sesenta y cuatro

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Minho le había comprado a Changbin una de esas cañas de pescar para jugar con los gatitos, con un montón de plumas en el extremo de la corta línea y un cascabel que estaba muy seguro que lo enloqueceria en algún momento.

Pero el gatito negro que saltaba y perseguía el juguete lo hacía reír demasiado.

Había pasado todo el día con Changbin, y habían jugado muchísimo y se sentía extremadamente bien.

A eso de las cuatro de la tarde, el toque en la puerta interrumpió su juego.

Minho miró al gatito con el ceño fruncido, él no esperaba a nadie.

Dejó el juguete sobre el sillón y se levantó a abrir, pensando que seguramente era algún religioso que le iba a dar un sermón de unirse a su secta o algo, y le dió pereza rechazarlo con sólo pensarlo.

Al abrir la puerta no pudo contener la sorpresa y alzó sus cejas.

- ¿SeungKwan?

El peliazul le dedicó una sonrisa triste, debajo de sus ojos había unas oscuras ojeras.

- Minho... ¿Podemos hablar?

Iba a abrir la boca para responder pero escuchó un bufido a sus pies, ambos bajaron la vista al gato negro, totalmente erizado, que le mostraba los dientes con furia al peliazul, mientras murmuraba ruidos de enojo.

Minho sonrió con orgullo.

SeungKwan hizo una mueca molesta.

- ¿No está tu novio? ¿Ese Changbin? - preguntó SeungKwan su tono era penoso-. Yo... Quería hablarte de algo importante y sería incómodo si él está y...

- Ya, pasa - dijo el castaño, apartándose de la puerta, recibió un maullido enojado de parte de Changbin.

SeungKwan asintió y entró al departamento.

- ¿Como se llama tu mascota?

Minho se mordió el labio al escuchar esa palabra.

- Seo - respondió.

- ¿Siempre es así de odioso? - volvió a preguntar el peliazul, mirando al gato que lo miraba con odio.

Minho se encogió de hombros, sonriendo falsamente.

- Sólo cuando le cae mal alguien.

SeungKwan alzó una ceja.

Minho se acercó al sillón para mover el juguete de Changbin, invitó a SeungKwan a sentarse a su lado.

-¿Qué querías hablar, Kwannie?

El peliazul sonrió por el apodo.

- Honnie, yo... No he podido superarte, y me cansé de tener citas con otros e intentar olvidarte... En serio te amo, Minho - sus ojos lo miraban con pena.

- Lo siento, SeungKwan, nunca quise decírtelo porque no quería lastimarte pero... En realidad, nunca te amé.

>> Y espero que puedas encontrar una persona que lo haga, te lo mereces, pero esa persona no soy yo.

SeungKwan sorbió su nariz.

- Puedo hacer que me ames - dijo, en voz baja, Minho negó-. Dime lo que quieres, Minho, dime y te prometo que te daré todo- SeungKwan tomó su mano, aunque el castaño hizo como si no estuviera allí.

- No funciona así, SeungKwan- dijo Minho en tono seco-. Y yo amo a Binnie, lo amo como nunca amé a nadie y no lo dejaría.

- No estoy diciendo que debes dejarlo, Ho... - murmuró el peliazul, acomodó su cabello hacia atrás y sonrió, se acercó a Minho un poco demasiado-. No tiene por qué saberlo.

Minho negó, miró hacia otro lado dispuesto a levantarse y abrirle la puerta para decirle que se vaya, pero el peliazul tomó su rostro y se acercó de golpe a él.

Antes de que sus labios se tocaran, el grito furioso del gato hizo a Minho mirar hacia un lado, sólo para ver la bola de pelos lanzarse sobre SeungKwan, haciendo que este volviera a quedar sobre el sillón de la sorpresa, mientras Changbin le bufaba y razguñaba, prendido a su remera.

Minho nunca lo había visto así.

- ¡Gato inmundo! - SeungKwan lo tomó con fuerza de la parte posterior de su cuello, tirando de él con brusquedad hasta que sus uñas soltaron su ropa, para arrojarlo lejos de su persona.

Changbin se golpeó contra la mesa ratona, perdiendo el equilibrio en su caída y cayendo de costado en el suelo en vez de sobre sus patitas, un sonido lastimero y de dolor hizo que el corazón de su humano se contrajera.

- ¡Bin!- Minho se acercó a él rápidamente, el gatito se levantó en parte del suelo, quedando acostado sobre sus patas, el castaño se arrodilló a su lado y lo alzó con delicadeza, acariciándolo con un amargo sentimiento en su pecho- ¿Estás bien, bebé?

- ¿No se llamaba "Seo"? - escuchó decir a SeungKwan con desprecio.

Minho alzó la vista hacia él, supo que ya la había cagado.

- Estás saliendo con un puto híbrido... Dejaste a una persona como yo por un animal... Me das asco, Lee.

- Changbin es mejor persona que tú y que muchos más- dijo Minho sin un gramo de sutileza.

- Ni siquiera es una persona, Lee, ¿Qué te pasa? Estás enfermo.

- Vete de mi puta casa- murmuró Minho, apretando los dientes.

- Supongo que voy a tener que hacerte entrar en razón... Me estás decepcionado mucho, Minho....

- ¿No te dije que te larges? - Minho casi grito.

SeungKwan suspiró y se levantó del sillón con furia, salió de la casa dando un portazo.

Minho se inclinó hacia Changbin, dejó un beso en su frente.

- ¿Estás bien, amor? Cambia para mí, por favor... - rogó.

El gatito en sus brazos en pocos segundos era el muchacho de desordenado cabello y con sus orejas hacia atrás.

- Duele... - se quejó, haciendo una mueca, frotando el lado que había golpeado el suelo.

- Te daré hielo, Binnie antes de que salgan moretones - Minho acarició sus mejillas- Lo siento, amor.... Estabas muy enojado, bebé.

- Tu ex es un idiota.

- No es mi ex porque nunca fuimos nada... Pero entiendo el concepto- besó su frente de nuevo-. Tengo un gatito malo y violento.

- Callate y curame- finalizó Changbin.






- Callate y curame- finalizó Changbin

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Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora