Bad Luck (MinBin)

treinta y siete

Seungmin soltó un chillido digno de una adolescente, Minho arrojó con fuerza el almohadón que estaba descansando a su lado, lejos de callarse, su amigo comenzó a reír.

—¡Minhoo! ¡Me encanta! ¡Es muy lindooooo! ¡Sabía que terminarían juntos!

El castaño soltó un bufido.

— Por eso no te cuento las cosas.

— La última vez que no me contaste algo me llamaste a las tres de la mañana para que vaya a limpiarte tus mocos, llorón— replicó.

— ¡No fué así!

Seungmin se acercó a él para abrazarlo, mientras seguía hablando en voz chillona y lo zarandeaba.

— Minho y Changbin están sentados debajo de un árbol be- sándo- se — canturreó, haciendo que su amigo rodará los ojos.

— Eres tan molesto.

— Pues perdona por ser tan molesto por alegrarme de tu felicidad, bro.

Minho rodó los ojos de nuevo, soltó una risa floja.

Seungmin se acomodó a su lado, sosteniendo su rostro con sus manos de forma aniñada, sonriendo y haciendo que sus hoyuelos aparecieran.

— Soy muy, muy, muy, muy, muy feliz por ustedes— dijo en un tono más agudo de lo normal.

Minho sólo pudo sonreír, sus mejillas ahora estaban ruborizadas por toda la emoción de su amigo.

— Sabía que necesitabas un gatito en tu vida, Honnie— escuchó decir a Seungmin—. Y eso que entonces quería quedármelo... Ahora pensar en eso sería raro— suspiró de forma pesada—. No sé qué hubiera hecho, tengo más que suficiente con dos... Y pensar que tendré que tratar con muchos más.

Minho frunció el ceño.

— ¿Por qué?

—¿No te dije que me llamaron de la Organización Nacional a Favor de los Híbridos para formar parte? — Seungmin alzó las cejas al dudar de haberle contado a su amigo o no.

Minho lo miró y alzó una ceja.

— Esos sólo quieren tu dinero, Seungmin, se aprovechan que tienes una fortuna.

— No, Ho— el chico negó—. No me llamaron para ser donador, me llamaron para ser parte de la administración de la organización, en la sede de la cuidad.

El castaño estaba algo impresionado.

— Pero tú no estudiaste nada para ser parte de una organización, Min.

Seungmin hizo un ademán para que se callara.

— Necesitaban personas para cuidar a los híbridos, y buscarles un hogar— dijo—. Mí trabajo se basa en hacer lo mismo que hice por ti y por Changbin, darles abrigo y apoyo hasta que tengan un hogar a donde ir.

Minho asintió.

— Suena a un lindo trabajo.

Seungmin asintió, sonrió ampliamente.

— Me encanta— confesó, hizo una pausa y miró a Minho antes de chillar de nuevo, recordando la noticia de que ahora estaba saliendo con el lindo híbrido que le había presentado unos meses atrás—. Pero no me gusta tanto como el traje que me pondré en su boda.

— ¿Qué? — preguntó Minho, con gracia, ya no sabía que hablaba ese chico.

— Vi uno hermosos en el centro comercial el otro día, ¡Me encanta! Es rojo, y aunque no se casaran lo iba a usar en alguna ocasión, pero ahora tengo la mejor excusa para comprarlo.

Minho rodó los ojos, dejó que su amigo festejara la noticia sin decirle nada, hasta comenzó a usar el celular mientras Seungmin hablaba de cómo se imaginaba la boda.