonrisa se borró, su corazón latió un poco más fuerte por los nervios, Changbin lo pudo escuchar perfectamente, pues tenía una oreja sobre el pecho de Minho.

El gatito se separó, mirando a su humano desde a abajo, notó los ojos nerviosos de Minho.

— No hueles a Seungmin, ni a Hyun o a Lixie...— vió a Changbin arrugar su nariz, haciéndolo lucir adorable—. Desde hace días que hueles así.

Minho suspiró.

— Binnie, quizás deba hablarte de algo— dijo el castaño, tomó a Changbin por los brazos para quitárselo de encima, dejándolo a un lado, se sentó en la cama, esperó a que el gatito hiciera lo mismo.

Los ojitos asustados de Changbin lo hacían sentir mal.

— Changbin... Desde hace un tiempo yo... estaba viendo a alguien— confesó.

Bin frunció el ceño.

— ¿Qué significa eso? — preguntó.

— Pues... Antes de comenzar a "salir" con alguien, la gente se conoce y tienen citas y todo... Eso es "verse con alguien", es como... Un intento para ver si pueden llegar a ser una pareja.

Changbin se quedó en silencio unos segundos, sus orejitas comenzaron a bajar, quedando escondidas entre su cabello.

Ambos sintieron su corazón romperse, a causa del otro.

— Pero no, Bin— Minho comenzó a negar, se acercó a él para tomar sus mejillas alzando su rostro, vió lágrimas en sus ojos—. No funcionó, hoy... Nos vimos por última vez y peleamos... — negó, sus palabras no podían borrar las lágrimas—. Dejamos todo.

— ¿Tenías novio, Min?

El castaño negó, un nudo se formó en su garganta por escuchar la voz rota de Changbin.

— No, no llegamos a ser nada, Bin, sólo nos veíamos y-

— ¿Le dabas besos? — lo interrumpió el gatito— ¿Le da-bas besos como los que me d-das a mí, Minho? — lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, pequeños hipidos lo interrumpieron.

Minho quiso que la tierra lo tragaba.

— Sí lo besaba, Changbin — confesó, no le mentiría, el cuerpo del híbrido tembló por el llanto—. Pero no como te beso a ti, Bin, no era lo mismo, no lo es-

Changbin sollozo, Minho sólo atinó a abrazarlo, aunque el gatito intentó despegarse, el humano lo sostenía con firmeza.

— ¿L-Lo a-amabas? — balbuceó Changbin, ya rendido en luchar, escondía su rostro en el hombro de Minho— ¿L-Le de-cías "T-Te amo" c-como a mí?

Minho negó, notó la cola de Changbin moviéndose con furia debajo de las sábanas.

— Nunca lo amé, Bin, no lo amo— dijo—. Me di cuenta que sólo puedo amarte a ti, gatito— dejó de hablar esperando que el híbrido dijera algo, ante sólo escuchar llanto, continuó—. Por eso peleamos, no lo amaba, no valía la pena. No vale lo que tú, gatito.

Pasaron tortuosos segundos de silencio, hasta que Changbin controló su llanto y logró enterrar los lastimeros maullidos que querían surgir de su pecho.

— Entonces, ¿Por qué lo veías? — preguntó, dejando a Minho con vergüenza de decirlo.

— Me di cuenta muy tarde, bebé— murmuró—. Y... Con él hacía cosas que... No haría contigo, Changbin.

Sus orejitas se movieron con nervios, no entendía.

Se alejó con lentitud, Minho aflojó su abrazo, viendo el rostro rojizo de Changbin por el llanto, sintió su corazón partirse con esa imagen, intentó limpiar sus lágrimas pero Changbin apartó su mano.

— ¿Qué cosas? — preguntó, su ceño fruncido y la mirada casi asesina que le dedicaban lo hacían sentir extraño—. Besos y los "Te amo"... Los mimos y-y dormir juntos...— Changbin sollozó con enojo.

Estaba enojado con Minho por hacer todo lo que hacía con él con otra persona, y también estaba enojado con ese desconocido por exactamente lo mismo.

Su cola volvía a moverse con furia.

— ¿Qué más quieres? — murmuró, tragándose el llanto.

Minho quiso consolarlo, con todo su corazón y su alma, no quería que llorara, no quería que sufriera; pero era su culpa, Minho merecía todo lo que sufría por hacerle mal a su gatito.

Pero era Changbin quién no merecía sufrir de ese modo.

— Cosas que no puedo hacerte, Bin— respondió, sus ojos lloraban y su voz sonaba forzada, pero se mantenía tranquilo—. N-No puedo corromperte, gatito.

Changbin quería irse, intentó retroceder para salir de la cama, del cuarto, de la casa, en ese momento quería subirse a un árbol altísimo y quedarse sólo.

Minho tomó sus manos y lo detuvo.

— ¿Recuerdas lo que pasó en la casa de Seungmin? — murmuró—¿Lo que te hice?

Los ojitos de Changbin parecieron buscar en su memoria, porque se movieron ligeramente, hasta encontrar el momento en que Minho había llegado tarde, oliendo muy raro y muy mal, y lo había tratado de formas que nunca antes había conocido.

Asintió.

— Hacíamos cosas así, Bin— dijo—. No puedo hacerte eso, no de nuevo.

Changbin volvió a temblar por el llanto, no controló sus lágrimas, y volvió a llorar.

Se sentía mal, dañado, incompleto, y algo roto, y sólo lloró, maullidos lastimeros salieron de su pecho.

Minho lo abrazó, acariciando su cabeza, dejándolo que llorara y maullara de forma desgarradora sobre su pecho.







Minho lo abrazó, acariciando su cabeza, dejándolo que llorara y maullara de forma desgarradora sobre su pecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora