ciento veinticuatro

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— Mira esa pancita, dios, muero de ternura— dijo Minho, mientras se colocaba sobre el híbrido y dejaba miles de besos en su vientre, estaba en el octavo mes.

Changbin rió sintiéndo las cosquillas.

— Honnie, basta~

— Pero es que cada día estás más bonito que el anterior, no sé cómo haces — fue hacia su rostro para sonreírle con honestidad, antes de besarlo con cariño, haciendo que el gatito sonriera bajo sus labios.

Changbin ya tenía fecha para la cesárea, porque Minho no lo dejaba ir a parto natural, prefería que todo fuera más rápido y controlado por una cirujía.

Esperaban no uno, sino dos lindos bebés, y la ecografía había mostrado que un pequeño sería híbrido, igual que Changbin, y otro un lindo humanito, como Minho.

— ¿Crees que sea un gato calicó como a mí me gustan? — preguntó Changbin.

— Yo creo que será negro, como tú — dijo Minho, con una ligera risa —. Es parte de la genética, Binnie.

— Uno ya no puede tener esperanzas.

— ¿Por qué quieres tanto un gato calicó?

— Porque se parecen a ti — dijo, y Minho se sintió raro por ser comparado con un felino.

— ¿Hay alguna razón para que yo sea un gato calicó? — Changbin se encogió de hombros como respuesta.

Ya con las últimas semanas de su embarazo, tenían toda la casa preparada para la llegada de sus bebés, una cuna muy amplia dónde podrían entrar sus dos pequeños de forma cómoda, aunque ahora estaba decorada con bastantes juguetes, junto a su cama y una cajonera llena de ropa que en su mayoría, le había regalado Seungmin, mismo lugar en donde guardaban pañales, un par de botellas de shampoo y jabón para bebé.

Changbin se había encargado de hacer un pequeño agujero a un par de prendas de bebé, que serían para su pequeño gatito y por dónde pasaría su linda colita.

Minho veía a Changbin acomodar la ropa de los pequeños mínimo una vez al día, y siempre cargaba con una sonrisa tierna en su rostro, que lo hacía sentir muy cálido por dentro.

El día de la cesaría fueron a una clínica veterinaria, para estar más seguros, Seungmin los acompañó, y en cuanto Changbin entró a la sala y Minho quedó afuera esperando, llegaron Jeongin y Chan con comida para hacerle la espera un poco más relajada, aunque Minho no podía comer nada de los nervios.

Un par de horas después, la sala se despejó y notó a uno de los médicos que iba hacia él.

— Buenas noticias, los dos pequeños están muy sanos y perfectos — dijo, con una sonrisa amable —. Los están bañando, dentro de unos minutos una enfermera lo llevará a la sala de su pareja.

>> Por cierto, el señor Changbin me pidió que le dijera que había muerto en la cirugía y que la única forma para que reviviera era con una tarta de atún.

Minho estaba muy confundido, escuchó la carcajada de Seungmin a su espalda.

— Si, fue en los primeros segundos de anestesia, dicen cosas muy graciosas.

Los cuatro fueron hacia la habitación donde Changbin descansaba, aunque solo Minho entró completamente, el resto se quedó en el umbral, la habitación no era muy grande y no querían molestar.

Al rededor de media hora después, la enfermera pidió permiso para entrar, llevando un carro, parecido a una cuna pequeña andante y de color blanco.

Incluso antes de acercarse a ver, Minho ya escuchaba el maullido desesperado de un gatito bebé.

— El híbrido cambió a su forma animal después de que lo bañaramos, así que dejé su muda de ropa debajo, junto con un par de tuallas húmedas y pañales por si necesitan — dijo la mujer.

— Oh, gracias — dijo, y sonrió muy ampliamente, quizás se sintió algo raro, había hablado comió si la señora le estuviera dando un regalo, pero estaba muy feliz como para que le importará realmente, estaba tan feliz que casi quería agradecerle a todo el mundo.

Sus manitos fueron hacia el pequeño minino, del tamaño de su mano, quién maullaba en búsqueda de atención mientras su cabecita se movía de un lado a otro intentando hubicar algo del mundo exterior, el que no podía ver.

— Hola bebé, soy tu papá, Minho — murmuró, el gatito solo maullaba —. Si, miau, miau.

Sostuvo al gato contra su pecho, para darle calor y demostrar su presencia, y mientras se calmaba y se dejaba acariciar cálido entre su abrazo, Minho dejaba mimos con su mano libre sobre el otro bebé humano que descansaba en la cama, que movía sus manitos y dedos sin sentido y hacia muecas.

— Hola bebé humano — murmuró —. Tu eres menos gritón que tú hermano, ¿No?

>> Seungmin, ni siquiera te estoy viendo y se que estás llorando, para, porque si haces llorar a mis hijos...

— Es que son muy lindos y tu también y están todos muy lindos — balbuceó.

— Si, amigo, si — dijo Jeongin, y lo rodeó en un abrazo suave, dejando que llorara sobre su hombro.

— ¿Y como se llaman? — dijo Chan.

— Este lindo gatito de aquí — meció un poco al híbrido bebé que tenía en pecho, aquel pequeño gatito —. Se llama Sky, Changbin eligió el nombre.

>> Y está lindura es Seunghyeon.. Ese lo elegí yo, Seung es por mí mejor amigo llorón — y con eso el pelirrojo comenzó a llorar aún más —. Oh, vamos te vas a quedar seco, Kim.

Chan lo abrazó, creyendo que entre los dos podían consolarlo mejor.

— Creo que será mejor irnos, avisanos cuando Changbin despierte y si necesitas algo — dijo Jeongin, y se despiedieron con una sonrisa amable, antes de cerrar la puerta de la habitación.

Minho acomodó una silla junto a la cama de su aún anestesiado novio, le dijeron que podía estar un par de horas así, así mejor sería estar cómodo.

— Mira, Binnie, aquí está tu hijo medio gatito, Sky — colocó al gatito que volvía a maullar sobre su pecho — y yo también tengo a un bebé humano por aquí — alzó a su pequeño junto a su pecho, meciendolo suavemente —. Y son muy bonitos los dos, lo verás cuando despiertes amor — dejó un beso en la mejilla de su novio.

>> Y al salir te haré tu tarta de atún.

>> Te amo mucho, mí Changbinnie.









Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora