setenta y cuatro

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- Señor, no puede quitarse el oxígeno.

- Me vale verga, ya me cansé de esto.

Seungmin dejó la mascarilla a un lado y apartó a la enfermera en todos sus intentos de colocarsela de nuevo.

- Señor, ¿Podría colaborar, por favor? Es por su bien.

- Déjame llamar a alguien primero y vuelvo con esa porquería- dijo, y estableció contacto visual por dos segundos completos antes de que la enfermera cediera.

La mujer del uniforme le extendió el teléfono de la habitación, y Seungmin marcó el número de celular esperando que su lindo tigre estuviera cerca y recordara cómo atender la llamada.

Para su alegría, lo hizo, y el híbrido, con voz monótona y cansada comenzó a repetir el monólogo que él le había enseñado.

- Hola, mí padre no me deja hablar con extraños, no aparece tu nombre. A-

- Hyunnie, soy Seungmin.

La línea se quedó en silencio un segundo y después tuvo que apartar el teléfono de su oido para no ser aturdido, aún así escuchaba a aquellos dos llamarlo.

- ¡Bebés, bebés! ¡Tranquilos! - habló entre risas, escuchó a los otros dos calmarse un poco- ¿Están ahí los dos?

- ¡Si! - dijeron ambos.

- ¿Lixie?

- Si, Minnie-Hyung- murmuró el conejito.

- No llores, pequeño...- al humano le partía el corazón que sus lindos novios estuvieran mal y lejos de él, no podía esperar menos, era el tercer día que estaba en ese hospital y sabía que nadie les había dicho nada de lo ocurrido a aquellos dos.

Y en realidad, era mejor así.

- Pero no puedo evitarlo- murmuró Felix, sorbió su nariz al final de la frase, Seungmin sonrió al escuchar los besos que Hyun le estaba dando al menor.

- Escuchen, mis amores, pronto iré a casa, ¿Sí? Ya casi.

- ¿Estás en camino? - preguntó Hyunjin, y hubo un silencio espectante.

- Si- mintió-. Estoy en camino, me falta un poco, aún.

- Te esperaremos - dijo Felix.

- Lo sé, bebé... Cuéntenme, ¿Cómo están los demás?

- Honnie-hyung sigue enfermo.

- También están los amigos de Minho- dijo el tigre-. Son buenos, pero son raros.

- ¿Qué tan raros?

- El que es un ardilla lanzó una pelota y el humano fue a buscarla.

Seungmin comenzó a reír por aquella imagen mental, hasta un par de lágrimas escaparon.

- ¿Y su nuevo amigo? - preguntó, refiriendose a Jisoo.

- No quiere ser nuestro amigo- respondió Felix.

- ¿Como que no quiere?

- Está todo el día sólo, cuando le hablamos él no nos contesta y casi no nos mira.

- Creo que le caemos mal.

Seungmin frunció sus labios, sabía que el gatito era alguien difícil, no podía ni imaginar que tan mal estaba, pero comprendía su situación.

Jisoo había sido feliz un momento y después le habían arrebatado esa felicidad.

Y le dolía pensar en eso.

- Chicos, no se rindan con él- pidió-. Es pequeño y algo evasivo, pero es muy bueno, ¿Si? Denle otra oportunidad. Él está triste, sean buenos.

- De acuerdo- dijo Hyunjin.

-¿Y cómo está Minho? - preguntó el humano, cambiando de tema, volviendo a su amigo.

- Enfermo- repitió el tigre.

Seungmin rodó los ojos, no sabía que esperaba que aquellos dos pudieran decirle de diferente.

- ¿Va a mejorar? - preguntó Felix.

- Quizás... Con el tiempo- respondió Seungmin.

- ¿Y dónde está Binnie?

Las palabras se quedan en su garganta, Seungmin sabe que no debe decir nada al respecto de su desaparición, y menos a sus lindos y sensibles novios.

- Changbin está aquí conmigo.

- ¡¿En serio?!

Seungmin sonríe con dolor al escucharlos tan emocionados.

- Changbin esta enfermo también, está durmiendo, no griten.

- ¿Le preguntas si va a volver por Minho?

- ¿Va a volver a jugar con nosotros?

Le duele que sus híbridos sean tan inocentes, le duele no poder decir la verdad.

- Sí, Binnie va a volver- respondió, intentando que su dolor no se note en su voz.

- ¿Tú y Changbin van a venir juntos?

Seungmin pensó un momento en que responder, en verdad, sus híbridos podrían salir con preguntas tan sorpresivas.

- Sí- dijo, finalmente-. Yo llevaré a Binnie a casa también.

Y fue en ese momento en que en serio se dió cuenta que podía hacerlo.

Era parte de la Organización, tenía contactos que podían ayudarlo, podía conseguir gente de todo el país si lo deseaba.

Ya había detectives investigando el atentado contra el refugio, sabía que aunque ellos no podían ayudarlo porque estaban ocupados, conocerían a alguien que sí, no sería difícil conseguir un privado para buscar a Changbin.

Se prometió a sí mismo que lo recuperaría.

- Diganselo a Minho por mí, pequeños- dijo, tosió con fuerza y tuvo que apartar el teléfono, la enfermera lo miró con expresión de "Te lo dije"-. Díganle que volveré con Changbin.






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Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora