Ocho Mujeres

Stacy

Subimos a aquel diminuto piso que estaba claramente ocupado por estudiantes.

-Disculpad el desorden. -Dijo aquella chica mientras recogía por donde pasaba.

-No te preocupes. -Susurró Luna.

Miré a todas partes. Había latas de cerveza en una mesa, un cenicero lleno, mucha ropa de mujer encima de las sillas...

-Mi compañera de piso no tardará en llegar y no quiero que se entere de nada de esto. -Se sentó en uno de los sofás que había de dos plazas y nos hizo un gesto para que nos sentáramos en el de enfrente.

-Tranquila, no tardaremos.

-Mira, olvídate de ese chico. Lo mejor es que rehagas tu vida y pases página. -Tragué saliva y la miré enfadada.

-¿Cómo dices?

-He estado mucho tiempo con juicios, asesoramientos y mierdas. No merece la pena. Los chicos como él son intocables. Ese tío tiene dinero y una buena reputación.

-Reputación que tú manchaste. -Interurmpí.

-¿Te crees que eso le afectó en algo? Simplemente no querían que se murmuraran rumores sobre él, por eso se mudaron. -Suspiré.- Mira, me gasté todos mis ahorros en luchar por aquella injusticia y a esto me ha llevado. -Miró a su alrededor.- No te jodas la vida por un tío que no sabe decir basta.

-¿Pretendes que se quede callada después de que esos gilipollas la violasen? -Preguntó Luna enfadada.

-¿Esos? -Carly tragó saliva.- ¿Cómo que esos? -La miré hundida y su gesto cambió por completo.

-Austin no fue el único. -Conseguí decir en voz baja. Se generó un silencio ensordecedor. Todas estábamos pensando en lo mismo. Yo no quería recordar todo aquello pero las escenas no paraban de aparecer en mi cabeza.- No puedo dejar que esto quede así, ¿lo entiendes? Tú eres la única que puede ayudarme. -Carly empezó a negar con la cabeza.

-No puedo ayudarte.

-¿En serio? -Luna se levantó de golpe y empezó a gritar.- ¿Cómo puedes ser tan egoísta?

-No puedo ayudarla porque mi palabra ya no vale nada. -Contestó ella. Luna se volvió a sentar.- ¿No ves que quedé como una mentirosa? ¿De qué te sirve que yo esté de tu lado? Solo pensarán que somos un par de mentirosas más.

-Algo se podrá hacer...

-Lo siento pero no hay nada que hacer.