Ocho Mujeres

Zoe

No sé cuánto rato estuvimos tumbadas acariciándonos y besándonos cuando nos levantamos y nos vestimos. Charlotte miró la hora en su móvil.

-Debería irme ya. Tu madre no tardará en llegar.

-No quiero que te vayas. -Contesté con voz triste. Ella me miró con ternura.

-Oh... Bueno, puedo venir otro día si quieres y podemos seguir hablando esta noche, ¿vale?

-Claro.

-Ha sido perfecto. Por favor, no te comas la cabeza.

-¿Te da miedo que me arrepienta?

-Un poco.

-Tranquila, no será así.

-Vale... ¿me acompañas a la puerta?

Estuvimos un rato más comiéndonos a besos hasta que llegó la hora de irse. Cerré la puerta y la dejé marchar. Justo cuando me giré para volver a mi cuarto sonó la puerta. Genial, se había olvidado algo o quería darme un beso. Cuando abrí no era ella, sino Jane.

-Jane... ¿qué haces aquí?

-Acabo de ver irse a tu amiga. Me alegra que hayan venido a verte del instituto.

-Eh... sí, claro. ¿Qué ocurre?

-Bueno, quería saber si no te importaba cancelar la clase de hoy.

-No... para nada. ¿Pasa algo?

-No, todo bien. Es que tengo faena de clase atrasada.

-Claro, vale. Tranquila.

-Nos vemos el lunes.

-Sí, hasta el lunes.

Subí a mi habitación y llamé a Emily. Quería contarle todo lo que había ocurrido. Era la única persona en la que podía confiar y sabía que ella no me miraría mal por lo que había hecho, que incluso se alegraría por mí. Estuve un rato hablando con ella sobre tonterías intentando buscar el momento oportuno para soltarle algo así.

-¿Me vas a contar ya que ocurre? Estás muy rara.

-Bueno, verás... Ya sabes que últimamente no dormía muy bien...

-Sí... ¿y? ¿no te habrás hecho adicta a alguna droga?

-¡No! ¡Qué burra eres! No, no es nada de eso...

-¿Entonces?

-Bueno, me metí en una página de... de... bueno, ya sabes, de ligar.

-¿Cómo? ¿En serio? Que raro se me hace. -Dijo riéndose.

-Ya... bueno, la cosa es que terminé hablando con una chica.

-¿Con una chica? Oh... vale, ya entiendo. Así que la chica de la que me hablaste era ella.

-Sí... siento haberte mentido. Me daba miedo contártelo.

-¿Por qué? No hay nada de malo en ello, Zoe.

-La cosa es que hoy la he visto a escondidas de mamá.

-¿Has salido de casa?

-No, ha venido ella aquí.

-¿Y bien?

-Creo que me gusta.

-Eso es estupendo, Zoe. En serio. Además, te vendrá bien tener a alguien en este momento.

-Sí, me está ayudando mucho.

-¿Se lo vas a contar a papá y a mamá?

-Ni de coña.

-Haces bien. -Rió.

-¿Crees que se lo tomarían demasiado mal?

-Odio decir esto pero sí... seguramente lo mejor es que sigáis viendoos a escondidas.

-Vale... te haré caso. Hoy mamá casi nos pilla.

-¿En serio? Oh, Dios mío... ten cuidado, Zoe. No sé cómo reaccionaría si te pillara con una chica.

-Gracias por entenderme, Em. Eres la mejor.

-Ojalá me contaras más cosas... Espero que esto te sirva para ver que puedes confiar en mí.

-Ya lo sé, Em... poco a poco.

-Poco a poco.