Marcus

32 3 0
                                    

Me costó horrores conducir hasta casa de Stacy de nuevo. Por mi cabeza no paraban de pasar imágenes del día que habíamos pasado juntos. No conseguía creerme todo lo que había pasado. Era surrealista. Mi padre y ella... No podía soportarlo. Leer aquella noticia sólo me había hecho tener ganas de correr hacia ella y abrazarla pero ahí seguía esa angustia que me provocaba la situación. Después estaba Zoe. Mi pobre Zoe... ella siempre ha sido una buena chica, no se merecía esto... La rabia inundaba mi cuerpo.

-Es aquí. -Aparqué frente a la casa de Stacy. La casa estaba iluminada en su interior por lo que había alguien allí. Respiré hondo sin dejar de apartar la mirada de aquel porche.

-Puedes quedarte. -Negué con la cabeza.

-Tranquila. Tu espera aquí, ¿vale? -Jane asintió y salí del coche. Me acerqué a la puerta y respiré hondo antes de tocar el timbre. Cuando lo hice, su madre abrió la puerta.

-Oh... Eres tú. -Dijo con desgana. Pensé por un momento en lo que me dijo Stacy. ¿De verdad su madre la había obligado a hacer aquello?

-Sí, eh... Venía a ver a Stacy.

-No está aquí. Se fue después de vuestra movida esa.

-¿Cómo? ¿No ha pasado por casa?

-No, es así de malcriada. Se habrá ido a casa de alguna amiga y volverá cuando se le pase el enfado conmigo.

-Ni siquiera se ha enterado, ¿verdad?

-¿De qué?

-Su hija no se ha ido por estar enfadada con usted. -Empecé a darme cuenta de la clase de persona que era aquella mujer. Ni siquiera se había enterado de lo que le pasó a su hija tras nuestra discusión.

-Si, hijo, sí. Es así de estúpida. Que, por cierto, respecto a lo que te dijo... espero que puedas ser prudente y mantenerte calladito. No me gustaría que la gente fuera pensando esas cosas de mí.

-¿Lo hizo?

-¿Disculpa?

-¿Obligó a su hija a acostarse con mi padre? -Ella se rió.

-Vamos, hijo, no se puede obligar a alguien a acostarse con otra persona.

-¿Pero se lo pidió?

-Mi hija solo hizo lo que era mejor para su madre. -Apreté mi mandíbula con fuerza.

-Será mejor que lea las noticias. -Me fui enfadado de allí y me subí al coche.- ¡Ni siquiera sabe lo que le ha pasado a su propia hija! ¡Se piensa que se ha ido por un berrinche! -Golpeé el volante varias veces.- ¡Joder!

-Marcus, tranquilo. ¿Te ha dicho dónde está? -Negué con la cabeza.

-Me ha dicho que seguramente se haya ido a casa de alguna amiga.

-Pues ya está. ¿Puedes localizar a alguna de ellas? 

Ocho MujeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora