nueve

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— En realidad, estaría bien que sintieras celos de Felixie— dijo Hyunjin, con una mano en su mentón y una mueca en sus labios.

Los gricaceos ojos del gato negro lo miraron.

— Considerando que tú das mala suerte y Lixie da buena suerte... Son como polos opuestos— dijo el tigre—. No sé por qué no lo había pensado antes.

El gato negro maulló, rodando sobre su lomo para que sus patitas tocaran al suelo, antes de cambiar a su forma humana.

— ¿Los conejos dan buena suerte?

— Sus patas dan buena suerte— dijo el tigre—. Y Lixie tiene cuatro así que tiene mucha buena suerte.

Changbin frunció el ceño, un pequeño mohín se instaló en sus labios.

— ¿Un mentiroso da buena suerte y yo no?

— La mentira no se relaciona con la suerte, pequeño tigre.

Changbin seguía molesto, su lindo humano se había ido con el suertudo de Felix.

Aunque en realidad estaba triste porque no recibía atención, con las orejas caídas, comenzó a acariciar su peluda cola sólo para hacer algo, ya que Hyunjin se había entretenido con la pelota de nuevo.

Sin querer, un maullido lastimero salió por sus labios.

Hyunjin lo miró con ojos preocupados, él cubrió su boca como si así pudiera retener cualquier otro sonido triste que quisiera escapar.

— Creo que ya entraste en la segunda fase de los celos, tristeza— dijo el tigre, aunque no ayudo ni un poco al gatito.

Changbin bajó la cabeza, ocultando unas lágrimas que brillaban en sus ojos.

— Oh, Binnie — Hyun abrió sus brazos, ofreciendo un abrazo que el gatito rechazó.

Antes de que pudiera decir otra cosa, la puerta del cuarto se abrió, entrando Minho rápidamente.

— ¡Changbin! Estabas aquí, ¿Por qué te escondías? Te estaba buscando.

Minho se había acercado a los dos felinos, pero al ver la postura de su minino, se preocupó un poco, arrodillándose a su lado para acariciar su cabeza y orejitas.

— Gatito, ¿Qué tienes? — murmuró, inclinó a Changbin hacia él, envolviendolo con sus brazos, dejó besos sobre su cabeza en un intento por calmarlo— Bin~, ¿Qué le pasa a mi gatito llorón?

Minho continuó haciéndole mimos y dándole besitos, Changbin se había acomodado casi encima de él, con el rostro escondido en su pecho, hasta que había empezado a ronronear.

— Lindo gatito, ya es tarde, ¿Vamos a casa?

Changbin simplemente asintió, cambio a su forma animal sólo para que Minho pudiera cargarlo, saliendo de la casa de Seungmin sintiéndose cálido entre los brazos de su humano.






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Bad Luck (MinBin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora