Bad Luck (MinBin)

cuarenta

Escucharon la puerta rechinar suavemente cuando fue abierta de más (Seungmin tenía la costumbre de dejarlas entreabiertas por si sus híbridos lo necesitaban, esa no era la exepción); ambos se giraron, el pequeño minino se asomó a su interior, sacando sonrisas en los dos.

—Hola, Binnie.

— Miau.

Minho palmeó su regazo, haciendo que el gatito corriera un poco hasta llegar a él, acomodándose sobre sus piernas.

Minho comenzó a dejar caricias en su cabecita, la sensación fea por todo el relato de Seungmin se había ido gracias a la presencia de su lindo híbrido.

— ¿Qué pasa, gatito?

Changbin cambió a su forma humana, aún sentado sobre el regazo de Minho, quién rodeó su cintura con cariño, acercando su cuerpo hacia él un poco.

— Hyun y Lixie me están molestando— dijo, un ligero puchero apareció en sus labios.

— ¿Por qué te molestan, bebé? — preguntó Minho—. Dilo y Seungmin hablará con ellos para que dejen de hacerlo.

Las mejillas de Changbin se tiñieron de rojo.

— ¿Binnie? — dijo Minho, exigiendo con su voz, aunque su tono era suave.

Los ojitos del gatito bajaron a su regazo.

— Me molestaban porque quiero tener hijos contigo— respondió.

Seungmin soltó una exagerada carcajada, Minho abrió sus ojos en demasía, sus mejillas comenzaron a enrrojecer, emparejadas con las del híbrido.

— Esta conversación está muy interesante y todo— dijo Seungmin, aún divertido—. Pero es muy privada, iré a escuchar detrás de la puerta— añadió, para levantarse del sofá y salir del lugar, cerrando la puerta de la habitación.

Minho lo insultó internamente.

Changbin seguía con la mirada baja, con cierta vergüenza por lo que había dicho.

— Yo... Entiendo si no quieres tener hijos... conmigo— murmuró el híbrido.

El castaño sintió miedo, no supo bien de qué, pero quizás de lastimar a su lindo novio.

Llevó sus manos al rostro de Changbin acariciando sus mejillas, haciendo que alzara su mirada y se volteara hacia él.

Le dedicó una pequeña sonrisa.

—Bin, no es que no quiera— dijo, midiendo sus palabras—. Pero es muy pronto, gatito, ¿Entiendes?

Changbin asintió levemente, apretó sus labios.

— Changbin tu... ¿Puedes tener hijos? — preguntó Minho.

No tenía mucha esperanza de que su gatito lo supiera, pero creía que siempre había una pequeña posibilidad para todo, no perdía nada con preguntar.

Changbin se encogió de hombros.

— No lo sé— dijo—. ¿Quizás?

Minho se sintió nervioso, las orejas de Changbin se agitaron, también sintiéndose como él.

Minho soltó una risa nerviosa.

— Lo siento, Binnie— dijo, lo abrazó con un poco más de ganas, atrayendo al híbrido hacia él, se había alejado inconscientemente con la declaración de su gatito.

Changbin mostró una ligera sonrisa.

— Quizás deba llevarte al veterinario un día de estos, Binnie— dijo Minho, las orejitas del híbrido se alzaron de golpe— ¿No te gusta?

— Es... Ese tipo que te da las vacunas, ¿Verdad?

Minho rió de ternura.

— Sí, Binnie, es ese.

Su ceño se frunció y sus orejas bajaron, su expresión era molesta.

— No me cae bien ese tipo— declaró, molesto, arrugó su pequeña y adorable nariz.

Minho rió por lo lindo que era Changbin.

Con un novio como él no podía preocuparse por las cosas adecuadamente, se distraía mucho con lo tierno que era.