veinticinco

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Las miradas de Changbin y de Chan se encontraron, el gatito estaba más que interesado en la extraña apariencia del otro, nunca lo había visto antes.

Subió al respaldo del sofá, pasando por detrás de su humano para acercarse al pequeño mamífero.

Acercó su pequeña naricita para olerlo, notando un deje dulce en el aroma de Chan.

Por su parte el otro híbrido estaba más que incómodo con la cercanía de Changbin, se alejó un poco usando el cuello de Jeongin para esconderse.

Changbin estiró su peluda patita para intentar tocarlo, pero Chan fue más rápido y se metió dentro de la ropa de su humano, haciendo que las almohadillas de su pata tocaran el cuello del moreno, quien se volteó a mirarlo y sonrió con ternura, el gato retrocedió un poco con vergüenza.

— ¿Molesta? — preguntó Minho, tomó al gatito en brazos, alejándolo de Jeongin para dejarlo en el suelo.

— No, no, para nada, es muy lindo— dijo el moreno, con una sonrisa, dejó la lapicera y el cuaderno para buscar entre sus prendas hasta dar con su mascota, dejándola en su mano, mientras le acariciaba con delicadeza con la otra—. ¿Por qué no vas a hacerte amigo de Changbin, Channie? — habló con cariño.

Notó a Changbin acercarse a él de nuevo, alzando su cabecita para olfatear, moviendo sus bigotes de forma adorable.

Jeongin dejó a Chan sobre el lomo del gato, quien se giró para intentar verlo, pero el pequeño comenzó a caminar sobre el peludo cuerpo del gatito, confundiéndolo al sentirlo correr por su cuerpecito, sin saber a dónde mirar para encontrarlo.

Changbin comenzó a maullar al sentir como tiraban pequeños mechones de su pelaje cada vez que Chan se tomaba para avanzar o sostenerse.

Inconsientemente comenzó a avanzar, casi hasta correr, para intentar quitarse esa estúpida ardilla de encima.

Jeongin no podía evitar reír al ver tal escena, Minho tampoco duró mucho en hacerlo también, viendo a su gatito correr por el departamento con el pequeño mamífero encima.

Pasaron unos minutos así hasta que Changbin tuvo la larga cola de Chan a su alcance, y sin dudarlo la atrapó en su boca, tirando del animalito para que lo soltara.

Chan tiró de sus cabellos una vez más antes de soltarse, dando como un chillido por los pequeños dientes de Changbin apretando su colita.

Lo siguiente fue totalmente impresionante para Minho, quien abrió los ojos en grande al ver a ese pequeño animalito transformarse en un chico en poco segundos.

— ¡Jeongin! ¡Me mordió!

Las risas se habían detenido, escuchó a Jeongin tragar duro.

Lo escuchó insultar, algo que era muy raro por parte del moreno, quien dejó todo sobre el sofá y se acercó casi corriendo hacia el pelinegro, sentado en el suelo mientras lloriqueaba.

Changbin lo miraba con los ojos muy abiertos, sus orejas estaban completamente erguidas.

— Jeooong, me dolió— se quejó Chan, ahora en su forma humana, mientras el moreno se acercaba a él desde atrás, abrazándolo por instinto al consolarlo—. Estúpido gato.

— Shhh, Channie, no digas insultos— lo retó Jeongin, su tono había sido tranquilo pero contundente.

El humano suspiró con cansancio, miró sobre su hombro a Minho, en sus ojos había suplica.

— Te pido que no digas nada.

Minho negó, se levantó del sillón para ir hacia ellos, posó una mano sobre el hombro de Chan, mirando su rostro, que tenía un leve puchero que no cambiaba en nada lo atractivo de sus rasgos.

Le dedicó una pequeña sonrisa.

— Lo siento, Chan— dijo, miró al gato—. Binnie, pídele perdón a Chan.

El gatito negro tardó un momento, acercándose a Minho, escondiéndose un poco detrás de él antes de cambiar a su forma humana.

Miró con pena a Chan.

— L-Lo siento— murmuró.

— ¡Eso no va a arreglar que me hayas mordido!

— ¡Chan! No le grites— lo reprochó Jeongin, al ver cómo las orejas de Changbin habían bajado bruscamente—. A demás como si hubiera sido para tanto.

Chan suspiró con cansancio, vió a su humano con el ceño fruncido.

— Tú porque no entiendes lo sensible que puede llegar a ser una cola— se quejó, se cruzó de brazos, evidentemente ofendido, miró a Changbin, quien se notaba arrepentido y asustado—. Está bien, te perdono.

Changbin sólo le dedicó un pequeño asentimiento, manteniéndose detrás de Minho.

Jeongin rió un poco por lo raro de la situación.

— En parte, me lo esperaba— dijo.

Minho rió también.

— También sospeché, un poco— murmuró.






— También sospeché, un poco— murmuró

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Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora