cincuenta y seis

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Por todo el departamento se escuchaban los golpeteos de las peludas patitas del gatito, quién corría por los pocos metros cuadrados de su hogar, saltando al sillón, a la mesa ratona y sobre todo mueble a dónde llegara.

Por el ruido, el castaño despertó, maldijo por lo bajo al gatito en pleno ataque de hiperactividad.

Después de un día tan largo, lleno de veterinarios, ex-amantes, e historias trágicas de sus amigos... No podía entender cómo a las tres de la mañana Changbin aún podía corretear por toda la sala.

Escuchó el ruido de algo romperse en mil pedazos en el suelo.

—Binnie, mierda...— murmuró Minho, arrojó las sábanas fuera de su cuerpo, saliendo a paso apresurado a la sala-comedor, encontrando su taza favorita echa pedazos en el suelo, al parecer, algo de su café aún permanecía en ella, una pequeña mancha oscura manchaba la alfombra de la habitación—. Maldito gato...¿Dónde estás?

Notó al peludo gatito negro, algo camuflado entre la oscuridad, acercarse a olisquear la mancha, su rosada lengua lamió un par de veces esta y después se alejó de golpe al sentir el amargo sabor del café.

Minho rió por la expresión del gatito, sus ganas de retarlo se habían ido.

Changbin se sorprendió por la risa de su humano, su cola y cuerpo se irizaron y miró con sus pupilas completamente dilatadas a Minho.

Owww, Binnie— el castaño no se resistió a tomar al animalito, abrazándolo contra su pecho, el minino se frotó contra él—. Deja de romper todas mis tazas, estúpido— murmuró en tono cariñoso, Changbin paró sus mimos y bajó sus orejas, le bufó mostrando sus adorables y pequeños dientes en una expresión de furia que le causó ternura.

Minho dejó al gato a un lado, para ir a la cocina y buscar en uno de los muebles de una esquina para limpiar aquel desastre.

— Honnie — escuchó, miró sobre su hombro al pelinegro, sentado de rodillas a poca distancia de él, sus mejillas estaba muy rojas y sus ojitos parecían brillar, ronrroneaba con fuerza, y Minho nunca había escuchado a Changbin hablar mientras ronrroneaba, era muy lindo—. Dame atención.

— Binnie, son las tres de la mañana.

— Honnie~~

El castaño lo miró, sonriendo divertido por aquella actitud.

Miau~— dijo, sus cejas estaban juntas en una mueca de enojo.

Aish, Binnie, ¿Por qué eres tan lindo?

Dejó lo que iba a hacer para abrazar a Changbin, quien abrazó a su humano con brazos y piernas, sonriendo ampliamente, el rubor subió a sus mejillas cuando el castaño acarició sus muslos y fue hacia su trasero para sostenerlo, escondió su rostro en el cuello de Minho, quién rió y comenzó a dejar sonoros besos en su cabello, bajando hasta su cuello y parte de sus clavículas.

Dejó a Changbin sentado en la barra de la cocina, sus manos se acomodaron en las caderas del híbrido.

Besó sus mejillas y buscó los labios de Changbin con los ojos cerrados, acercándose en cuando sintió la suavidad de estos, dejó pequeños y calmados besos que fueron haciéndose cada vez más intensos con los segundos, sintió los dedos de Changbin enredarse en su cabello, tirandolo más hacia él, profundizando el beso.

Los ronroneos eran fuertes, y podía sentirlos perfectamente en sus manos, sonrió por lo lindos que eran.

No supo cuánto tiempo pasó besando a su gatito de esa manera, y quizás esperaba que pasara otra cosa, pero se apartó en cuanto Changbin dejó de responder con ganas a sus besos.

Lo miró con atención, estaba completamente ruborizado, limpió algo de saliva de sus hinchados labios, rió cuando Changbin bostezó, el pelinegro agitó su cabeza con esto, haciendo que sus orejas se balancearan un poco.

— ¿Y ahora tienes sueño? — preguntó Minho con ironía, Changbin asintió—. Bien, te llevo a la cama, bebé.

Acomodó los brazos de Changbin sobre sus hombros, el gatito recostó su cabeza en el hombro de su novio, mientras este sostenía su cuerpo por la parte de atrás de sus muslos y lo llevaba hasta el dormitorio.

Changbin se acurrucó sobre su pecho en cuando Minho se acomodó a su lado, el humano rodeó su cintura con cariño , dejó un beso en su frente antes de dedicarle unas buenas noches.






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Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora