ciento cinco

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- ¡Seok ¡Seokmin, no! ¡No! ¡Suéltalo! ¡Que lo sueltes!

Mingyu se sentía estúpido persiguiendo un caniche blanco que llevaba un hurón en la boca, mientras un conejo blanco los miraba de lejos.

- ¡Changbin! - llamó al que técnicamente, era su segundo jefe- ¡Changbin, ¿Qué hago?! - gritó, algo desesperado al ver que Hansol había dejado de soltar quejidos y de intentar escapar de Seokmin.

En la otra punta de la casa, un gato se desperezo con lentitud, escuchó los gritos de la planta superior y cambio a su forma humana con pocas ganas hasta llegar arriba, recién se despertaba.

Mingyu parecía totalmente preocupado, y en cuanto vió al somnoliento híbrido lo tomó por los brazos, y habló rápidamente:

- Changbin, Changbin, ayúdame, yo te ayude, ayúdame, ese perro atrapó al hurón y no lo suelta y no me deja atraparlo y Hansol ya no hace ruido y no sé qué pasó pero son unos monstruos, y el conejo no me ayuda- señalo a Soonyoung quien seguía inmóvil en una de las cuatro camas de la habitación, movió sus bigotes.

Changbin rodó los ojos, se despegó de él sin decir nada y fue directo a los niños.

- Mocosos, ya asustaron al nuevo y me despertaron - los miró con cierto odio y bajó sus oscuras orejas de forma amenazadora, Seokmin bajó sus orejas con miedo y Hansol dejó de finjir estar muerto para escapar de la mandíbula del perro con facilidad y esconderse detrás de él.

- ¿Qué mierda? - Mingyu se sentía engañado.

- Dejen de asustar al nuevo - dijo Changbin, sonaba molesto-. No les hizo nada, tontos, se aprovechan cuando no está Minho, pero les recuerdo... Que yo soy más malo que él así que no me hagan enfadar.

Hansol huyó para esconderse en la ropa de Mingyu y Seokmin sólo se quedó inmóvil en el lugar, como si fuera un perro obediente.

Changbin suspiró y se volteó hacia Mingyu, el hurón se escondió detrás del cuello del moreno.

- ¿Cómo hiciste eso? - pregunto el más alto, de forma simple había controlado a los dos más revoltosos.

- Una vez persegui a Hansol hasta que se cansó y me pidió piedad y a Seokmin... Lo razguñe cuándo me despertó de mi siesta, me tienen miedo y más les vale.

- ¡Binnie!

- ¡Me había apenas despertado! He razguñado a Minho por lo mismo, ¿Crees que con ellos sería diferente?

- Pero son bebés...

Changbin rodó los ojos.

- No me hagas razguñarte también- dijo el pelinegro-. Puedes amenazarlos con que voy a venir- se encogió de hombros-. Soonyoung nunca me hizo nada pero dile que no vas a dejar que escuche a Bebe Rexha y ya- el conejo empezó a saltar como loco al escuchar eso-. ¡No no estás castigado, Soonyoung!

El conejo terminó cayendo de la cama por saltar y calcular mal dónde caer, Changbin se rió por eso.

- Iré al cuarto a seguir durmiendo- dijo el felino, y se fué dejando a Mingyu sólo con los niños.

No habían pasado ni veinte minutos, que Mingyu pobremente pudo controlar a los niños, que tocaron el timbre y amenazando a los chicos conque Changbin iba a vigilarlos, bajó hasta llegar a la entrada de la casa, al abrir la puerta frunció el ceño, confundido.

- ¿Tu no estabas arriba durmiendo?

- Vengo a buscar a Changbin - dijo aquel pelinegro con orejas felinas sobre su cabeza.

- Oh, tú no eres Changbin.

- Jisoo - dijo el híbrido-. Vengo a buscar a Changbin - repitió, pocas veces hablaba tanto con un extraño y ya no le agradaba esa mirada demasiado directa sobre él.

- ¿Minho te dió permiso? - Mingyu alzó una ceja.

- N-No.

Mingyu hizo una mueca, apretando sus labios.

Las orejas de Jisoo temblaron.

- ¡Changbin~! ¡Tu amigo Jisoo está aqui~!

- Hermano- murmuró el gatito.

Para sorpresa de Mingyu, Changbin bajó a los pocos segundos, yendo sin dudar hacia su hermano y abrazándolo, dejando al más alto mirar las grandes similitudes de ambos, y la considerable diferencia de altura también.

Changbin dejó caricias en las orejas de Jisoo, y el gatito cerró los ojos al sentirse mimado.

- Dile a Minho que me fui con él- dijo Changbin, mirando a Mingyu.

- ¿Nada de permisos? ¿Ni nada? ¿Te vas y ya?

- Ese es el secreto para hacer lo que quieras- dijo Changbin con una sonrisa amplia-. Es mí hermano, Minho me da permiso igual- se encogió de hombros.

- ¿Llevas abrigo?

- Es verano.

- ¿Pero llevas?

- No creí que hubiera alguien peor que Minho - dijo Changbin, rió un poco al final-. Adiós Mingyu, cuida a los niños y que no se derrumbe la casa- añadió con simpleza, mientras se marchaba de la mano con el híbrido menor e ignoraba las preguntas del más alto.






 Adiós Mingyu, cuida a los niños y que no se derrumbe la casa- añadió con simpleza, mientras se marchaba de la mano con el híbrido menor e ignoraba las preguntas del más alto

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Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora