sesenta y dos

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Changbin miraba hacia sus ojos con un brillo inocente, sus mejillas estaban totalmente rojas, su pálida mano se aferraba a la base de su miembro erecto y daba tímidos besos y lamidas a este.

Acarició la mejilla de su gatito, sonriendo.

— Abre tu boca, Bin, sin miedo— dijo, el híbrido obedeció, abriendo sus labios y metiendo la cabeza de su pene en su boca, jugando con esta con su lengua, haciéndolo gemir, chupo esta un rato hasta que Minho volvió a hablar con algo de esfuerzo—. ¿Hasta donde puedes llegar, Binnie? — preguntó, su mano acarició sus desordenados cabellos de la parte trasera de su cabeza, invitándolo a avanzar.

Changbin abrió más su boca, bajando por su miembro, pequeños sonidos como húmedos besos iban acallado mientras el espacio de su cavidad bucal se llenaba del pene de su humano.

Su rasposa lengua escapó de su boca haciendo que aquella extraña sensación de cosquilleo lo hizo temblar.

Las orejitas de Changbin estaban medias bajas y temblaban, en sus ojos brillaban lágrimas, su respiración se hizo acelerada por no poder aspirar el aire necesario, aún así, el híbrido siguió bajando con lentitud, la cabeza del pene de su novio llegó a su garganta y causó arcadas.

Minho acarició su mejilla con cariño, pequeñas lágrimas rodaban por sus palidas mejillas.

— Respira, amor— dijo el castaño, notando los pequeños sonidos asfixiantes que surgían de Changbin y escapaban cada tanto, lo apartó de su miembro y el pelinegro comenzó a toser y respirar profundamente.

Minho tomó su cuerpo, desnudo al igual que él, y lo abrazó con cariño, dejando que se recuperara, dejando mimos en su espalda y su barriga.

— M-minho... — Changbin gimió su nombre, sus ojos se encontraron—...Minho, d-despierta...

Minho alzó sus cejas con sorpresa, sus ojos se abrieron de golpe y encontró a Changbin sobre él.

— H-honnie~ — su tono sonaba lastimero.

— Binnie, ¿Qué pasa, gatito? ¿Estás bien?

— D-De nuevo— murmuró, Minho lo atrajo más hacia sí, abrazándolo con  ternura, Changbin escondió el rostro en su cuello—.... Hueles muy bien... — dijo, su pequeña nariz olfateó su piel, causándole cosquillas.

Suspiró cuando Changbin dejó suaves besos en su cuello y pasó su rasposa lengua por este.

— Bin...

— Minho— su voz sonó casi como un gemido, alzó sus ojos hacia él—. Hazme eso de nuevo... Eso, el amor.

El castaño tomó sus mejillas, mirándolo con todo el amor del mundo antes de juntar sus labios en un beso desesperado y húmedo que hizo a Changbin jadear en varias ocasiones, mientras Minho giraba a ambos, quedando él arriba, sin cortar el beso.

Las manos del castaño fueron a la entrepierna de su novio, quien gimió al sentir el vaivén de su mano sobre su erección.

Minho separó el beso, llevó su otra mano hacia el rostro del híbrido, dos dedos se posaron sobre los rojizos e hinchados labios del pelinegro.

— Chupa, Binnie— dijo, su voz sonó más grave de lo normal.

Changbin sacó su lengua y atrapó los dedos de Minho con sus labios, el castaño los fue metiendo cada vez más en su boca mientras el híbrido lubricada generosamente, chupandolos y pasando su lengua en formas que Minho sólo podía imaginar en otro lado.

La mano que tocaba la erección de Changbin se movió para bajar sus calzoncillos, que fueron arrojados al suelo mientras Minho se posicionaba entre sus piernas.

Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora