Jane

50 4 0
                                    

Ni siquiera le llamé. Simplemente le escribí que no iba a ir. Llevaba ya un tiempo sin hablarle y desde entonces ya iban unos cuatro regalos caros de su parte. Regalos que se habían quedado guardados en el armario, como gran parte de mi ropa.

-¡Eh! -Marcus aporreó la puerta.

-¿Qué quieres?

-¿En serio no vas a venir? ¡Joder! Es papá, ¿sabes? Lo suyo con mamá no tiene nada que ver con nosotros.

-No tienes ni idea, Marcus. -Grité tras la puerta. Era verdad. Marcus sabía del cuento la mitad. Fui yo quien descubrió a mamá llorando la noche que se enteró de que su marido iba de putas y montaba fiestas con ellas.

-Jane, solo es una cena. Hazme el favor de venir.

-Paso, Marcus.

-Pues nada, ¡que te den!

Escuché los pasos alejarse, la puerta cerrarse y el sonido del motor de su coche encenderse. Me asomé a la ventana para ver cómo se iba. Sentía lástima por él. Lástima por no saber con quién se iba a sentar en aquella mesa. Me fijé en la ventana de al lado. Mi vecina estaba ahí, mirando cómo yo. ¿Acaso estaba mirando a mi hermano? ¿Otra babosa más? ¡Dios! Pero, ¿qué les pasaba a las tías?

-Hola.

-Hola, Zoe. ¿Qué haces ahí?

-Nada, suelo sentarme aquí a leer. -Sí, claro. No estabas babeando por mi hermano, que va.

-Ah...

-Oye, Jane...

-Dime.

-¿Tú sacas buenas notas?

-Bueno, normalitas, ¿por?

-Me preguntaba si podrías darme clases durante un tiempo. Mis padres te pagarían. -La noté nerviosa y me preocupé.

-Bueno, no sé si nuestros horarios coinciden.

-Yo no voy a clase, tengo todo el día libre.

-¿No vas a clase? ¿Por qué?

-Bueno... me... me han expulsado.

-¿Cómo? ¿En serio? ¿Qué coño has hecho para que te tiren? -Me reí incrédula. Esa chiquilla era un sol, incapaz de hacer algo malo. Sus padres siempre eran muy correctos y cristianos. Iban a misa cada domingo con sus dos hijas, ¿cómo iba ella a hacer algo malo?

-Bueno, fue un error. Para cubrir a una amiga. -Vale, eso me cuadraba más.

-Bueno, no sé, Zoe. Tendría que pensarlo.

-Sí, claro, tu... piénsalo. Ya me dices algo. Buenas noches. -Cerró rápidamente la ventana. 

Ocho MujeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora